Experto chileno al POST: "Mendoza tiene todo para hacer minería sustentable"

El especialista en la materia Osvaldo Urzúa dijo al POST que el proceso recién empieza y hay una ventana de 20 años

Experto chileno al POST: "Mendoza tiene todo para hacer minería sustentable"

El mundo pasa por un potente cambio en todos los ámbitos. Uno de ellos es la transición energética global: el paso de la energía de combustibles fósiles a la energía eléctrica plena, con la meta de combatir el cambio climático.

Hacer que todo sea eléctrico demandará más metales y por lo tanto muchísima más minería de la que hay actualmente, lo que impone el desafío de hacer una minería sustentable en el mundo, que ya se está empezando a desarrollarse pero que aún está en ciernes

Esa minería sustentable, puede encontrar su lugar en el mundo en Mendoza, donde no solo está la materia prima, sino el conocimiento técnico, profesional y de investigación, gracias a su experiencia en la ingeniería del petróleo y a su gran oferta universitaria.

Así lo asegura el experto chileno Osvaldo Urzúa, Doctor en Política de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Sussex, Reino Unido; MBA de ESADE (España) e Ingeniero Industrial de la Universidad de Chile, quien el próximo 17 de mayo, disertará en el II Foro de Metalmecánica y Minería 2023, organizado por ANSINMET (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Provincia de Mendoza)

Urzúa, actual director de la consulta Karungen, tiene más de 20 años de experiencia en el diseño e implementación de proyectos y programas de alto impacto y coordinación compleja en minería, innovación, energía y valor compartido.

Asevera que la transición energética es un proceso irreversible y que se abre a partir de ahora una ventana de 20 años para desarrollar todas las soluciones que la industria necesita. Aprovechar esa ventana puede significar asegurar la prosperidad por muchas décadas.

Con él hablamos de esto y también de los cuestionamientos que hay a la minería y si es posible revertir la desconfianza que parte de la sociedad tiene en esa industria.

¿Cuán fundados son hoy los temores de que la minería de oro, plata y cobre a cielo abierto sean contaminantes?

Decir que la minería es una actividad que no es riesgosa y que no tiene impacto sobre el medio ambiente sería presentar un esquema que no es real.

Es una actividad que requiere mucha energía, el desarrollo de obras civiles, que efectivamente sí se hacen mal pueden generar impactos en el medio ambiente y en las comunidades que están en torno a las operaciones mineras.

Pero precisamente, eso sucede si se hace mal la minería y la minería no tiene por qué hacerse mal. Al revés, hoy en día la minería está sometida a un escrutinio cada vez más exigentes a distintos niveles.

Pasa por el escrutinio de las comunidades locales, de las autoridades y del fiscalizador y los países mineros maduros tienen buenas capacidades de fiscalización para evitar algún impacto. Pero, además, pasa por el escrutinio de los mercados.

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Hoy en día, el cobre, la plata y el oro que va al mercado internacional es sometido por un conjunto de evaluaciones, lo que se llaman los estándares ESG (Environmental, social and governance o Ambiental, social y de gobernanza), en los que, si se trata de un cobre contaminado, un cobre sucio, ese cobre, o ese oro, o esa plata, no llega a los mercados.

Hay posibilidades tecnológicas importantes para que la minería se haga bien, sin dañar el medio ambiente, o generar ciertos impactos que puedan ser remediados, incluso impactos históricos provocados ya sea por minería o por otras actividades.

El punto, es no mirar con cierta fatalidad que la minería está por sí condenada, sino al contrario, hoy día la minería, para ser viable o insertarse en los sectores internacionales, tiene que ser una minería de bajo impacto porque las opciones tecnológicas que se implementan permiten garantizar o resguardar de la mejor forma de que no se generen.

En Mendoza hay un debate desde hace años, que discute el hecho de que teniendo la misma cordillera que Chile y los mismos minerales, aquí no se quiere hacer minería por temor a contaminar el agua, que es escasa como en Chile. ¿Cómo hacen allá?

