Un universo sin el cuarteto de Liverpool es difícil de imaginar, pero la película Yesterday se atrevió a plantearlo. La música, la cultura pop y la industria entera habrían seguido otro rumbo.
La ciencia responde: ¿y si los Beatles nunca hubieran existido?
En Yesterday (2019), una extraña amnesia colectiva borra del planeta toda memoria de los Beatles. Solo un músico fracasado recuerda sus canciones, y al tocarlas en público, se convierte en una estrella.
La historia, aunque cargada de romanticismo, propone una pregunta que va mucho más allá de la ficción: ¿cómo sería el mundo si los Beatles no hubieran existido?
¿Elvis, Bowie, Dylan...? Sí, pero no alcanza
La historia de la música está llena de figuras claves. Pero pocos artistas fueron tan determinantes como los Beatles. Un informe de la revista Muy Interesante plantea que si Elvis no hubiese brillado, algún otro joven carismático habría impulsado el rock. Si Tangerine Dream no hubiera explorado la electrónica, lo habrían hecho Kraftwerk o Numan. La cultura avanza, con o sin nombres propios. Pero con los Beatles, la cosa cambia.
Ellos no llenaron un espacio vacío. Crearon uno completamente nuevo. Sin su existencia, una parte enorme del lenguaje musical moderno, desde los discos conceptuales hasta los videoclips, podría no haber nacido.
Una banda que cambió el ADN del pop
Lo que definió a los Beatles no fue solo su música, sino la forma en que transformaron todo lo que los rodeaba. Rompieron moldes estilísticos, impusieron el eclecticismo, fusionaron Oriente y Occidente en sus arreglos, llevaron el estudio de grabación a un nivel experimental nunca visto.
Sin ellos, muchos movimientos podrían haberse retrasado o directamente no haber ocurrido: la psicodelia, el uso de cuartetos de cuerda en el rock, las letras introspectivas o los álbumes con narrativa conceptual.
El efecto dominó en la industria musical
Sin los Beatles, la idea del grupo como entidad artística autónoma se habría debilitado. Ellos escribían sus propias canciones, decidían sobre sus producciones, fundaron su propio sello.
También fueron los primeros en generar una imagen grupal donde cada integrante tenía identidad propia: el carismático, el profundo, el gracioso, el enigmático.
Ver más: Murió Brian Wilson, líder de The Beach Boys y figura destacada del pop
Muchos artistas que vinieron después, desde los Rolling Stones hasta Nirvana, crecieron a la sombra del fenómeno beatle. Incluso cuando intentaban escapar de su influencia, lo hacían desde un molde que los Beatles habían inventado.
¿Y las canciones?
Temas como Yesterday, Let it Be, Something o Hey Jude no son simples éxitos: se volvieron piezas fundacionales de la música occidental. Sin ellas, muchas emociones colectivas habrían buscado otros canales, otras formas de expresión.
No solo faltaría un repertorio universalmente reconocible; faltaría un tono emocional entero, una forma de sentir y cantar que los Beatles sintetizaron como nadie.
¿Quién habría tomado su lugar?
¿Podría otro grupo haber cubierto ese vacío? Difícil. Cuando Estados Unidos quiso fabricar su propia respuesta a los Beatles, nacieron los Monkees: carisma prefabricado, canciones pegadizas... pero sin alma. Ni siquiera íconos como Bowie, Springsteen o James Brown escaparon de su influencia.
El productor Tony Visconti fue tajante: "En los sesenta, era muy difícil tener una idea propia fuera de la órbita de los Beatles".
¿Qué perderíamos sin ellos?
Los conciertos en estadios como fenómeno global.
El concepto de "álbum" como obra unificada.
La beatlemanía como primera gran ola de fans masivos.
El uso de la música como canal espiritual, político y artístico.
Las carreras solistas después del éxito grupal.
Y, quizás, lo más importante: la certeza de que cuatro chicos comunes podían cambiar el mundo con canciones.
La historia que fue, y la que no fue
Hoy, la tecnología ha logrado algo que parecía imposible: una nueva canción de los Beatles, ensamblada con inteligencia artificial. Pero esa proeza digital solo reafirma una verdad más profunda: incluso cuando ya no están, los Beatles siguen marcando el rumbo.
Imaginar un mundo sin ellos es, justamente, la mejor manera de entender cuánto les debemos.
Fuente: Muy Interesante



