Hinojosa, en entrevista con el Post: "Al peronismo hay que pegarle un sacudón"

El precandidato a gobernador del PJ que quiere terminar con la grieta política.

Hinojosa, en entrevista con el Post: "Al peronismo hay que pegarle un sacudón"

Mientras los precandidatos del peronismo para la gobernación de Mendoza aún se hacen rogar, un funcionario que no estaba en el radar de la previa, dio un paso al frente hace ya un par de meses y dijo: "Yo quiero ser".

Martín Hinojosa, actual presidente del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), tomó el riesgo y hoy lo ratifica con su propia impronta: dice que está harto de la grieta y que hay que sepultarla para refundar la política.

Cree que el peronismo puede volver a gobernar, pero para eso hay que sacudirlo. Advierte, señalando a la clase política en general y al gobierno provincial en particular, que la dirigencia está divorciada de los problemas de la gente y muy alejada de los menores de 35 años, que ya alcanzan casi la mitad del padrón.

Reclama profesionalismo y cree que los políticos tendrían que pasar por la actividad privada antes de administrar los bienes públicos.

Habla de la situación de la vitivinicultura, del posicionamiento de la industria a nivel internacional y de los desafíos que enfrenta hoy.

Recalca que Mendoza no crece y no ahorra críticas para el gobierno de Rodolfo Suárez, al que le reprocha mala gestión, victimización y valerse de un "relato populista" para alimentar la grieta y sostener un enfrentamiento crónico con el gobierno nacional.

¿Cómo está la situación de la vitivinicultura después de los numerosos accidentes climáticos y la caída que va a sufrir este año la producción?

Este año ha sido un año atípico, que ha tenido una contingencia distinta al granizo, que es la helada, porque a diferencia de este, la helada es masiva, entonces genera un daño diferente al granizo, que es más puntual. Es como comparar los efectos de un huracán con un tornado.

A partir de ahí, lo que hice, como titular del INV, fue juntarme con los productores para ver la situación, que entiendo perfectamente porque yo soy productor y se lo que es una helada y un granizo, por el que también fui afectado.

Cuando pasan estas cosas, lo único que pretende el productor es que le solucionen los problemas y lo que yo vi y la mayoría vio, es la política por un lado y el problema por el otro. La política discutiendo quien traía los fondos, si los traían o si no los traían, y el productor en el medio.

En definitiva, en este drama, el centro del problema es el productor y se lo dejó de lado para que la política discuta de política. Diría que fue casi vergonzoso.

En este caso, el gobierno provincial enojado porque dice que los fondos no le alcanzan. Y ocurre algo insólito. El gobierno nacional dispone fondos para enfrentar el flagelo y el gobierno provincial no los quiere recibir porque dice que es poco.

La verdad, hay que tener mucho coraje para ir a decirle a un productor que no vas a traer los fondos porque te parece que son insuficientes. Me parece que quienes están en el gobierno nunca han sufrido una helada, nunca han tenido un granizo, no saben lo que es padecer eso y no han tenido diálogo con el productor.

Cuando te cae granizo en la finca no hay plata que alcance. Eso es así, por lo que todo lo que te pueda ayudar es bienvenido, pero aquí nos encontramos con la política discutiendo y los productores en el medio. Lamentable.

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Sin embargo, uno ve que el gobierno nacional le da un trato diferenciado a los sojeros para comprarles con un dólar más alto y acá no quieren bajar más fondos para mitigar la piedra y la helada.

Son situaciones diferentes. Lo que hizo la competitividad para la soja fue lograr que entraran divisas al país. En cambio, la vitivinicultura es diferente porque ingresa los fondos cuando los tiene, no es que está esperando exportar para especular con una mejora cambiaria. La vitivinicultura exporta cuando tiene el pedido, está peleando por exportar, es mucho más competitiva que la soja.

Pero, además, el ministro de Economía, Sergio Massa, vino a la Fiesta de la Vendimia y anunció un nuevo dólar competitivo para la vitivinicultura que va a estar disponible a partir del 1 de abril. Ese es el anuncio más esperado por el sector.

¿Eso está confirmado? Porque había muchas críticas de que el anuncio no tenía precisión.

Yo, lo que veo, es que para cada solución el gobierno de la provincia encuentra un problema. Este anuncio el sector lo festejó. No digo que estén tirando petardos para arriba, pero lo festejó. Hablé con los bodegueros, con los productores y el ministro dijo que a partir del 1 de abril vamos a tener un dólar competitivo para las economías regionales, no solamente para la vitivinicultura y nos convocó al trabajo para ver estos detalles.

