La siniestra confesión de Gil Pereg: "Quería sentir el olor de la muerte"

El israelí, que continúa detenido por el doble femicidio de su madre y su tía, ocurridos en Mendoza, dijo que quiere morir si no puede vivir con sus gatos.

La siniestra confesión de Gil Pereg: "Quería sentir el olor de la muerte"

Por: Mendoza Post

El israelí Gilad Gil Pereg, quien está detenido por la muerte de su madre Pyrhia Saroussy, 63 años, a quien estranguló y de su tía, Lily Pereg, de 54, a quien le pegó tres tiros, habló en las últimas horas con el portal Infobae.

Su abogado, Maximiliano Legrand, anticipó al mismo medio que el hombre de 38 años se quiere suicidar. "Está muy mal y está en evaluación un traslado a un psquiátrico". Fue él mismo quien se definió como un "gato" ante el juez. Sus palabras fueron incorporadas al expediente. "Mire señor juez, usted me ve como un hombre, pero soy un gato".

Al mismo respecto, Pereg dijo en su momento al magistrado: "Pensará que estoy loco, esa es su opinión. Yo soy un gato, vivía con 37 gatos. Eso quiere decir que mis 37 hijos quedaron abandonados en mi casa. No me juzgue como hombre".

Pereg al momento de ser detenido

Pereg teme a la muerte, pero quiere morir si no puede vivir con sus gatos. "Son mis hijos. Sé los nombres de todos. Al que más quise se llamaba Bombadil. Me quiero matar, pero al mismo tiempo quiero estar vivo porque quiero mantener el sufrimiento que me aqueja para mantenerme con vida. Por más que quiera evitarlo, mi mano va a querer matarme, quiera o no quiera", según reproduce Infobae.

Y el diálogo continúa:

-¿Para eso iba al cementerio?

-Iba porque me gustaba ver a las criaturas de dos patas muertas. ¡Y pensé que esas criaturas de dos patas muertas ya no pueden hacer más daño a los vivos! Y ahí comprendí el ciclo de la vida y de la muerte. Ellos, los humanos, roban la tierra, la destruyen, hacen daño a la naturaleza, viven matando a la tierra y cuando mueren la tierra los tapa a ellos.

-¿Es cierto que pensaba construir un túnel subterráneo para llegar al cementerio?

-¿Quién le dijo eso?

-Lo declaró un vecino suyo por televisión.

-¡Tiene razón! Pensé que nadie lo había advertido

-¿Por qué quería hacer eso?

-Porque quería llegar a los muertos sin que nadie nos moleste. Ellos y yo. Llegar a ellos...

-¿Para qué?

-Para mirarlos a los ojos. Para sentir el verdadero olor de la muerte.

Gil Pereg en Tribunales

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