Quién captará el "voto jubilado" del 26 de octubre

•"El 76 por ciento no llega a fin de mes con tranquilidad. El 64 por ciento rechaza el veto. Y, sin embargo... Milei y LLA lideran la intención de voto en este segmento. ¿Cómo se explica esta paradoja? ¿Es una paradoja? NO".
• "No existe "el jubilado" como bloque homogéneo. Hay quienes votan por derecho y bolsillo. Otros lo hacen desde el capital y la identidad anti-K. Dos mundos distintos, con lógicas opuestas".
• "La verdadera fortaleza de Milei no está solo en sus votantes, sino en la fragmentación del peronismo. Un archipiélago de islas sin un mapa común".

Estas conclusiones resalta la Consultora Sociolítica de su estudio de opinión pública en el universo jubilado de 1500 personas encuestadas en el territorio argentino entre el viernes 15 y el martes 19, justo el día que se conocieron los audios del caso de presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad. Esto no es un detalle menor, dado que buena parte de este colectivo "pasivo" también integra el sector de la población afectada por alguna discapacidad y el escándalo sacudió a la opinión pública al día siguiente, el sábado 20.

Ver: Milei compartió una publicación en redes de la droguería del escándalo

Volvamos a la encuesta. Roberto Stanriger responsable de Sociolítica viene exponiendo su análisis electoral sobre la opinión que tiene el segmento jubilado motivada por el veto presidencial a la ley jubilatoria que impulsó la oposición en el Congreso. Y concluye que el malhumor de la ciudadanía jubilada terminará favoreciendo a Javier Gerardo Milei en las urnas.

¿Por qué? Porque el peronismo ha quedado rotulado de kirchnerismo y esta etiqueta está asociada a la corrupción. Una asociatividad de ideas que termina fragmentado al PJ como expresión política y dejándola incapaz de ganarle al oficialismo el próximo domingo 26 de octubre.

La dilución del voto

Otras miradas leen la encuesta y observan el terreno mendocino y advierten la presencia del Partido de los Jubilados, una fuerza provincial que aspira a canalizar el voto de las personas retiradas. Entonces coinciden en el diagnóstico y afirman que esta facción política, que no se alió con otro partido y que solo presentará candidaturas provinciales, quiere aprovechar el efecto de voto disperso y capturar varios de esos sufragios volátiles. La dirigencia de este partido solitario anticipa que serán la sorpresa de la jornada electoral de octubre y que lograrán por lo menos una banca en la Legislatura.

El peronismo local, el presunto perjudicado de este fenómeno, mira con recelo este cuadro y señala que detrás de este lienzo se trasluce la silueta de Alfredo Cornejo que titiritéa la escena electoral para que el voto jubilado vaya a esa canasta novedosa del partido jubilado y que la bronca y la decepción terminen disueltas entre el ausentismo y la dispersión del electorado disconforme con el oficialismo.

Jefes de campaña, anoten

Estas son las principales apreciaciones de la medición y evaluación del voto jubilado a dos meses de las elecciones concurrentes, nacionales y provinciales, en Mendoza.

• El gasto de los jubilados en Argentina se compone de variados tipos de bienes y servicios. El podio se compone de alimentos, servicios y medicamentos. Aquí una de las puntas del iceberg: son tres cosas que la volatilidad de la economía (inflación) en períodos anteriores, generaba angustia e incertidumbre. Esto permitió que aun el 36 por ciento de los jubilados del país aprueben la gestión del presidente Milei. ¿Esto se traduce en votos?, no. El tema es más complejo y menos lineal. Pero sí podemos sostener algo. Quienes menos problemas tienen para llegar a fin de mes, son quienes más aprueban la gestión libertaria.

• Los datos muestran una polarización absoluta. Entre los votantes de LLA, el 92.7 por ciento está de acuerdo (total o parcialmente) con el veto. Entre los votantes del Kirchnerismo, el 98.9 por ciento está en desacuerdo (total o parcial). No hay puentes. La identidad se construye en oposición directa al otro.

• El votante jubilado que apoya a Javier Milei es un sujeto de capital, no de ingreso. Se identifica más con su rol de propietario que con su condición de jubilado. Tiene casa propia, no alquila ni vive con sus hijos. Quiere que sus cosas sean valoradas. Su mérito, reconocido. Es anti-kirchnerista: su identidad política se define por un rechazo visceral y absoluto al modelo anterior. Es estratégicamente tolerante al dolor (ajeno). Acepta medidas que perjudican al colectivo de jubilados porque prioriza un objetivo superior (la estabilidad) y porque, individualmente, está más protegido de sus consecuencias. Encuentra cierta satisfacción en la dureza del modelo: Apoya la imposición de una ley sacrificial que siente que disciplina a otros y restaura un orden moral que él valora, todo desde una posición de relativa seguridad económica. Es jubilado por años de aporte, no por moratoria u otras políticas.

• El votante jubilado que rechaza a Javier Milei es un sujeto de derecho y de ingreso, no de capital. Su identidad y seguridad económica están intrínsecamente ligadas a su haber jubilatorio y a la protección del Estado, no al valor de sus activos. Para él, el Estado no es una amenaza a su patrimonio, sino el garante (o el deudor) de un derecho adquirido. Su voto está anclado en la realidad de su bolsillo y en la percepción de que el Estado está incumpliendo su función protectora. Para este sujeto, el ajuste no es un "dolor necesario" o un sacrificio estratégico por un bien mayor. Es un daño personal, presente y existencial. Las medidas del gobierno no son una "cirugía mayor" que observa desde la distancia, sino una agresión directa a su capacidad de comprar alimentos, medicamentos y pagar los servicios. Su oposición no es una postura ideológica abstracta, sino la consecuencia directa de una vulnerabilidad económica real y creciente. Siente que el sistema que alguna vez lo protegió se ha vuelto en su contra.

Repudio mayor, pero quién gana

La idea de base, la hipótesis inicial, hacía pensar a los observadores de la consultora que los jubilados rechazarían rotundamente el veto y que, además, quitarían masivamente el apoyo político frente a una elección. Pero no, después de ver los porcentuales y la dispersión detectada, señalan: no hay tal masividad en torno al rechazo y casi un tercio de los jubilados del país, siguen apoyando las medidas del gobierno, aunque estas no sean beneficiosas para sí.

• De cosecha propia (del redactor). Estamos ante un cuerpo electoral en degradación. Es un síntoma más de la crisis de representatividad que se evidencia en cada elección y en esta encuesta. Otra prueba que la partidocracia está debilitada y la participación política como expresión democrática debería ser recreada con nuevas herramientas que renueven las intenciones de intervenir en política representativa y electoral. Por eso hoy, como caso inédito, las personas jubiladas son tomadas en cuenta como sujetos políticos y son objeto de estudio por causa de un veto presidencial que las perjudica. En esta parte de la historia la dirigencia política está raspando la olla al punto que los jubilados sí importan y contradictoriamente, según Sociolítica, parece que terminarán favoreciendo a quien les veta (porque "no hay plata") sus exiguas posibilidades de vivir como ciudadanos los que les queda de existencia.

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