Cómo llegar al Índice de Confianza que Mendoza tiene por el Flaco Suárez

Sesenta años representan toda una vida para cualquier mortal. Sin embargo no parece tanto para la Historia de un pueblo. De todos modos, si le ponemos nombre a ambas situaciones entonces tendrá sentido ese periodo de tiempo para el conjunto de personas que convivimos en Mendoza.

Manuel Ernesto Suarez ya tiene 83 de años y según él le quedan "unos meses más todavía". Pero quien vive dentro de ese cuerpo desgarbado y a la vista simple, hace 60 años es el Flaco Suarez, el actor mendocino. Ayer sábado 1 de julio celebró toda esa pila de tiempo acumulada en su mente y espíritu en el Tetro Independencia. Lo hizo a su modo, actuando, diciendo y denunciando. Esa es su forma de ser y compartir su arte popular, allí es donde se mueve, en escenarios aparentemente vacíos y solo él junto a cada vez más artistas que lo acompañan siempre y lo sostienen.

En 2018 me comentó emocionado por qué había vuelto a Mendoza después de la "beca Videla" que le impuso la última dictadura (el exilio que lo llevó a recorrer Latinoamérica). Regresó, me dijo, porque se sentía parte de quienes trabajan cada día en este lugar. Que él se veía en cada persona que lo miraba y lo saludaba o quien pasara a su lado y solo lo miraba en silencio y sonreía, me confesó.

Ver: Quincho: Revive el PJ, y #LasHerasGate con imputadas (hay chats)

Estos tres párrafos que abren este texto son un mínimo reconocimiento para quien nos sigue dando una oportunidad de reír y pensar. Dos acciones caras de lograr en un mismo tiempo. Una oferta vital que nos da un instante de felicidad en medio de cualquier día agreste de estos que vivimos últimamente. Ahora, con ese semblante es más fácil hablar de algunas realidades que también compartimos en estos espacios de observación de la política en Mendoza.

En este año que transcurrimos donde faltan por lo menos cuatro votaciones más entre municipales, provinciales y nacionales atravesaremos este periodo sacando conclusiones por qué elegimos a los nuevos gobiernos que administrarán la cuestión pública a partir de 2024.

En el medio, suceden los hechos que van marcando esos caminos. Y hay datos estadísticos que, por ejemplo el economista Pablo Salvador, da a conocer desde sus espacios públicos difundiendo aspectos de estudios económicos que advierten algunos cambios en el compartimiento de los consumidores. Veamos. 

Un dato "salvador"

Dice un informe del Observatorio Económico Regional y Urbano (OERU) de la Universidad Nacional de Cuyo que conduce Salvador: "Según datos publicados por el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, en junio la confianza de los consumidores registró un aumento interanual de 6,9%, acompañada de una variación mensual también positiva del 9,1%".  

La palabra clave detectada en los argumentos de este informe del difundido por el economista es "confianza" como en muchos aspectos del desarrollo colectivo de las poblaciones.

El ICC (Índice de Confianza del Consumidor) es una  variante que permite advertir que quienes consumen en el país aumentaron sus expectativas de hacerlo porque entienden que podrán comprar y pagar en término, lo que les permite proyectar en plazos y eso les da confianza. 

¿Por qué tienen más confianza? ¿Por qué aumento esa confianza en 9,1 por ciento en el lapso de un mes? Salvador responde que se debe a que el público consumidor entiende que se acerca el recambio de gobierno y eso genera expectativas positivas para la población.

Los índices y los votos mandan

Mirando este panorama entonces se puede encontrar algunas razones por qué el ministro de Economía Sergio Massa es el mayoritario candidato presidencial del peronismo gobernante en el país. Y que esa misma presunción de estabilidad futura alcance a la gestión de Cambia Mendoza, de acuerdo a las mediciones y al último resultado electoral del domingo 11 de mayo en Mendoza.

Hace una semana el horizonte se abrió también para el peronismo local que se sorprendió con el desenlace de las negociaciones de la cúpula tripartita del gobierno de Alberto Fernández. Todo quedó allanado para Massa.

Massa que en los últimos ocho años, desde 2015, pasó de ser, uno de los facilitadores para que Mauricio Macri ganara la segunda vuelta al siempre optimista y peronista Daniel Scioli, a convertirse en candidato a presidente del peronismo y dejar relegado, nuevamente, al ex campeón motonauta. 