¿Cuáles son esos detalles?

Cuál es el tiempo, cual es el valor del dólar, cual es el momento, es decir, si es la fecha de liquidación o la fecha de embarque, si se aplica a exportaciones nuevas o a exportaciones ya confirmadas, todo eso hay que definirlo.

Lo central es el anuncio, pero como aquí para cada solución siempre encuentran un problema, es más fácil criticar al que hace. Traen una solución y siempre encuentran la forma de criticar. Y lo cierto es que cuando uno hace está sujeto a la crítica. Yo prefiero hacer más y criticar menos.

La verdadera causa de esta crítica a la ayuda y los anuncios es que el gobierno provincial ha dejado de gestionar, no tiene en cuenta lo que le está pasando al productor y prefiere hacer declaraciones por Twitter o criticar lo que hace el otro sin hacer ningún tipo de aporte.

Lo más sencillo, lo que tendría sentido común y lógica es sentarse y decir, mirá, estos son los fondos que dispone la Nación, estas son las herramientas, y el gobierno de Mendoza tendría que decir que tiene para proponer y cómo hacer para ayudar.

Pero no, preferimos la grieta. Yo estoy cansado de esa forma de hacer política. Formo parte de una dirigencia que no cree en esa manera de hacer política. La grieta solo le sirve a la política y pierde la gente. Lo más cómodo que hay es estar en la grieta porque se critica siempre al de enfrente y ponderás lo que haces vos.

Lo difícil es sentarse, buscar el consenso, que para mí es una cuestión de sentido común. ¿Que tenemos para los productores? Tenemos 500 millones, tenemos préstamos, tenemos lo más importante que se ha pedido que es un dólar diferencial.

¿Ya se sabe de cuánto va a ser ese dólar?

No. Todo depende de este trabajo que tenemos que hacer de acá al primero de abril.

¿Pero una aproximación?

Tenemos que tratar de que sea lo más competitivo posible dentro de la responsabilidad fiscal que tiene que tener el gobierno nacional. Obviamente que al gobierno le encantaría que fuera lo mejor que se pueda, pero tiene que tener la responsabilidad de equilibrar las cuentas.

Además, tenés al Fondo Monetario Internacional mirándote todas las decisiones que tomás, diciéndote "primero pagame a mí". Entonces, centrarse en la crítica es siempre ver el vaso medio vacío. Cuesta mucho conseguir estas herramientas.

Es que Mendoza no se siente bien atendida por la Nación. En el caso de la presa de Portezuelo del Viento quedó claro que el gobierno nacional dejó a un lado a Mendoza.

No coincido, creo que es un relato, un relato populista. Que diga públicamente algún funcionario de Mendoza que haya ido a ver a algún ministro nacional si le cerraron la puerta. Todo lo contrario. Creo que el gobierno se ha auto aislado para mantener un relato, un relato populista, que le permite victimizarse y no ponerse a trabajar.

Vamos a los hechos: existían 500 millones de pesos disponibles para la provincia para asistir a los productores y como la Provincia no los quiso recibir, tuvimos que bajarlos a los municipios. Esto no es relato, esto es verdad.

Y sobre Portezuelo, me hago esta pregunta: ¿Cómo puede ser que nunca se hayan juntado el gobernador de Mendoza con el de La Pampa para resolver esta situación? A mí me pasa eso, y veo como sentarme con el gobernador vecino para solucionarlo.

¿De qué le sirve al Estado nacional estar depositándole plata al gobierno provincial si lo quiere dañar? No sé dónde está la discriminación. Estoy convencido de que es un relato para la tribuna.

¿Cómo está la actividad vitivinícola después de la transformación que se planteó en los últimos 25 años para llegar a donde está hoy?

Primero hay que entender que la vitivinicultura argentina tiene una ventaja respecto a otras vitiviniculturas del mundo que es su mercado interno. Nosotros, de cada cuatro botellas elaboradas tres se venden en Argentina y una se exporta.

Hay pocas vitiviniculturas en el mundo que tienen esta fortaleza. Eso ha permitido que haya bodegas chicas que se puedan desarrollar porque lo hacen empezando por el mercado doméstico.

Si se te ocurre hacer tu vino propio con 10 mil botellas, vas a empezar a venderlo por acá, primero en Mendoza, después en San Luis. En otros lugares del mundo no existe esa posibilidad y hay que montar una estructura exportadora que implica contratar un despachante de aduana, un gerente comercial, saber armar un pallet, entre otras cosas.

