El establecimiento La Aldea de El Chaltén, vinculado a Cristina Kirchner y Lázaro Báez, lleva tres años ocupado de forma ilegal por unas 130 personas. Tras el hallazgo de un muerto en el lugar, la Justicia dispuso el desalojo en un plazo de 60 días.
Encontraron un cuerpo en un hotel de los Kirchner que está usurpado
Uno de los hoteles de la familia Kirchner volvió a quedar en el centro de la escena judicial. Se trata de La Aldea, un complejo ubicado en El Chaltén, Santa Cruz, que permanece usurpado desde hace tres años, y en donde recientemente encontraron un cuerpo sin vida.
Según publicó Clarín, "una persona se quitó la vida recientemente en las instalaciones usurpadas. Esa particular situación no guarda relación con el problema que expone la cantidad de familias que viven allí, pero sí demuestra lo delicada de la situación y el riesgo que supone".
El hecho aceleró los reclamos de la defensa de la expresidenta -querellante en la causa-, que pidió el desalojo inmediato del inmueble. El juez Carlos Albarracín hizo lugar al planteo y ordenó liberar el lugar en un plazo de 60 días, con posibilidad de prórroga si las familias colaboran voluntariamente.
El hotel, administrado años atrás por Lázaro Báez, pertenece a la firma Los Sauces S.A., investigada por lavado de dinero. Fue tasado por la Justicia en 108 millones de pesos y lleva cerrado desde 2016, cuando se paralizó una obra de ampliación. Las instalaciones hoy muestran abandono total: paredes sin terminar, mobiliario deteriorado y un cartel que recuerda su clausura definitiva.
Según el relevamiento judicial más reciente, dentro del hotel viven 34 grupos familiares, entre ellos unos 30 niños y adolescentes, muchos fuera del sistema escolar. El municipio de El Chaltén admitió que no cuenta con espacio suficiente para reubicarlos, en un contexto de emergencia habitacional que fue declarada oficialmente en 2022 y sigue vigente.
La situación social se mezcla con un entramado económico y judicial. El terreno donde se levanta el hotel fue adquirido en 2009 por Los Sauces, sobre una parcela que pertenecía a Martín Báez, hijo del empresario detenido por lavado de dinero. Desde entonces, el inmueble fue administrado por empresas ligadas a Báez, entre ellas Valle Mitre SRL, también encargada de gestionar los hoteles Alto Calafate y Las Dunas, ambos propiedad de la familia Kirchner.
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Los fiscales sostienen que esos establecimientos habrían sido usados como parte de un esquema de blanqueo de fondos. Por esa causa, Cristina y Máximo Kirchner, junto a Báez, Romina Mercado, Osvaldo Sanfelice y otros imputados, deberán presentarse el año próximo ante el Tribunal Oral Federal N°5.
Mientras tanto, el juez Albarracín dispuso reuniones con funcionarios provinciales, municipales y representantes del administrador de los bienes de la familia Kirchner para intentar una salida consensuada. Sin embargo, si no hay acuerdo, el magistrado ya tiene la facultad de recurrir a la fuerza pública para cumplir la orden.
El complejo, que en su momento formó parte de la oferta turística de la "capital del trekking", quedó convertido en un símbolo del deterioro de un emporio hotelero.
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