Video: el penal que Rapallini le regaló a Racing y el que no quiso darle a Boca

La Academia le ganó la Supercopa Internacional al Xeneize gracias a un penal inventado por el mismo árbitro que, en la Liga Profesional, no le quiso dar uno clarísimo al elenco de Hugo Ibarra.

Video: el penal que Rapallini le regaló a Racing y el que no quiso darle a Boca

Editó: Lucas Burgoa

El árbitro Fernando Rapalli fue protagonista este viernes de otra polémica actuación que favoreció a Racing en la final de la Supercopa Internacional frente a Boca Juniors, cobrando un insólito penal en favor de la Academia en el último minuto del partido, lo que desató la bronca de todo el Xeneize no sólo por esa jugada, sino porque el mismo árbitro, en el duelo de la Liga Profesional jugado en Avellaneda, no quiso cobrar una evidente mano en el área, también en el último minuto del partido, en favor del equipo de La Ribera.

En el último minuto del partido, Jonathan Gómez desbordó por derecha y en su intento por enviar el centro se topó con Agustín Sandez, quien le trabó la pelota con una muy buena barrida. Ahí se da una carambola por la cual la pelota rebota primero en la canilla de Gómez, luego en la cabeza de Sandez y finalmente roza la mano izquierda de este último.

Si bien el defensor del Xeneize tocó la pelota con la mano, no fue penal de ninguna manera ya que no sólo no tuvo intención, sino que tampoco tenía su brazo en una posición antinatural como para sacar ventaja y, además, le terminó pegando después de una serie de rebotes.

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Rapallini cobró penal inmediatamente haciendo el gesto de que Sandez se tiró con las dos manos como para atajar la pelota, algo que en las repeticiones se pudo ver claramente que no fue así. Además, el árbitro tampoco quiso revisar la jugada en el VAR.

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Para colmo, Rapallini fue el mismo árbitro que el 14 de agosto pasado, por la fecha 13 de la Liga Profesional cuando Racing recibió a Boca en Avellaneda, en el último minuto del partido no quiso cobrar un clarísimo penal en favor del Xeneize, cuando Jonathan Gómez agarró la pelota con la mano en el área, en una de las jugadas más ridículas que se recuerde ya que incluso revisándola en el VAR no quiso cobrarla.

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