Franco Piruzi llegó a la ciudad de Netanya a comienzos de junio por motivos laborales y todavía no sabe cuándo podrá regresar. Este martes, relató en Radio Post cómo es vivir bajo amenaza constante, entre refugios subterráneos, alertas militares y un clima de tensión permanente.
Un sanrafaelino en Israel: "Los estruendos son espeluznantes"
Franco Piruzi, un profesor de educación física y entrenador de tenis de mesa oriundo de San Rafael, se encuentra varado en Israel en medio del conflicto bélico que afecta a la región. En diálogo con Radio Post (92.1 en el Gran Mendoza, 96.9 en Luján de Cuyo, 100.1 en San Martín y 96.7 en La Paz), relató este martes su experiencia bajo bombardeos, la vida en un búnker y la incertidumbre para regresar al país.
Piruzi llegó el 1 de junio para colaborar con la selección israelí de tenis de mesa, pero la escalada del conflicto suspendió toda actividad deportiva. "Estoy preocupado, estos últimos cuatro días han sido bastante fuertes. Uno no está acostumbrado a los búnkeres, a escuchar las alarmas, los misiles, ver columnas de humo. Es muy fuerte", expresó.
Ubicado en el Instituto Wingate , en de la localidad de Netanya, explicó que aunque los misiles no apuntan directamente a su zona, sobrevuelan el área rumbo a Tel Aviv o Jerusalén. "Los estruendos son dramáticos, espeluznantes. Estás en el búnker y escuchás las paredes retumbar. Aunque estén lejos, parecen estar encima", contó conmovido.
Franco permanece en un hotel con apenas una decena de personas, entre entrenadores, estudiantes y trabajadores. "Me bajé una app del ejército que alerta con un sonido estremecedor cuando se aproxima un misil. Tenés pocos minutos para prepararte, agarrar agua e ir al búnker", explicó. El refugio subterráneo tiene baños, cocina, colchones y víveres, en caso de quedar encerrados por varios días.
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La vida cotidiana está prácticamente paralizada. "Las universidades, escuelas, el transporte público y toda actividad social están suspendidos. La gente intenta seguir con su vida, pero es muy raro. Algunos salen a trotar, pero siempre atentos a las sirenas", describió.
En contacto con la embajada argentina, analiza una salida terrestre hacia Egipto o Jordania, aunque debe esperar por cuestiones de seguridad. "La guerra es una locura. Intento ponerme en el lugar de todos: mujeres, niños, ancianos muriendo... Es muy triste, necesitamos construir un mundo donde se pueda convivir", reflexionó.
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