Esto nos posiciona y nos da una posibilidad de desarrollar mercados en el mundo. Nosotros, como vitivinicultura, hemos hecho algo que está bastante bien armado, y que además de tener una planificación estratégica, tiene el acierto de cumplir esa planificación estratégica, que es con la que nos hemos posicionado en el exterior.

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Es más. Hay un riesgo en el mundo que es posicionarse como vino barato. Y esto Argentina lo ha hecho bien. Estamos posicionados como un vino de muy buena calidad y con precio. No nos miran como un vino barato. Nos miran como un vino precio-calidad correcto, a diferencia de otros países productores que los tienen identificados como vendedores de vino barato y eso es muy difícil de remontar.

Argentina exporta a 140 países y cuando entramos nos quedamos. Eso habla bien del trabajo entre el sector público y el sector privado. Esta vitivinicultura ha sabido trabajar bien con el sector público.

Entonces, ¿Hay para crecer? Sí. ¿Hay mucha competencia? Muchísima y además competís contra otro tipo de bebidas, no solo contra el vino. ¿Estamos preparados para seguir creciendo? Sí. ¿Hemos hecho los deberes? Sí. ¿Tenemos un plan? Sí. Eso nos da un posicionamiento internacional que es bueno y con un respaldo del mercado interno que te da un sostén.

¿Estando al frente de la principal industria de Mendoza, uno de los motores de la economía, cómo está la matriz productiva?

Respecto a la vitivinicultura creo que tenemos que resolver un tema muy importante que es el recurso hídrico. No vamos a poder seguir creciendo en lo agroindustrial si no mejoramos la forma de regar.

Creo que las economías del conocimiento tienen que pensar cada vez más en la matriz productiva. El conocimiento, las TIC, toda la variable tecnológica, tiene que empezar a ser más atendida por el sector público para desarrollar y ampliar la matriz productiva.

En el turismo, hay que invertir más. Hemos dejado de invertir en la promoción turística. Ahí vamos de vuelta. Mendoza tuvo una mala temporada turística cuando la comparás con otras provincias argentinas. Se dejó de invertir en promoción turística por confundir inversión con gasto. Esta confusión de inversión con gasto se da en todos los aspectos. Se da en educación, en el sistema de salud, en la seguridad y toda esa confusión entre gasto público e inversión pública ha desordenado todos los índices provinciales.

¿Pero los problemas de Mendoza en cuanto a su crecimiento vienen de hace muchos años, no vienen de ahora?

Hay un informe de la CEPAL que dice que en los últimos 12 años Mendoza es una de las provincias que menos creció, y si en esos 12 años hay casi ocho del gobierno radical, bueno, todos tenemos que hacernos cargo, no podemos echarle la culpa de todo lo ajeno al gobierno nacional.

¿No es un problema de la crisis inflacionaria, que es nacional?

Pero a las otras provincias les afecta igual que a nosotros. ¿Por qué las otras crecen y nosotros no? Uno va a San Luis o a San Juan y crecen. San Juan ha convivido con gobiernos de distinto color político y sin embargo vas a San Juan y es evidente como nos ha superado.

Bueno, sobre San Juan dicen que crece por la minería.

San Juan ha sabido trabajar con los dos últimos gobiernos, que han sido el macrismo y el peronismo y lo ha llevado muy bien y no dejó de crecer en ese tiempo. Pero pongo San Juan, San Luis, Córdoba.

¿Pero no creció por la minería entonces?

A ver, no voy a opinar por San Juan, que claro que tiene un fuerte desarrollo minero, pero han crecido en todos los aspectos.

Pero es una constante esa afirmación en Mendoza, recalcando que como en Mendoza no se puso en marcha la minería, no se creció como San Juan.

No es el caso de San Luis y San Luis ha crecido. No es el caso de Córdoba y Córdoba ha crecido. No hay un indicador que de bien en Mendoza y critico porque si no pareciera que está todo perfecto y la verdad es que no es así sino porque los médicos van a hacer guardia a San Luis.

Pero las provincias sojeras como Córdoba, San Luis tienen otro nivel de escalar en el crecimiento.

Pero Mendoza supo ser referente de Cuyo y hoy no lo es. Mendoza rompía récords de visitas turísticas. Hoy no encuentro una obra ícono en estos últimos siete años. ¿Que me digan de una obra pública para sacarse el sombrero? No veo las escuelas con una infraestructura escolar acorde. Entonces, todas las provincias sufren la macro.

¿Cómo está la precandidatura a gobernador?

Estoy trabajando y preparándome para ser gobernador. Creo que Mendoza merece un cambio, creo que la política merece una nueva forma de hacer política y soy de los que creen que hay que pegarle un sacudón al peronismo.

