La final más bochornosa: se rompió el VAR y pasó de todo

En el 2019 el campeón de África, Esperance de Túnez repitió lo que había conseguido un año antes y levantó uno de los trofeos más importante del continente. Solo que esta vez, con una particularidad: en el segundo partido de la final se jugaron sesenta minutos y se terminó. El Wydad Casablanca había empatado la serie, el árbitro anuló el gol y, cuando llegó el momento de verificar en el VAR, este no funcionó. A partir de ahí todo lo que pasó fue bochornoso e insólito, señala el sitio deportivo Bitbol.

El primer partido de la final se había jugado en Marruecos y los equipos no habían podido pasar del empate en uno. Todo quedaba para definirse en el estadio del Esperance una semana después.

La final se desarrollaba de manera normal, el equipo local se ponía en ventaja y se estaba quedando con la copa frente a su gente. Las bengalas hacían su aparición y nublaban el ambiente dificultando la visión de los presentes.

En el minuto 59, Walid Karti (Wydad) conecta con su cabeza un centro desde la izquierda y empata el partido y también la serie. Pero los festejos son interrumpidos abruptamente por el árbitro Bakary Gassama y el juez de línea, los colegiados cobran un offside del goleador. Rápidamente los jugadores se le acercan al juez y lo rodean reclamando la legitimidad del gol.

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El gol marca el punto de inicio de los problemas y las confusiones. El árbitro parecía querer explicarle a los perjudicados que la jugada no se iba a revisar, es en ese momento que los jugadores del Wydad se niegan a reanudar el partido y se aproximan a la zona del VAR ubicada entre los bancos; no estaban dispuestos a aceptar que se invalide el tanto del empate. El cuarto árbitro y el central hablan, los propios jugadores del equipo marroquí se acercan al monitor de VAR y se encuentran con una situación insólita: la pantalla está apagada, no funciona. De hecho no recurrieron a él en todo el partido porque tenía problemas técnicos.

Frente a este escenario inesperado se ven empujones y provocaciones del público hacia los visitantes que ya han tomado la decisión de no jugar lo que resta del partido. Luego de unos minutos, nada daba a entender que se iba a reanudar el juego. Los árbitros conversaban entre ellos y en el campo se podía ver un grupo de dirigentes de la Confederación Africana de Fútbol en busca de una explicación para negociar una solución.

¿Hay campeón?

Después de más de una hora desde el gol anulado la final se dio por terminada. Esperance era el nuevo campeón de África aun faltando 30 minutos para completar la serie. Poco importó para los locales, hubo festejos y coronación, se entregó el trofeo, las medallas y el equipo celebró con sus hinchas. Luego circularían fotos de los seguidores con el monitor del VAR que fue protagonista de la noche.

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Los derrotados no se quedaron de brazos cruzados y advirtieron que iniciarían un reclamo en el TAS y la FIFA. Luego de una reunión del comité de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) se dictaminó que el segundo partido de la final se debía jugar de nuevo, ya que en Túnez no se habían cumplido las normas de seguridad y organización. El partido sería en estadio neutral y con VAR.

Se siguieron sumando las decisiones polémicas, el Esperance por pedido de la CAF debía devolver las medallas y la copa con las que los tunecinos habían celebrado hace unos días su cuarta obtención de la Champions Africana. Como era de esperarse, tampoco se tomaron la medida con buen humor y el reclamo llegó a las oficinas de la FIFA en Francia.

Un mes después de aquel gol que desató todo, el TAS no aceptó que se juegue el partido otra vez, ni siquiera los 30 minutos restantes. Pero tampoco dio como campeón al Esperance, lo debía resolver la CAF. Finalmente, la primera semana de agosto se definió el conflicto sancionando al Wydad por abandonar el partido y coronando después de más de un mes al Esperance que se ganó un lugar en el Mundial de Clubes de ese año.