Decodificaron el genoma del Malbec en un viñedo de Mendoza: qué implica

Un grupo amplio de investigadores, en conjunto con instituciones de Alemania y España, lograron decodificar el genoma del Malbec de un viñedo ubicado en Mendoza que tiene 100 años.

Decodificaron el genoma del Malbec en un viñedo de Mendoza: qué implica

Científicos mendocinos lograron un avance fundamental para la industria vitivinícola, al decodificar el genoma completo de la variedad Malbec, lo que permitirá recopilar datos de las uvas y mejorar la calidad de las plantaciones, entre otros beneficios.

Investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de Cuyo, en conjunto con colegas de España y de Alemania, llevaron adelante el proyecto de investigación, denominado Iberogen, que fue posible gracias al trabajo articulado de Vivero Mercier, el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, CONICET-UNCUYO), e instituciones internacionales. Este hallazgo científico es fundamental para conocer la respuesta del Malbec frente al cambio climático y para atender otros desafíos del mercado vitivinícola mundial.

El estudio se realizó con base de un análisis de un viñedo de Malbec, propiedad de Vivero Mercier, de 100 años de antigüedad. Iberogen comenzó como un acuerdo de cooperación entre Vivero Mercier y Bodegas Roda, de España, con el fin de compartir los descubrimientos y trabajar en investigaciones científicas sobre la diversidad genética existente en variedades de vid "bandera" en Iberoamérica: Malbec y Tempranillo respectivamente.

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En su génesis, el proyecto Iberogen surgió con la iniciativa de poder identificar las mutaciones somáticas de las vides, para poder entender cuáles son los genes clave para mejorar la calidad de las uvas y lograr plantas más resistentes a enfermedades y al cambio climático.

El Licenciado en Genética y Doctor en Biología Luciano Calderón dialogó con el Post para explicar los pormenores del avance científico logrado por la ciencia de Mendoza, encabezado por el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza, lugar donde trabaja.

En sus inicios el proyecto "era un proyecto amplio, digamos que involucraba no solamente el estudio de Malbec, si no el estudio de la variedad Tempranillo, que es para los españoles lo que para nosotros es el Malbec", comenzó explicando Calderón y agregó que "la idea era hacer un estudio en conjunto en el que se analizara la diversidad que existe dentro de estas dos variedades de uva, un poco la idea era ver si los patrones de variación que pasaban allá en España se podía o ver algo similar a lo que estaba ocurriendo aquí en Argentina con el Malbec".

Dentro de este marco, los investigadores argentinos, en conjunto con sus pares españoles y alemanes, obtuvieron diversos resultados, de los cuales "el que más impacto tuvo fue el del genoma", pero consiguieron mucha información valiosa, respecto "al tema de la variación entre los distintos clones de Malbec", comentó. 

Parte del equipo de investigación del IBAM.

"Los viñedos se reproducen de estacas. Un productor tiene un viñedo que le gusta y la manera de reproducirlo y conseguir un clon genéticamente exacto es con la reproducción por estacas, las que se consiguen cuando se podan las plantas y se extraen los sarmientos", explicó el científico y agregó que "las plantas, entre sí, van mutando, es un proceso natural, que se denominan mutaciones somáticas", por eso se utiliza la propagación por clones, para lograr plantas genéticamente idénticas. 

Para la propagación de las variedades de uva se utiliza este sistema de clones para mantener las propiedades de la uva que quieren tener los productores, "entonces si hay una planta que da una gran cantidad de uvas, de la calidad o con las cualidades que busca el productor, se la clona con estaca para lograr una planta idéntica, con las mismas características", enfatizó Calderón.

El estudio realizado y la decodificación alcanzada al genoma del Malbec, permite entender cómo las vides van mutando y también detectar cuáles son esos genes que vuelve a las plantas más valoradas. Es decir, entender qué hace que las plantas den más o menos uvas, qué hace que sean más o menos propensas a resistir enfermedades o a resistir las variaciones climáticas, entre otros aspectos. "A nosotros, los investigadores, nos apasiona poder entender por qué se producen esas mutaciones y por qué existen esas diferencias entre una planta y otra, lo que nos permite anticiparnos a la problemática de cambio climático y entender cómo esa diversidad natural entre los distintos clones de Malbec puede ser utilizada para afrontar estos cambios que van a venir o que ya estamos sufriendo", explicó Calderón.