Déjenme empezar por la mitad media llena del vaso. Acá hay dos elementos que se tienen que conciliar para que exista una minería sustentable. El primero, es que haya riqueza geológica, y a esa riqueza, para que sea explotada tiene que ponerle una capa de conocimiento para que aquellos elementos que son más sensibles estén bajo control.

Entonces. ¿Qué es lo que sucede en los distritos mineros más sofisticados? Para abordar las problemáticas vinculadas al tema del agua, la minería tiene que hacer estudios de las cuencas hidrográficas, de los sistemas de los cauces de agua, de la forma en que se tratan los desechos, que tiene que ser con tecnología de frontera.

La minería de frontera es altamente sofisticada, por un lado, es una minería que consume poca agua. No es cierto que la minería sea un gran consumidor de agua. En el caso particular de Chile, del consumo total de agua aquí, menos de un 2% viene de la minería y el resto del consumo viene de otras actividades industriales, del consumo humano, la agroindustria y la actividad agrícola en particular.

Por un lado, los volúmenes de consumo de agua de la minería no son importantes, pero uno tiene los sistemas de monitoreo para ver cómo funciona la cuenca y en qué medida se está evitando que se genere alguna contaminación, los que son muy relevantes porque también se utiliza tecnología de frontera.

Es más, la minera deja instalada en el territorio en donde se desarrolla, sistemas de monitoreo que permiten que la gestión del recurso hídrico no sólo sea más sustentable desde el punto de vista minero sino más sustentable para todos los usuarios de una misma cuenca.

De alguna forma, es como instalar un sistema de inteligencia que permite ir viendo qué es lo que está sucediendo en esa cuenca. Inclusive, estos sistemas de inteligencia permitirían generar eficiencia en el uso del agua de los distintos usuarios que residen en un territorio, y a partir de esa eficiencia, tomar una parte de esa agua para la demanda de la minería.

En Chile se han hecho algunas experiencias en distritos mineros más avanzados, pero está faltando una participación institucional para ponerlo en práctica de forma regular.

¿Invertiría el impacto?

Claro, en ese sentido, la minería podría generar un mejor aprovechamiento del agua.

¿Y con esto está resuelto?

El elemento que está faltando para generar ese impulso, esa prosperidad en torno a la minería, es generar una visión y un consenso social amplio respecto para la minería, que hoy por ejemplo se requiere en Mendoza.

¿Y cómo se hace eso?

Eso es lo que vamos a hacer en la charla de la próxima semana y ese consenso social es la fuente para generar confianza porque cuando se genera una visión compartida y se va construyendo a través de distintos mecanismos de agendas colectivas y gobernanzas colectivas que permiten generar confianza que es un problema que hoy en día hace que en muchos distritos mineros las cosas se quiebren.

¿Esta gobernanza colectiva se tiene que entender como que la comunidad participará del control del proceso?

Significa que se define una visión colectiva y que las soluciones se hacen en forma conjunta con los actores de la ciudad y después hay mecanismos que te permitan tener información, te permitan tener una fiscalización para que no se esté generando un impacto no deseado.

No se trata de hacer un proceso de asambleísmo sino integrar capacidades para generar una solución y que ninguna de los que participan tengan un rol pasivo en generar una minería sustentable.

Esto es difícil de conseguir, pero no hay otro camino. Se trata de resolver una cuestión que es común a todos, en donde los distintos actores pueden aportar diferentes partes de una solución, pero donde es fundamental la tarea conjunta porque no van a confiar uno en el otro si hay una brecha de conocimiento a las promesas que se puedan hacer sobre la sustentabilidad.

Se habla de una minería sustentable a la que se la señala como un factor de aporte importante para la descarbonización del planeta. ¿De qué se trata?

La minería del futuro, o la que se empiece a hacer de hoy en adelante, es la única que posiblemente sea viable de hacer y no tiene otra opción que ser una minería sustentable por lo que dije al comienzo, porque está sometida a las demandas del territorio, a las normativas locales, nacionales y a las que hoy están exigiendo los mercados, tanto los mercados de consumo como los mercados de capitales.