A esta altura el peronismo de Mendoza ya asimiló el impacto y se preocupó por dar señales de unidad del ahora frente Unión por la Patria pensando que ahopra sí tienen una chance con Massa como figura valiosa para competir en las elecciones. 

Por dentro del PJ mendocino el cambio puso otra vez a los intendentes no K en carrera. Los jefes territoriales renuentes a la conducción partidaria kirchnerista de pronto retomaron protagonismo y otra vez se acercaron al centro de la escena de las negociaciones.

Un ejemplo concreto de este movimiento inesperado que produjo el emergente "Massa presidente" fue un episodio del mismo sábado 24 de junio. Mientras la fiebre subía en la sede del PJ por la conformación de las listas de precandidatos a diputados nacionales, dos intendentes, Roberto Righi y Matias Stevanato compartieron la mayor parte del día en Lavalle (chivito asado de por medio) y esperaron más señales desde Buenos Aires.  

Hasta última hora del viernes 23, el lavallino Righi estuvo a punto de ser el precandidato de la lista peronista disidente encabezada por Juan Schiaretti y Florencio Randazzo, hasta que apareció Massa irrumpiendo con su postulación dominante. Righi fue el primero en demostrar ese alineamiento. 

Esta semana fue el turno de Stevanato que de mantener una distancia importante de los acomodamientos electorales y atrincherado en Maipú tuvo que salir a demostrar cuánto de cerca está de Massa. 

Es cierto, decíamos que es un vínculo de añoso forjado en roscas políticas veraniegas y seguidas de acciones en conjunto donde el intendente ha funcionado como aglutinador de la dirigencia y militancia massista que crece silvestremente, sin organicidad política tradicional.  

Cuando el jefe maipucino dice que la candidatura de Massa le da esperanza y cree que será "un gran presidente" lo hace con una doble perspectiva. Primero como dirigente aliado del ministro de Economía. Y segundo, no menos importante, proyecta con una mirada localista y pone su expectativa a mediano plazo, para una posible segunda gestión suya en el departamento puede llegar a tener un acceso directo a la Casa Rosada, si su amigo tigrense llega a la primera magistratura nacional. Es decir, Stevanato aumento su índice de confianza político personal.

Petri: de novio a candidato

La otra sorpresa que demandó este proceso de decantación de precandidaturas nacionales fue el salto doble de Luis Petri ya ubicado en la mesa de comando como segundo de Patricia Bullrich en la "halcona" fórmula presidencial que competirá con el binomio de "palomas" Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales dentro de las primarias de Juntos por el Cambio.

El devenir disruptivo de Petri sorprendió al arco político, pero quizá el más sorprendido fue el mismo dirigente sanmartiniano por el ofrecimiento de parte de la ex ministra de Seguridad para que integre con ella la fórmula presidencial.

El mismo Petri había admitido en distintas oportunidades a periodistas que desde que había anunciado que sería precandidato a gobernador desafiante por dentro de Cambia Mendoza, tanto Bullrich como Rodríguez Larreta le aplicaron el frío de la indiferencia política. 

Pero el índice de confianza en Petri se disparó y subió verticalmente en la consideración de Bullrich y sus asesores cuando logró el 40 por ciento de los votos de CM en la primaria provincial. La precandidata a presidenta fue testigo directa de ese fenómeno y quedó impresionada por el desempeño del ex diputado nacional.

La onda expansiva llegó a los medios porteños y tuvieron que ponerle nombre y apellido al que hasta ese momento lo conocían como "el novio de Cristina Pérez".

El índice de confianza del Flaco

Retomando el dato inspirador, el Flaco Suárez es un emblema del arte y la cultura menduca por su alto nivel de popularidad sostenido en altísimo gradiente de confianza que tenemos en él.

Son sus 60 años de trayectoria atados a la reciente historia mendocina, con exilios políticos en el medio,  y con una constante producción teatral.

Anoche (y hoy a las 20) en el mismo Teatro Independencia dejó en claro que cuando se tenga que ir de gira a otros planos, cuando supuestamente, el Flaco muera,  seguirá siendo el inspirador de una provincia que lo tiene como un símbolo de confianza.