Si bien las problemáticas o las necesidades de los viñedos en Mendoza no son iguales a lo que sucede en España o lo que sucede en regiones de Francia, donde cambian las condiciones climáticas propias de cada lugar y las características del terreno, entre otras variables. "Los procesos son comparativos digamos son comparables porque hay una base genética o biológica que que aplica absolutamente a todos las variedades de uvas de la misma manera", señaló.

El investigador del Conicet explicó, además, que este proyecto se encuentra en una "etapa netamente descriptiva, en la que estamos tratando justamente de entender por qué estos distintos clones de Malbec son distintos entre sí, dónde están los genes que están causando estas diferencias que afectan, por ejemplo, a la composición de las uvas, la cantidad de uvas que haya en un racismo, a la susceptibilidad de enfermedades y otras cuestiones que obviamente tienen interés para la industria. Entonces nosotros estamos tratando de entender cómo ocurren estas diferencias", detalló y agregó que "en un futuro sí tenemos otras líneas de investigación que todavía están en su en sus comienzos que tienen que ver con esto de la edición génica, pero todo lo que el trabajo que estamos reportando hasta ahora no implica ningún tipo de manipulación genética, sino más bien a entender la variabilidad que existe y ver cómo usamos esa diversidad para afrontar las distintas condiciones que van a venir en el futuro cercano".

El viñedo de Mercier sobre el que se hizo el estudio.

Luego de haber podido codificar el genoma, compuesto por mil millones de datos que están en el disco duro de la planta, el núcleo de sus células y esos datos, una vez recolectados, son analizados por la tecnología, que cumple un papel vital para interpretarlos.  Los programas que utilizan para decodificar estos datos permiten entender "cómo se organizan los genes en el genoma como esos genes, producen proteínas entonces hay un montón de información acumulada que los programas informáticos nos permiten a nosotros justamente este trabajo que es decodificar toda la información que se obtiene el núcleo de una célula", comentó Luciano Calderón.

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Este avance científico es de vital importancia para el conocimiento vitivinícola, debido a que antes, todas los trabajos e investigaciones se realizaban en base a genoma incompleto, a un genoma de referencia de solo 19 cromosomas, la mitad de los que posee un genoma completo, como el del Malbec. "Nosotros logramos hacer ese salto de calidad de tener toda la información genética y ,por lo tanto, todos los trabajos que hagamos en el futuro van a tener una precisión  mayor", señaló.

"Si bien el genoma es un gran logro para nosotros, digamos es el puntapié o una herramienta fundamental para los proyectos que nosotros tenemos en el grupo y que intentamos seguir llevando adelante. De acá en adelante, con con estos avances que se han logrado del genoma y de poder tener un código, digamos más preciso del ADN, podemos tener una idea más acabada de cómo esto afecta o cómo beneficiaría a la industria", reflexionó Calderón.

Volviendo al tema de los clones de las vides, Calderón explicó que a futuro, esta decodificación del genoma del malbec va a permitir analizar las plantas y encontrar aquellas que tengan los genes más aptos o llamativos para los productores y compararlas con las plantas que tengan más inconvenientes y así poder determinar qué plantas elegir para clonar y cuales dejar de lado. "Con una herramienta genética muy simple de marcadores moleculares, podemos decir 'bueno este clon no lo elija, porque ya sabemos que tiene este gen que te va a hacer que produzca poca uva', por ejemplo", comentó el científico.

Esta herramienta permitirá anticiparse a los posibles cambios climáticos que se van a ir produciendo con los años y poder identificar cuáles plantas son más resistentes a los mismos, como también cuáles son las que sufren menos enfermedades. "Tal vez algo que ahora hoy en día, si bien es una problemática, no genera grandes inconvenientes acá en Mendoza, como si lo hace en Francia por ejemplo, pero puede que capaz que dentro de 3, 4, 5 o 10 años te encontrás con que eso sí es un verdadero problema. Entonces lo que buscamos con toda esta información es justamente estar preparados para cosas que tal vez ahora no sucedan, pero que serán un problema en el futuro, que no solo afecta a la actividad en Mendoza, si no que es una industria cada vez más importante a nivel nacional", explicó.

Los investigadores haciendo trabajo de campo.

Por último, Luciano Calderón expresó su alegría por los resultados obtenidos y recalcó "lo importante que es la ciencia pública, para lograr descubrimientos que mejoren las cosas. Nosotros trabajamos en este proyecto, en conjunto y a la altura con prestigiosas instituciones de Europa, como lo son el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino, de España y el instituto Max Planck de Alemania. Ambos pertenecen a sus estados y demuestran la importancia de la ciencia argentina a nivel internacional, en un momento delicado que estamos atravesando", concluyó.