Entonces, no hay otra opción más que hacer minería sustentable. ¿Cuáles son los elementos de sustentabilidad que incorpora la minería? Por un lado, tiene que avanzar hacia una minería que tenga una huella de carbono cada vez más baja. Con muchos de los minerales ya hay un compromiso de llegar a la carbono neutralidad en 2050.

La minería tiene que ser sustentable desde el punto de vista de los aportes que hacen a los ecosistemas o a los entornos ambientales donde operan. En algunos distritos, se habla incluso de que la minería tiene que dejar ligada una contribución adicional a la riqueza de la biodiversidad de la cuenca en donde se está haciendo.

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Por eso tiene que hacer una especie de balance, de inventario, de catastro de esa biodiversidad para poder decir que la minera va a dejar esta otra biodiversidad y hay formas para hacerlo, conservando el ciclo minero concreto.

En el catastro de biodiversidad tienen que asociarse los ecosistemas de agua porque no es solamente un tema de abastecimiento para los distintos usos, sino que los ecosistemas dependen directamente del funcionamiento de la cuenca.

Y la minería tiene que generar prosperidad en los territorios en donde esta se desarrolla, no solamente a través de la transferencia de recursos, a través de impuestos o regalías, sino a través de la generación de empleo de calidad tanto en la actividad minera como en los encadenamientos que va generando.

Procesos de desarrollo industrial, o de reindustrialización, o de cambios de la estructura de la matriz productiva que la minería puede impulsar porque la minería sustentable, al requerir, por ejemplo, de soluciones más sofisticadas, va a requerir de servicios de ingeniería más avanzados, de servicios medioambientales más avanzados, de tecnología digital, de soluciones asociadas a la electromovilidad.

Me refiero a soluciones de alto desempeño, que, si son provistas localmente por ingenieros, técnicos y profesionales de Mendoza, bueno allí están transformando la economía, porque estos servicios precisamente se incuban a partir de los servicios de la minería, pero después pueden prestar servicios a otras ramas industriales o eventualmente exportarse.

De hecho, en el caso de Mendoza eso sucede hoy en día. Mendoza es un exportador de servicios de ingeniería, gracias al desarrollo que se impulsó vinculado a la industria de los hidrocarburos.

Por lo tanto, eso se puede escalar, para ir aportando servicios a la minería que hay en las regiones vecinas a Mendoza, pero también exportarlo a Chile, o a otros países de la región o al mundo.

Hay una serie de minerales, que en su mayoría están en la cordillera de Los Andes, que van a ser muy demandados en los próximos 50 años porque van a aportar a la tendencia de descarbonización mundial.

Efectivamente, la transición energética requiere que las soluciones de la economía del futuro sean en su gran mayoría soluciones eléctricas, que ya está yendo del auto a combustible al auto eléctrico, como símbolo de lo que significa.Sin embargo, la transición energética es muy intensiva en materiales. Se requiere un número importante de cobre porque los circuitos eléctricos demandan mucho cobre. Y también se requiere de un volumen importante de materiales o minerales para el almacenamiento de energía, por eso va a haber una mayor demanda de minerales como el litio.

Estos minerales críticos o minerales estratégicos se los considera así, porque sin estos minerales la transición energética no sucede, sin estos minerales no somos capaces de enfrentar el cambio climático, por eso lo que se proyecta es que van a tener una altísima demanda.

Por eso se necesita una cierta transición, una economía para tener una huella de carbono cada vez menor para llegar a una neutral, pero para lograrlo, esa transición energética requiere de más cobre, de mayor cobalto, de más litio y un conjunto de otros minerales.

Ahora, lo que está diciendo el mundo es que se necesita ese mayor volumen de minerales, pero también quiere producirlos de una forma distinta.

Entonces, no se va a poder estar diciendo, por un lado, que se provee el cobre que necesita el mundo para la transición energética y por otro estar haciendo minería sin atender las demandas sociales, ecológicas y ambientales que se les está exigiendo al resto de los sectores productivos. También el sector minero tiene que cumplir con estos estándares y eso nos abre una doble oportunidad.

