La isla africana que reavivó un debate argentino sobre Malvinas

La sorpresiva solicitud de la isla de Annobón a la Argentina para apoyar su independencia abrió un nuevo capítulo en la discusión sobre el principio de autodeterminación de los pueblos, un tema sensible en la disputa por Malvinas.

La isla africana que reavivó un debate argentino sobre Malvinas

Por: Martín Arrojo

 La isla de Annobón, un pequeño y remoto territorio frente a la costa de África occidental, cobró protagonismo esta semana al solicitar apoyo internacional a la Argentina para declarar su independencia de Guinea Ecuatorial y escapar de la dictadura de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. 

 Si bien al principio la solicitud generó confusión, ya que se interpretó como un intento de la isla africana de integrarse a la Argentina, pronto se aclaró que sus autoridades solo buscan apoyo y reconocimiento internacional para declarar su independencia.

 Aun así, el pedido de Annobón mantuvo la polémica al poner sobre la mesa un tema sensible para Argentina: el principio de autodeterminación de los pueblos, un punto clave y controvertido en la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas. Esto se debe a que la isla africana apoyaría su reclamo independentista en este principio del derecho internacional, que reconoce a los pueblos la autonomía de decidir libremente su destino político. 

En este contexto y en diálogo con el Post, el analista internacional Mario Guerrero explicó que el caso es especialmente delicado para Argentina, porque se apoya en un principio que el país históricamente negó a los habitantes actuales de Malvinas. "Es una cuestión fina de derecho internacional que hoy vuelve a estar en debate, sobre todo con el nuevo rumbo que parece adoptar el gobierno de Milei", señaló.

 Guerrero también aclaró que la solicitud de la isla africana "no podría ser resuelta solo por el Ejecutivo" y que ante una eventual aceptación se podrían generar nuevas tensiones diplomáticas. "El ´coqueteo diplomático´ buscó poner el tema en agenda, y al menos eso lo lograron".

 El pedido fue realizado por Cartagena Lagar, primer ministro del autoproclamado gobierno de Annobón. "Hoy el hambre y el abandono nos están matando a todos. Pedimos que Argentina reconozca nuestra independencia y nos ayude a visibilizar esta dictadura", declaró el jueves en Radio Con Vos, donde igual que en otras entrevistas con medios nacionales, Lagar apeló a un pasado común con nuestro país: la isla de Annobón formó parte del Virreinato del Río de la Plata. 

El antecedente más claro que ilustra la tensión argentina frente al principio de autodeterminación es el referéndum realizado en Malvinas en el año 2013, cuando los isleños votaron seguir bajo dominio británico y Argentina lo rechazó por ilegítimo, al considerar que se trataba de una población implantada tras la ocupación de 1833. 

    Referéndum kelper de 2013: votaron seguir bajo dominio británico y Argentina lo rechazó por ilegítimo.

Si bien el caso de Annobón sería distinto, porque se trataría de una comunidad originaria y allí la autodeterminación no buscaría perpetuar una ocupación sino romper con un Estado que sienten ajeno, para Guerrero, el contraste con Malvinas "abre interrogantes sobre la claridad de la postura argentina frente al principio de autodeterminación", sobre todo en un momento en que la política exterior parecería estar cambiando de dirección.

Votar con los pies

 Durante el último acto por el Día del Veterano de Malvinas, el presidente Javier Milei propuso una nueva mirada sobre el reclamo argentino de soberanía. Sostuvo que el conflicto podría resolverse con un "voto con los pies", es decir, que los propios isleños elegirían integrarse a la Argentina si nuestro país se vuelve lo suficientemente atractivo en lo económico y social, reconociendo así una voluntad que antes se ponía en duda. 

Javier Milei en el acto del pasado 2 de abril. 

Para el analista Mario Guerrero, la postura manifestada por el gobierno de Milei marcó un giro respecto al reclamo histórico sobre Malvinas. A su vez, señaló que podría tener como antecedente una estrategia impulsada por gobiernos anteriores, conocida como 'malvinizar en positivo', que buscó bajar la confrontación y fortalecer los lazos con los isleños, aunque sin resultados concretos en el reclamo de soberanía.

"El nuevo planteo de Milei podría marcar un giro respecto a la postura tradicional sobre Malvinas. Dentro del propio gobierno hay posiciones divididas: algunos funcionarios lo interpretan como una renuncia implícita al reclamo de soberanía, mientras que otros, como la vicepresidenta, mantienen una postura más firme en defensa del reclamo", explicó.

Frente a las interpretaciones que hablan de una posible renuncia al pedido de soberanía, el especialista advirtió: "Abandonar la causa Malvinas iría en contra de la Constitución, que desde la reforma de 1994 establece que no se puede renunciar a este reclamo".

De esta manera, aunque el Gobierno nacional aún no se pronunció sobre la sorpresiva solicitud de la isla africana Annobón, el episodio tensionó dos principios clave de la política exterior argentina: la defensa de la soberanía y el derecho de los pueblos a decidir su destino, en un contexto internacional cada vez más complejo.

 Lo que parecía un reclamo lejano terminó por exponer una ambivalencia en la política exterior argentina y dejó abierta una incógnita: cuál será, finalmente, la posición del país frente al principio de autodeterminación que hoy vuelve a escena, desde otro rincón del mundo. 

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