A raíz de los problemas en la infraestructura, este comedor que alimenta a más de mil personas debió atender en la vereda y entregar las viandas crudas. Cómo se puede colaborar.
La lluvia dañó parte de un comedor comunitario en El Algarrobal
El comedor comunitario Los Horneritos, ubicado en el barrio Portal de El Algarrobal, en Las Heras, fue uno de los tantos espacios sociales afectados por la tormenta de Santa Rosa que azotó Mendoza durante el fin de semana.
La fuerte lluvia y el viento dejaron serios daños en la estructura del lugar donde a diario se cocina para cientos de familias en situación vulnerable.
Gabriela Carmona, una de las referentes del comedor, dialogó con el Post y contó que las consecuencias fueron graves: "Los daños que sufrimos particularmente fueron en el techo, justo en la parte donde almacenamos los alimentos y cocinamos. Como estamos en alto, esa parte se desmoronó y no tenemos espacio físico para trabajar como lo hacemos normalmente".
A pesar de las dificultades, el comedor no dejó de atender. "Hoy no pudimos cocinar, pero entregamos la comida cruda para que la gente se la lleve a sus casas, igual que el jueves pasado", explicó Carmona.
Cada martes y jueves Los Horneritos reparte viandas a entre 1.500 y 1.600 personas, además de meriendas para unos 150 adultos mayores de la zona.
La referente relató que ya en la tormenta anterior habían sufrido filtraciones y realizaron arreglos provisorios con lo poco que tenían, pero esta vez "la lluvia no perdonó".
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Parte de los alimentos que guardaban se mojaron y se perdieron, lo que representa un duro golpe para una organización que se sostiene principalmente gracias a donaciones vecinales.
Frente a la emergencia, Los Horneritos lanzó una rifa solidaria para recaudar fondos con los que compraron materiales básicos. "Hoy pudimos comprar arena y cemento para arreglar una parte del lugar y poder seguir cocinando. No queremos parar, en cinco años nunca lo hicimos", afirmó Carmona.
La dirigente reconoció que el mal estado de la construcción, hecha con materiales reciclados, dificulta cualquier reparación de fondo. "Con la naturaleza no se puede hacer nada. A veces uno tiene ganas de bajar los brazos, pero seguimos gracias a la ayuda de la gente", expresó.
Finalmente, Carmona hizo un llamado a la comunidad: "El que quiera ayudarnos, que venga y vea que lo que decimos es real. Estamos en la Manzana B Casa 1, del barrio Portal de El Algarrobal. Nos sirve cualquier cosa: palos, machimbre, cables para reparar. Y también pueden colaborar a través de Mercado Pago, nuestro alias es comedor.horneritos".
El comedor, que en medio de la adversidad continúa cocinando para cientos de familias, se convirtió en otro símbolo de resistencia comunitaria frente a las inclemencias del tiempo y la precariedad.
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