Me parece que hay que animarse a dar la pelea, a protagonizar, que tiene que haber nuevas caras, creo que es sumamente importante que la dirigencia política haya tenido algún grado de experiencia en el sector privado porque muchos políticos hablan de cómo hay que hacer las cosas en lo privado y nunca han vivido o han tenido que trabajar en el sector privado.

Lo que yo veo es que los que aspiran desde los otros partidos son siempre los mismos, con las mismas recetas. Creo que sería muy sano que la política o los políticos tengan un paso por la actividad privada para que sepan lo difícil que es estar del otro lado y desde esa visión animarse a ser protagonista.

Decís que hay que darle un sacudón al peronismo. ¿Al mendocino o al nacional?

Al peronismo mendocino.

¿Por qué?

Porque tiene una gran posibilidad de gobernar la provincia de Mendoza y para eso lo primero que tiene que hacer es unirse y yo lo que quiero es ser el candidato de la unidad. Tenemos una gran oportunidad. Hay que dejar las diferencias de lado y convencer a los mendocinos de que somos la mejor opción para gobernar Mendoza.

¿Por donde pasan las diferencias?

Por maneras de pensar, de gestionar, por los momentos electorales, hay diferencias en todos los partidos políticos. La inteligencia tiene que ir por tener un proyecto y un plan para gobernar Mendoza y tener la voluntad de hacerlo.

Hace muchísimos años que el peronismo no gana una elección provincial en Mendoza. ¿Por qué crees que no los pueden convencer de que les den el voto?

Me parece que el peronismo tiene que sacudirse, como dije, porque venimos tratando de convencer con una misma estrategia que no ha dado resultados.

Me refiero a nuevas formas de hacer política, a animarse a ser protagonista y a poner a Mendoza por encima de todo. Creo que va a ser la forma de que los mendocinos vean al peronismo como una variable seria, profesional.

Tenemos que demostrar que podemos hacerlo, que tenemos experiencia de gestión, que valorizamos el trabajo, prepararnos, tener un plan y saber dónde ir.

¿Hay esas ganas, porque me da la impresión de que el peronismo tendría que tener ya un par de pre candidatos bien definidos y están ahí que no se terminan de decidir?

Yo aspiro a eso, a ser el candidato de la unidad y trabajar para gobernar Mendoza. Los tiempos van caminando y deberíamos llegar a algo así, haciéndolo de forma inteligente.

¿No tenés miedo a perder, o pasar por un traspié electoral serio?

Bueno, en política todo puede pasar, pero hay que tener la voluntad, la convicción y las ganas y las reglas son ganar o perder y uno se somete a eso y son los riesgos.

¿No te parece que la pelea permanente entre el gobierno de Alberto Fernández y el kirchnerismo, que se pegan todos los días por los medios, no tira para atrás cualquier estrategia provincial del peronismo?

Mirá, si seguimos pensando en Mendoza que las cosas nos las van a solucionar desde la Nación, no va a ser fácil. Creo que los mendocinos tenemos que ser mendocinos y solucionar nuestros problemas desde lo político aquí.

Y te sumo lo que pasa enfrente, porque yo estoy del lado del peronismo. Enfrente, las mismas discusiones y las mismas peleas. Entonces creo que los mendocinos debemos resolver nuestras cosas y no esperar que vengan de la Nación a resolvernos los problemas.

Yo hablo con todos y también con mucha gente que está en el llano. Y me dicen que lo que ven es que la política se ha divorciado de la realidad. La política le habla a la política y la gente va por otro lado y lo digo porque lo viví con las heladas, lo noté con los productores, porque tengo experiencia en el sector privado. Yo he trabajado más en el sector privado que en el público y tengo la posibilidad de entender los dos lados del mostrador, por suerte

¿Por qué crees que Javier Milei crece en la preferencia de la gente?

Porque hay mucha gente que está asqueada de la política, entonces el discurso antipolítica en un padrón electoral, donde más de la mitad tiene menos de 35 años, cae bien y suma adeptos. Entonces, ese discurso que para mí es vacío de contenido en una sociedad que está cansada de la grieta, que ya mayoritariamente nació en democracia, le está hablando a esa sociedad, a ese espacio, mientras la política tradicional y vieja le está hablando a otro espacio. Entonces va a ganar adeptos con un discurso vacío de contenido.

Pero efectivo.

Claramente, pero yo prefiero ser responsable. Se puede hacer fulbito para la tribuna, pero después hay que gobernar en serio.