Cómo los cigarrillos y los "vaper" afectan el corazón

Si bien la mayoría asocia el tabaquismo con cáncer o enfermedades pulmonares, un estudio de la OMS y especialistas en Mendoza advierten que el corazón también paga un alto precio.

Cómo los cigarrillos y los "vaper" afectan el corazón

Por:María Belén Godoy
Periodista

Aunque la imagen más común del tabaco está asociada al cáncer de pulmón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que sus efectos sobre el corazón son igualmente devastadores

Según el informe El tabaco rompe corazones, este hábito mata a más de 7 millones de personas al año. A partir de este estudio el Post consultó a Javier Ortego, responsable del Programa de Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Cardiovasculares de la provincia para conocer su visión.

Ortego, explicó, "el consumo de tabaco, ya sea cigarrillo común o electrónico (vaper), favorece la formación de placas de colesterol que obstruyen las arterias y pueden provocar infartos o aneurismas".

El especialista señaló que entre los pacientes con infarto en Mendoza, "alrededor del 70% tiene antecedentes de tabaquismo", una cifra que refleja la magnitud del problema. 

Ortego.

También advirtió que los cigarrillos electrónicos y vaporizadores no son una alternativa segura: "Estos dispositivos generan cambios patológicos como el estrechamiento de las arterias y aumentan la presión arterial. No son inocuos, y pueden incluso causar más daño respiratorio que el cigarrillo tradicional", sostuvo.

Una amenaza que no depende de la cantidad

El riesgo cardiovascular aumenta con la cantidad de cigarrillos fumados y los años de consumo. Sin embargo, como señala el informe, esta relación no es lineal: fumar un solo cigarrillo diario puede implicar la mitad del riesgo de un fumador de 20 cigarrillos al día.

El humo de tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, entre ellas nicotina y monóxido de carbono, que alteran el sistema circulatorio. Con el tiempo, este proceso genera inflamación, obstrucción arterial y daño del tejido cardíaco. 

El gráfico muestra que Argentina tiene un 9% en infartos de miocardio y un 26% en ACV, según el informe de la OMS.


El fumador pasivo también corre riesgo

Aunque el riesgo cardiovascular del fumador pasivo no es idéntico al del activo, Ortego remarcó que "la exposición constante al humo aumenta la probabilidad de enfermedades cardíacas y pulmonares". Por eso, insistió en la importancia de los ambientes 100% libres de humo, tanto en espacios públicos como en el hogar.

El especialista recordó que muchas veces los síntomas aparecen cuando el daño ya es severo: "Los efectos del tabaco pueden no ser evidentes hasta etapas avanzadas. Por eso, dejar de fumar a tiempo puede evitar secuelas irreversibles", advirtió.

Cómo se recupera el cuerpo al dejar el cigarrillo

La OMS sostiene que los beneficios del abandono del tabaco comienzan a:

 los 20 minutosdisminuyen la frecuencia cardíaca y la tensión arterial.
 las 12 horaslos niveles de monóxido de carbono en sangre vuelven a la normalidad.
 entre las 2 y 12 semanasmejora la circulación sanguínea y la función pulmonar.
 al añoel riesgo de cardiopatía coronaria se reduce a la mitad.
 a los 15 añosriesgo de accidente cerebrovascular se iguala al de una persona que nunca fumó.

 Ortego coincidió con estos datos y añadió que incluso quienes fumaron por años pueden beneficiarse con el abandono. "A los 20 minutos de dejar de fumar el organismo ya empieza a recuperar su función cardiovascular. Pero es clave hacerlo cuanto antes, porque el daño acumulado no siempre es reversible", señaló.

Dejar de fumar: un proceso que se puede lograr

El médico remarcó que dejar de fumar no depende solo de la voluntad, sino también de tratamientos médicos y acompañamiento profesional. "Existen múltiples terapias farmacológicas y no farmacológicas. Lo importante es pedir ayuda al equipo de salud", afirmó.

También aconsejó incorporar actividades que reemplacen el hábito de fumar: "La actividad física, el arte o cualquier tarea que genere bienestar pueden ayudar a romper la rutina del cigarrillo. Si alguien recae, debe volver a intentarlo. Lo importante es no rendirse", enfatizó.

Según Ortego, los fumadores actuales o quienes lo fueron por mucho tiempo deben realizar controles médicos regulares. Entre los estudios recomendados figuran la radiografía de tórax, electrocardiograma, espirometría y ecografía arterial, dependiendo de cada caso.

El mensaje final del especialista es claro: "El tabaco no solo afecta los pulmones. Daña el corazón, las arterias y todo el sistema circulatorio. Dejar de fumar no es solo respirar mejor: es vivir más y mejor".

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