Porque, por un lado, vamos a tener una demanda muy significativa de los minerales, ya que un auto eléctrico, por ejemplo, requiere tres a cuatro veces más cobre que un auto convencional; y por otro lado, tenemos una industria que requiere soluciones que hoy no existen, para que efectivamente se estén abordando todos los temas de sustentabilidad que los mercados y las comunidades a nivel local están exigiendo.

Lo que lleva nuevamente al tema de la industrialización o el desarrollo de industrias que generen las soluciones para una minería sustentable, que transforme la matriz productiva local y que permitan crear una economía más diversificada, siendo exportador de tus servicios.

¿En qué haría la diferencia la minería sustentable con respecto a la que se hace hoy o a la tradicional?

La diferencia es que la contabilidad de los impactos está mucho más internalizada. Antes, uno se concentraba mucho más en generar un cierto valor económico y que ese valor de alguna forma pudiese compensar los otros impactos que se estaban generando. Una visión más bien transaccional, que se basaba en que yo genero una riqueza y con ella empiezo a emparchar los problemas que generé en el pasado.

Eso ya no va a poder ser así porque ahora la mina va a tener que empezar a ser sustentable desde el comienzo, ya no se van a tolerar los impactos, por lo que las mineras van a tener que tratar de minimizar los impactos para que no haya un proceso de compensación a posteriori.

Y en caso de que exista una compensación, tiene que ser con adicionalidad, y en los mismos términos de lo que fue aceptado. Es decir, si yo afectó un activo natural, un entorno natural, la compensación no se hace con dinero o con otras actividades, sino que tengo que buscar formas donde exista una compensación por equivalencia.

Es decir, si mi actividad tuvo un impacto ambiental en una zona, primero lo tengo que remediar y ver cómo lo voy a dejar lo más igual posible a cuando comenzó la explotación y por otro lado, la compensación con equivalencia que tiene que ver que si se afectó un ecosistema, se buscan ecosistemas mellizos o similares y la empresa puede comprometerse a proteger todos los otros ecosistemas equivalentes.

Es decir, tengo que remediar y compensar mucho más allá de lo que afecté. Si yo afecté una unidad de biodiversidad, debo devolver dos.

¿Esta minería sustentable ya se está aplicando o hay que esperar que tome cuerpo y se adopte?

Evidentemente es una transición, pero porque es una transición es que es una oportunidad. Entonces, hay una transición con el tema de la huella de carbono. Hoy día no existe la minería de carbono neutral, pero se está trabajando para ir hacia ella. Se está trabajando para que la flota de camiones de la gran minería no emita carbono, se está trabajando para que el grueso de los procesos llegue a esa huella cero, pero eso va a tardar dos o tres décadas.

¿Por qué es una oportunidad?

Porque hoy existe la posibilidad de que los países y las economías que tienen minería participen y puedan desarrollar esas soluciones.

Si bien la minería con baja huella de carbono ya existe, no son soluciones provistas por las mineras o por los Estados, sino que se obtienen en los supermercados de equipos mineros por hacer una metáfora, es decir, tienen que importar ese equipamiento, lo que no les permite desarrollar el encadenamiento productivo a nivel local.

Entonces, cómo es un desarrollo que se tiene que impulsar a partir de hoy, los países que tienen minería tienen la oportunidad de ser parte de la generación de las soluciones necesarias para garantizar una minería sustentable y que va a tener una tremenda demanda porque serán soluciones que se van a poder aplicar en otras industrias.

Es una transición difícil, pero generará la posibilidad de poder participar activamente en esa transición, que va a generar empleo, una transformación de la matriz productiva y por otro lado no tendrán otra opción porque la otra opción no es "la no minería".

¿Ah no? ¿Por qué?

Porque la no minería genera la obligación de buscar una solución a un impacto social y ambiental que será mucho mayor.

¿Es decir, que esta transición ya comenzó y no va a parar?

Exactamente. Y tiene dos opciones: participa usted de la transición de forma pasiva, o sea compra todo y lo único que pone es el activo geológico, o participa de forma activa, junto con el capital geológico, pone el capital humano, el capital tecnológico, el capital social, los integra para generar una solución sustentable y al mismo tiempo transforma su economía, porque está generando servicios que está demandando el mundo, porque va mucho más allá de la minería.

