El artista, que actuó este mes en la Vendimia de Capital, compró una finca de 90 hectáreas en Lavalle. Pero se encontró con un loteo dentro del terreno. Hay 30 personas que pagaron por esas parcelas. Una de esas familias vive desde hace un año y no tiene dónde ir. Qué dice la Justicia.
El problema "terrenal" de Abel Pintos en Mendoza
Ellos vinieron a conocer la finca. Vino, el socio de él, pasó, se presentó y fueron a conocer la finca y se encontraron con una especie de loteo clandestino adentro. Ellos tienen la escritura que se la compraron a un banco directamente y a la gente que estaba ahí le han vendido los derechos de posesión. No he tenido más contacto con ellos y aparentemente están ahí tratando de ver cómo se ordena y se están siguiendo las cuestiones legales, en una instancia privada (Edgardo González, intendente de Lavalle).
Esta es la historia de una presunta maniobra fraudulenta, una de tantas que se dan en Mendoza. La particularidad y lo llamativo del caso es que involucra al cantante Abel Pintos, que hace 20 días reunió a 30 mil personas en la Fiesta de la Vendimia de la Ciudad de Mendoza.
Luego de aquella actuación, Pintos aprovechó y mostró su faceta de empresario agrícola en los medios. Junto a sus socios es un desarrollador de emprendimientos productivos como su proyecto La Matera en la localidad bonaerense de Mercedes. En ese sentido, en Mendoza tiene previsto cultivar pistacho y cosechar oliva y para eso compró una finca de 90 hectáreas ubicada en la localidad lavallina de San Francisco.
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— ABEL (@AbelPintos) February 9, 2025
Ver: Reconocen la Indicación Geográfica "Orégano de San Carlos"
El empuje emprendedor de AP resulta auspicioso por el perfil sustentable de sus emprendimientos que los convierten en desempeños de integración con las regiones y las comunidades donde se instalan. Por lo cual, cuando se dio a conocer esta iniciativa, ocupó un espacio dentro de los espacios de buenas noticias.
Sin embargo, como dirían en el campo, el diablo metió la cola, y quizá la metió mucho antes que Pintos haya pensado en comprar esa superficie lavallina. Para entender esto hay que retroceder a noviembre del año pasado cuando Marcelo González, socio de Pintos se presentó en la Municipalidad para hablar con el intendente y formalmente avisarle que el artista sería un nuevo vecino en el paraje que se encuentra a unos 10 kilómetros al norte de la Villa Tulumaya donde se ubica la casa municipal.
El intendente González acompañó al empresario entusiasmado por la novedad, pero la comitiva se encontró con que en el predio de la finca hay una familia viviendo que se instaló en un lote de 1500 metros cuadrados desde hace un año. En realidad son 30 damnificados que compraron de buena fe lotes por "contrato de posesión" en el terreno hoy de Pintos y sus socios.
La pesadilla de Tito
Ahí comenzó este episodio de suspenso para la familia de Alberto Tito Angulo y Yésica Ferreira que viven en el terreno junto a sus cuatro hijos (entre niños y adolescentes, dos de ellos con problemas de salud mental). El 19 de diciembre el hombre fue citado para una audiencia de conciliación convocada por una fiscalía en el Polo Judicial. Ahí, dos abogadas representantes de los nuevos dueños de la finca le "ofrecieron" desalojarlos del lugar en 48 horas y que se harían cargo de la mudanza, o bien esperarían hasta el lunes 3 de febrero para que se fueran por sus propios medios. "Días antes del ese día intenté hablar con una de las abogadas, pero nunca contestó y seguimos aquí, esperando alguna solución porque no tenemos dónde ir", dijo el hombre ayer jueves 27.
De aquel día de diciembre en la fiscalía, Tito recordó también que se puso tenso por la encerrona en que se sintió y hasta que intervino el fiscal, según su propio relato. La denuncia penal que pende sobre Angulo es usurpación. En ese acto es que el hombre se defendió mostrando su contrato de posesión firmado por un escribano como prueba de haber comprado la parcela.
¿Cesión, venta o engaño?
Quienes vendieron los terrenos son Roberto y Ricardo Morales, padre e hijo respectivamente, que aducen tener desde 2004 un derecho de posesión de las tierras, hoy de Pintos.
Ricardo Morales aceptó ante este medio que precisamente el cantante es el dueño de la tierra, pero que no hubo estafa y que desde 2022 comenzaron con el loteo del área dentro de la finca y también negó que haya habido usurpación de la familia Angulo-Ferreira porque se encontraban ocupando esa parcela antes de la compra de la finca por parte de la sociedad que integra Pintos.



