Son los únicos en Latinoamérica y lanzaron una colección basada en la Selección Argentina, por los 70 años de la fábrica y el primer aniversario de la Copa del Mundo. Conocé su historia.
La espectacular colección de los pioneros de las bolitas en Argentina
En Argentina existe la única fábrica de bolitas de Sudamérica y es un orgullo para su localidad. Se trata de la fábrica de bolitas Tinka, una fábrica familiar que cumplió 70 años. Para festejar el aniversario, lanzaron una línea de bolitas inspiradas en la Copa Mundial de la FIFA, que ganó la Selección argentina en 2022.
Ubicada en San Jorge, un pueblo ubicado al suroeste de la provincia de Santa Fe, trabaja desde hace 70 años la fábrica de bolitas Tinka, propiedad de la familia Chiarlo, quienes ya son parte de la historia grande del pueblo.
A sus 70 años, Tinka sigue produciendo las tradicionales bolitas de vidrio y los bolones, los cuales han tenido distintos motivos, dependiendo las colecciones de las que hayan sido parte. La última colección que lanzaron, tuvo como motivo de cumplirse un año de la obtención de la Copa del Mundo en Qatar 2022, por parte de la Selección argentina.
El Post dialogó con Mariana Chiarlo, una de las propietarias de la compañía, quien, junto con sus hermanas Roxana y Silvina, llevan adelante la empresa, sucediendo a su tío y su padre, quienes ya están retirados.
"En octubre cumplimos 70 años. Esto lo comenzó mi tío, que hoy está retirado. Él empezó trabajando en una cristalería, se le ocurrió con un amigo crearon una máquina de bolitas, en aquel momento vendían muy poquito y en octubre se cumplieron 70 años de la primera gran venta a una juguetería grande de Rosario", comenzó comentando Mariana, quien agregó que "en algún momento, en San Jorge supo haber tres fábricas de bolitas. Hoy sólo hay una y es la única de la Argentina".
Los hornos de la fábrica Tinka.
Luego de varias décadas operando, la primera generación de los Chiarlo, Víctor Hugo y Albino, quienes, junto a Ricardo Reinero, le dieron continuidad a la actividad de la empresa, fueron desligándose de la compañía por cuestiones ligadas a la edad. Es ahí cuando las tres hermanas decidieron involucrarse y, en 2021, se hicieron cargo de la empresa. "En abril de 2021, la fábrica estaba medio sin rumbo y con mis hermanas, que somos tres mujeres, decidimos que la fábrica tenía que seguir en la familia y que teníamos que seguir con este legado, entonces compramos las otras partes de la fábrica y, desde abril del 2021, estamos tres mujeres a cargo de la fábrica", recordó Mariana.
La situación del país y los vaivenes económicos no han sido sencillos ni para Tinka, ni para miles de pequeñas y medianas empresas en Argentina. "Funcionamos con altibajos. Este año ha sido flojo, pero al año pasado fue bueno. Creemos que se sigue jugando con las bolitas, porque se siguen vendiendo. Además, tenemos la línea de bolitas de uso industrial, para aerosoles y espumas de carnaval", detalló Chiarlo.
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Las bolitas es un juego tradicional, que fue muy popular hace varios años en nuestro país, pero a pesar de la invasión de la tecnología, las ventas "siguen vigentes", asegura la dueña de Tinka, aunque reconoció que "tenemos que reinventarnos y crear nuevas cosas. Este año lanzamos una línea nueva, la "Meteorito", que son bolones con pedacitos de vidrio de colores en su interior. Este lo hacían en México, que es donde está la otra fábrica de América".
Debido a esto es que decidieron crear una línea especial de bolitas y bolones destinados a la Scaloneta, para festejar los 70 años de la fábrica, pero también para homenajear a los campeones del mundo en Qatar. "Decidimos ponernos a pegar stickers por stickers sobre bolones, 30 stickers distintos de los 26 jugadores, el técnico, las estrellitas, la Copa y de Messi besando la Copa. Bueno, esto se nos ocurrió, con motivo de nuestros 70 años, homenajear al primer año de esta Copa del Mundo y bueno, es un trabajo de pegar sticker por sticker sobre un bolón, que después va una mufla, que se tiene que llevar a determinada temperatura para que se vitrifique para que vos no puedas sacar a este sticker y bueno, todo eso es un trabajo absolutamente artesanal", comentó.
Esta línea de bolitas y bolones tuvo un éxito rotundo, tal es así que agotaron la primera tirada de 2.000 cajas. Cada caja de bolitas trae 25 redes, cada una de las cuales contiene decenas de bolitas y bolones. "Ahora está agotada. Salió esta semana y hoy ya está agotada. Estamos pensando para dentro de 10 días volver a sacar otra edición. Y nosotros, sin tener tantas expectativas, pensamos en una tirada de 2.000 cajas, pero nunca pensamos que iba a tener esta repercusión, así que hay que volver a hacer una edición, dos o las que haga falta", comentó, entre risas, Mariana Chiarlo.
"En las redes hay bolitas celestes y blancas, de las chiquitas y después hay tres bolones con stickers. Dentro de la bolsita no se repiten los bolones, se los aseguramos, pero bueno, creemos que en una caja están los 30 motivos distintos", detalló.
Estas bolitas han sido distribuidas a todo el país, fundamentalmente a Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba, aunque también llega a provincias del Norte, a Mendoza y al Sur del país, donde los distribuidores luego las venden.
La historia de los Chiarlo y de San Jorge está enlazada, por la importancia que tiene la empresa en la sociedad del pueblo. Debido a Tinka, San Jorge fue declarada "Capital Nacional de la Bolita", en el año 2016. Pero para los Chiarlo, Tinka "es nuestra historia, porque las tres tenemos más de 50, pero esta fábrica tiene 70 o sea, es una industria nacional, es una industria que hace juguetes, es una industria que es recicladora por excelencia, porque toda su materia prima es de vidrio reciclado, es una industria familiar, que siempre estuvo en la familia", explicó y agregó que "a todo el mundo le llama la atención, pero para nosotros no es nada raro, porque nacimos con esto, nos criamos con eso, nos educamos, comimos y crecimos con esto, así que para nosotros es un orgullo enorme y es un placer poder seguir en la tradición, pero fundamentalmente, es nuestra historia".
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Hoy, Tinka cuenta con 9 empleados en planta permanente, que trabajan junto a las tres dueñas y los hijos de Roxana. Entre todos, llevan adelante a la primera y única fábrica de bolitas en Argentina, que intenta mantener un legado, de tradiciones, de cultura e idiosincrasia argentina.
