El Estado tomó la custodia de las hijas de Adriana Suárez, imputada por homicidio, luego de detectar graves situaciones de abandono, maltrato y falta de contención familiar.
Qué pasará con las hijas de la "descuartizadora" de Guaymallén
Las cinco hijas de Adriana Valeria Suárez, la mujer acusada de asesinar, descuartizar y quemar a su inquilino en Guaymallén, fueron trasladadas a hogares estatales. La decisión fue tomada por el Ministerio de Educación, Cultura e Infancias luego de evaluar su situación familiar y constatar que no existe una red de contención que garantice su bienestar.
Un informe interdisciplinario determinó que las niñas atravesaron episodios graves de negligencia, maltrato crónico y exposición a violencia extrema. Ante este contexto, se resolvió su ingreso institucional como medida de protección excepcional.
Las dos mayores, de 13 y 15 años, fueron separadas de sus hermanas menores -de 11, 9 y 7 años- debido a sus distintas etapas madurativas, aunque se busca mantener el vínculo entre ellas.
La evaluación se realizó en articulación con el Programa de Maltrato Infantil y Salud Mental del Hospital Carrillo. Los equipos técnicos señalaron que las niñas presentaban secuelas emocionales y conductuales producto del entorno en el que vivían.
Suárez, que tenía prisión domiciliaria por una causa previa de robo agravado, estaba a cargo de sus hijas, pero los informes escolares alertaban sobre ausencias reiteradas. Además, vecinos denunciaron que las menores pasaban muchas horas en la calle sin supervisión adulta.
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Por el momento, el Estado provincial continuará acompañando a las niñas con un abordaje integral mientras se exploran alternativas que garanticen su desarrollo físico y emocional en condiciones seguras.



