Primero la desregulación laboral, después la reforma fiscal

Aunque la oposición lo ve como una derrota política, quitar el capítulo fiscal del proyecto del Ejecutivo fue una estrategia que abre el camino para lo más urgente.

Primero la desregulación laboral, después la reforma fiscal

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

Aunque quitar el capítulo fiscal de la Ley Bases que presentó el gobierno de Javier Milei fue visto como una derrota política del Presidente que tuvo que ceder ante la presión de la oposición, tal como dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, lo fiscal será trasladado a una Ley de Reforma Fiscal que se tratará en sesiones ordinarias. Se trata de una estrategia para lograr aprobar ahora lo "urgente y necesario" de la ley de Bases, cuyo capítulo más importante es la reforma laboral. 

El capítulo respecto a la desregulación laboral es lo más urgente para el gobierno: no se puede atraer inversiones ni hacer crecer el empleo registrado bajo las leyes y normas vigentes.  No se puede hacer crecer el empleo registrado cuando tanto empleadores como empleados están a merced de las decisiones de sindicatos que ponen palos en la rueda por cuestiones ideológicas y políticas, antes que velar por mejorar la calidad y cantidad del empleo. 

Los dos Moyano: el más joven entendió, el otro no

La prioridad del gobierno es mostrar, tanto al exterior como al interior, que Argentina es un país donde emprender y contratar sea posible. Es imprescindible hacer crecer la economía para salir del estancamiento y, para eso, es necesario asegurar que invertir o emprender no va a ser una pérdida de tiempo y dinero, sino una ganancia. 

Podés leer: Videos: los hermanos Moyano enfrentados por el paro general

Generar más empleo registrado, a su vez, es indispensable para equilibrar la seguridad social y asegurarles a los jubilados un haber digno. Hoy, la proporción es de alrededor de 1,8 empleados que aportan por cada jubilación. A la vista, es un sistema inviable, y por eso la única solución es lograr que haya mayor proporción entre empleados y jubilados, y también es necesario reconocer a aquellos pasivos que aportaron al sistema de aquellos que no lo hicieron y se jubilaron sin aportes, achatando los haberes de todos por igual. 

El capítulo laboral de la Lay Bases abre ese camino destrabando la posibilidad de contratar, de asociarse y quitando poder a los sindicatos que pretenden gobernar el país a través de aprietes, bloqueos y hasta amenazas a los trabajadores. 

El mundo cambió, las relaciones laborales son cada vez más cortas y libres. Los jóvenes tienen otro chip para el trabajo y saben que quieren trabajar para vivir y no vivir para trabajar. En ese sentido, las empresas también se aggiornaron y las ofertas laborales de hoy ponen primero qué ofrece la empresa y luego lo que piden. La nueva mentalidad laboral no pasa por los "derechos" que igualan a todos los empleados, sino por los "beneficios" que puede conseguir un empleado que se capacita más o que se esfuerza más que el resto. Los empleos del presente, y que con los cambios tecnológicos crecen cada vez más, ya no tienen reglas estructuradas ni en horario, ni en lugar de trabajo, ni en licencias, ni tampoco en exigencias académicas. Ya no es condición excluyente tener un título universitario ni tantos años de experiencia en la rama en la que se busque trabajo y hoy se valora mucho más condiciones como adaptabilidad, formación constante y, sobre todo, la capacidad de resolver problemas. 

Tanto es así, que las empresas tecnológicas prefieren, en muchos casos, emplear mujeres, incluso de más de 35 años, barriendo con la "brecha de género" y poniéndolas no sólo en lugares de liderazgo a nivel mundial, sino además, dándoles la oportunidad de trabajar mientras cuidan a sus hijos. El logro más grande en la igualdad de género llegó de la mano del mercado laboral.  

El trabajo remoto barre con la brecha de género

Por otro lado, los profesionales ya no buscan atarse a un empleo, y estar demasiados años en el mismo puesto es sinónimo de estancamiento y comparable a ser un empleado público que no aprendió a hacer otra cosa que a sellar papeles. El empleado (y son pocos los que apuntan a una relación de dependencia) busca una relación laboral que asegure cierta libertad y puedan, por ejemplo, acordar con la empresa tener un mes de vacaciones aunque no sean pagas, o trabajar sin horario fijo pero por objetivos o por proyectos, algo que se ha demostrado que funciona mucho mejor para ambas partes del contrato laboral. 

Cambiar las condiciones laborales del país es ponerse en línea con el resto del mundo y captar talento que termina trabajando para empresas extranjeras justamente porque no encuentra en Argentina las mismas condiciones ni las bondades de obtener beneficios a cambio de hacer un buen trabajo. Bajo el corset de la normativa vigente, da absolutamente lo mismo ser un empleado estrella que uno mediocre y el resultado es que se pierde el incentivo de los dos lados, tanto del empleado como del empleador. 

Una vez que se libere el capital humano el gobierno deberá tratar la reforma fiscal, que también es importante para equilibrar el déficit y, sobre todo, para que emprender sea rentable. 

Primero el Estado tiene que sacar el pie de encima, luego, dar la mano para ayudar a los emprendedores.   

Los empleados quieren relaciones libres y no tercerizadas a través de un sindicato

Te puede interesar: Con Cornejo, los gobernadores de JxC se reúnen por la Ley bases