Analfabetos digitales: casi medio siglo de atraso en la educación

En el siglo pasado, en una escuela pública municipal, cuando nadie tenía una computadora en la casa, nos enseñaban programación.

Analfabetos digitales: casi medio siglo de atraso en la educación

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

Comienzo esta nota en primera persona porque tuve la grandísima suerte de ir a una escuela pública en la primaria que fue un modelo de educación avanzada. 

En el año 1982 teníamos un laboratorio de inglés donde cada alumno tenía un reproductor de audio e intercomunicador con la maestra. A medida que leíamos el libro lo íbamos escuchando y era casi como estar en el cine. Si no entendíamos algo, apretábamos un botón y la profesora nos contestaba y nos guiaba, pero estudiábamos casi a solas, y eso nos dio una enseñanza muy importante ya que no estudiábamos por repetición sino por deducción.

En 1983, los niños de cuarto grado teníamos clases de programación en lenguaje Basic. Sí, en el '83. En el siglo pasado. No había una computadora para cada uno de los 45 que éramos en el grado, entonces nos turnaban en grupitos y salíamos de otra clase para tener nuestra clase semanal de Basic.

Mi escuela: Úrsula Llames de Lapuente

Había ratas en la escuela y dos celadores que no alcanzaban a limpiarla toda: éramos cerca de 1000 alumnos y con doble jornada. Había comedor en la escuela que se pagaba bastante barato y algunos teníamos beca para comer allí. Era una escuela pública de la Ciudad de Buenos Aires cuando era Capital Federal y las escuelas eran municipales.

Thomas confirmó que mantiene la fecha de inicio de clases en Mendoza

Hice el secundario también en una escuela pública pero no volví a ver una computadora hasta 1991, cuando mi mamá, también periodista, se compró una en treinta mil cuotas para escribir un libro sobre los "colectivos" marginados.

Tampoco vi una computadora en la universidad ni en los cinco años en Comunicación, ni en los dos años que pasé por Ingeniería en Sistemas.

Pero gracias a esas clases de Basic, hoy, a los casi 50 años, no necesito pedirle a mis hijos que me ayuden a programar un nuevo teléfono, ni a programar el Chrome Cast.

¿Por qué tuve esa suerte? Porque durante mis estudios de primaria las escuelas manejaban su propio presupuesto y también su propia currícula. En mi escuela no se gastaba en desratizar cada dos meses, se hacía una vez al año y se usaba la plata en mejorar la educación. No se gastaba en tener ocho celadores aunque la escuela tenía tres pisos, se gastaba en computadoras.

Mi suerte fue ir a una escuela donde los directivos y maestros se preocupaban por la educación y no por el estatuto o las regulaciones sindicales o porque tuvieran un corsé estatal que les limitara la forma de dar clases. Decidían, junto con los padres, en qué invertir y la educación siempre fue la premisa.

Hoy, en Argentina y en Mendoza, la educación tecnológica es más pobre que hace 40 años. En la provincia hay apenas 15 escuelas secundarias con orientación informática y las escuelas técnicas imparten algunos conocimientos informáticos que se relacionen con la especialidad que tenga el colegio.

Compus para todos pero nada de educación informática

"Conectar Igualdad", el plan del gobierno de Cristina Fernández para darle una netbook a cada alumno, no se acompañó con materias (al menos una), que los insertara en lo cásico de la programación.

40 años tarde

Carlos Daparo, director de Educación Técnica y Trabajo de la DGE, explicó al Post que "en todas las técnicas se enseña lenguaje de programación desde tercer año en función de la especialidad, ya sea en electromecánica, en química y en las otras especialidades."

El funcionario reconoció que, de todos modos, los egresados luego necesitarán "Un curso que le brinde la empresa para poder hacer el trabajo que necesiten si es que deben programar".

Señaló que no se enseña programación en sí porque "hay varios lenguajes y no son todos aplicables a todo, las empresas programan en lenguajes distintos", pero reconoció que las bases de programación son las mismas para todos y coincidió en que "los diseños curriculares son pobres porque están planteados en otra década."

Hay cursos de programación que duran desde seis meses hasta tres años y al terminar el alumno no demora en conseguir trabajo, pero las escuelas todavía no pueden brindar esa enseñanza generalizada a todos los alumnos.

Por eso, Daparo enfatizó que "Lo que estamos haciendo es adaptar los currículos para que los chicos con cursos cortos puedan adaptarse al mundo informático."

En este sentido, contó que "Además estamos formando una carrera entre la escuela técnica y un curso de programador donde les reconocemos los saberes y salen con un título Superior en Programación."

Todavía se les prohíbe a los niños usar el teléfono en la escuela

Por otro lado, hay también una falta de docentes para enseñar programación que es muy difícil de cubrir. "Estamos adaptándonos a este mundo nuevo, tenemos que formar a los docentes en otra lógica, el año pasado hemos hecho unos 45 cursos para distintos niveles y docentes para terminar con la barrera y hacer un cambio cultural", expresó el funcionario de la DGE.

También adelantó que este año se está buscando el aval del Ministerio de Educación de la Nación para abrir un "Bachiller Técnico en Programación" y que se comenzará a implementar en una escuela pero se piensa incorporar diez escuelas más.

El Ministerio de Educación tiene que implementar urgentemente la educación tecnológica en las escuelas, permitir y utilizar los celulares para dar clases y las netbooks para enseñar los conocimientos básicos de programación porque los argentinos, en el mundo de hoy, somos analfabetos digitales. Lo poco o mucho que saben los chicos lo aprenden por su cuenta desde que nacen hasta los 6 años porque su mundo ya es digital. Después van a la escuela y les enseñan a escribir con tiza en un pizarrón y les prohíben usar los celulares. 

La FEM pide enseñar programación en todas las escuelas de Mendoza