¿El corolario es que por un lado vamos a tener una tendencia marcada que no va a retroceder, y por la transición energética global que se viene, el mundo va a necesitar y demandar más minería?

El mundo va a necesitar más minería y va a necesitar generar soluciones para hacer minería de forma sustentable y esas soluciones se están generando ahora, en la próxima década.

El otro corolario que se está generando, es que provincias como Mendoza, o países como Argentina, están ante una ventana temporal que se ha abierto, que es muy pequeña, de 15 o 20 años, para poder participar de las soluciones que se necesitan para la minería sustentable.

¿El momento de entrar es ahora?

Sí, porque si Usted no genera la solución la voy a generar yo y en el futuro se va a ver obligado a comprarme la solución a mi, porque yo llevo 20 años trabajando en esas soluciones y Usted está rezagado.

En cambio, hoy día estamos todos en el mismo punto de partida porque son muchas las soluciones que hay que integrar, tanto en capacidades, conocimiento, tecnologías probadas, hacer las ingenierías, hacer las investigaciones y todos los procesos de innovación.

Por lo tanto, es una ventana temporal para la gente que estudia estos procesos de crecimiento de prosperidad económica, es una ventana que como mucho estará abierta de acá a 50 años y que, si entra, participa en la fuente de prosperidad que generan los cambios sociales y los tecnológicos.

Pero si entra tarde, va a tener que esperar hasta la siguiente revolución industrial o tecnológica, o la que sea, que no se cuándo será, como lo fue en su momento la revolución de la máquina de vapor, de la industria petroquímica, de las tecnologías de la comunicación, y que son revoluciones que abren ventanas en las que si uno es capaz de entender la naturaleza de esa revolución, se puede subir a las fuentes que generan prosperidad porque uno termina siendo parte del generador de la prosperidad.

Entonces, su empleo es el que va a generar prosperidad. Son los ingenieros, los técnicos, los profesionales de Mendoza que tienen posibilidades de acceso a empleos de alta calidad porque son los que tienen las llaves de las soluciones que generan riqueza, pero además que pueden generar prosperidad y sustentabilidad.

O sea, hay una carrera de la minería sustentable y de la producción de energías limpias que arranca ahora y el momento de largar es ya.

No es una carrera. Es una torta que se va a repartir, y el pedazo de la torta que podría ser suyo, dentro de 10 años podría no estar allí. Si en vez de hacer ahora esta apuesta, la hace dentro de una década, los espacios para aportar las soluciones a una minería sustentable ya van a haber sido ocupados por alguien.

Por ejemplo, si Usted quiere ingresar ahora a la manufactura, a la fabricación de equipos mineros de gran tamaño, eso es algo que ya está resuelto en todas partes del mundo.

Claro, no hay modo de competir ahí.

Como mucho, se pueden lograr alcanzar pequeños espacios participando en esas cadenas de valor, pero ya no se va a poder lanzar a fabricar camiones de alto tonelaje que se fabrican hace décadas y que son espacios que lideran Caterpillar o Komatsu.

Pero a su vez, los camiones de gran tonelaje necesitan ser transformados, pasar de motores a combustible a motores eléctricos y hoy en día, no existen esas soluciones. Entonces ahí si hay una ventana para hacer una alianza con Caterpillar, por ejemplo, para generar este tipo de transformación, como está sucediendo en Sudáfrica, que están generando camiones a hidrógeno.

Una vez que ya entró, es muy difícil que sea desplazado, y esa es la belleza de la ventana que estamos enfrentando hoy, una ventana de oportunidad muy generosa para el caso de Mendoza, porque la provincia tiene capacidades más sofisticadas, tiene una tradición industrial, tiene capacidades de ingeniería, de diseño, una gran cantidad de universidades para formar técnicos y profesionales, que no se da en todas partes del mundo.

En otras partes del mundo, quizá son especialistas en geología, pero los otros componentes para hacer una minería sustentable no están presentes ahí, y en Mendoza si están.