Estos son los nominados a dejar la Casta de Gran Engaño

Ocho jugadores intentan sobrevivir y permanecer en el reality show ante la atenta mirada del país que, sin saberlo, también participa del juego. Los avatares de la última semana.

Estos son los nominados a dejar la Casta de Gran Engaño

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

En el piso del estudio de televisión reina el nerviosismo. Es noche de gala, alguien se va a ir de la Casta de Gran Engaño . Es la primera eliminación y los ocho jugadores  están ansiosos. 

Estos son: Karina "el jefe", abre la heladera sin pedir permiso en la Quinta de Olivos;  Jorge, paciente terminal, influencer, apuesta en Tik Tok a que él se muere antes que la prepaga le libere los remedios;  El Negro Tecla; Luis, el chacarero; Mónica, una pobre; Laura, peluquera monotributista;  Iñaki, el pibe que cambia los carteles con el precio de la nafta en las YPFOmar, empresario, dueño de "La Unión Mendoruina" una pyme que fabrica cargos políticos. Laura le tiñe el pelo todas las semanas.

Ha sido una semana muy áspera. Los jugadores tienen un presupuesto asignado cada uno. Los roles están distribuídos: Omar de "La Unión Mendoruina" e Iñaki, el pibe de los carteles de YPF, administran el "mercado central": les venden a sus compañeros desde comida hasta cerveza, vapeadores y cualquier excentricidad que se les ocurra ya que la apertura a proveedores es total. Omar también vende vino y fue allí donde se originó la primera pelea porque el precio final de la botella incluía 8% de retenciones, entonces los jugadores de la Casta de Gran Engaño no lo compraban, solo El Negro Tecla, que se hacía un sodeado. Por esta disputa, la producción estaba que ardía porque los proveedores ponían el grito en el cielo. Algunos más encumbrados decían que en una caja de vino con un valor de 40 dólares FOB o libre a bordo, el vino representa 10 dólares, entonces una retención del 8% equivaldría a 3,2 dólares por caja, por lo tanto, un 32% del valor del vino. Una ecuación que calaba muy hondo en la rentabilidad.

Iñaki tiene mucho trabajo cambiando los carteles. Esta semana puso uno nuevo, 27% más caro que el anterior.

El segundo gran problema fue una pelea feroz entre Conan Las Fuerzas del Cielo y John Maynard Keynes, en el otro plano dónde habitan. Resulta que a Gran Engaño se le ocurrió habilitar a los jugadores a comprarle a Omar y al Pibe del cartel de YPF, en cuotas sin interés. Con este beneficio también podían pagarle a la peluquera por cortarles el pelo, participar de las apuestas de Jorge para ver si se muere o gana la prepaga o comprar una entrada para los bailes que arma El Negro Tecla en el patio de la casa. Lo que ocurrió es que, de repente, Mónica la pobre se rebeló. 

Ver: El sueño de vencer al Estado a bordo de un ómnibus

Durante los días previos casi no había pronunciado palabra, incluso en secreto le había pedido fiado a Omar un paquete de arroz y una sidra. Sin embargo, cuando anunciaron las cuotas sin interés a Mónica la pobre se le iluminó el rostro. Encaró al pibe de los carteles de YPF y le compró: un Malboro box, tres prepizzas, un six pack de birra y un Toblerone. Cuando fue a pagar, sacó una tarjetita que le dio la producción y le dijo en tono seductor, "en doce cuotas, nene". Iñaki tartamudeó un poco.

Con el Ahora 12, Mónica la pobre ya no le pidió más fiado a Omar de "La Unión Mendoruina".

Esta decisión de las cuotas sin interés hizo revolcar de risa a Keynes en el cielo de los economistas y fue a decirle a Conan que de una vez por todas saliera del clóset libertario. La pelea fue brutal. Como represalia, Karina "el jefe", que era el topo de la producción dentro de la Casta, hizo una jarra loca durante un baile del Negro Tecla con los remedios de Jorge el enfermo terminal, que había enviado esa semana la prepaga. 

Otro despelote grande fue cuando Gran Engaño decidió despedir de su puesto en el "mercado central" al pibe de los carteles. En vez de indemnizarlo, le iba a pagar con un voucher para que Laura le depilara las cejas. Sin embargo, la peluquera, Mónica la pobre y El Negro Tecla amenazaron con decir en vivo la dirección de la Casta de Gran Engaño si esto ocurría, por lo tanto la medida quedó suspendida. Omar y Luis el chacarero, no dijeron una palabra. 

Lo que sí hizo Luis fue meter fichas. Resulta que el encargado de la seguridad de la casa, de cuidar que no merodeen intrusos y demás es El Negro Tecla. Ex aguerrido defensor lateral del Club Atlético Gimnasia y Esgrima, se había ganado ese puesto con naturalidad. Pero el chacarero hacía su lobby y comenzó con comentarios casuales a los demás participantes sobre "lo distraído" que andaba el Negro, que se olvidaba de cerrar el gas en la noche, que no había puesto llave antes de dormir ... Lo que pocos sabían es que el chacarero buscaba limpiar a su compatriota para meter a jugadores afínes, como el contador Roberto Fiochi, candidato a senador las últimas elecciones de Mendoza que encabezó la lista de precandidatos a senadores provinciales por el Cuarto Distrito en la lista que llevaba al chacarero como postulante a la gobernación.

Llegó el momento cumbre, el país entero no le saca los ojos de encima al televisor. Los participantes están abrazados frente a una pantalla, a pesar de que quieren destruirse entre sí. Gran Engaño habla, hace una pausa: los dos nominados de la noche son Mónica la pobre y Jorge, el enfermo terminal. Ahora, la gente con su voto tendrá que decidir cual de los dos se queda afuera de La Casta.

Continuará ...