Los ladrones ingresaron a la casa cuando el propietario fue a llevar a sus hijos a la escuela.
Saquearon la vivienda de una familia de Junín y defecaron en la entrada
Una vivienda ubicada en el Carril Santos Lugares, en Algarrobo Grande, Junín, fue desvalijada durante la mañana de este lunes. El propietario, quien había salido para llevar a sus hijos a la escuela, regresó a su hogar y encontró la casa completamente saqueada.
El hecho fue denunciado a la Policía por una vecina del lugar, quien advirtió lo sucedido mientras la vivienda se encontraba vacía. Según lo informado, los delincuentes forzaron rejas y candados para ingresar, llevándose ropa, elementos personales y otros objetos de valor.
El dueño de casa aún no logró determinar con exactitud el total de lo sustraído debido al desorden que dejaron los asaltantes en el lugar.
Además, los ladrones dejaron rastros adicionales al defecar en la puerta de entrada de la vivienda antes de irse.
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¿Qué significa defectar en la casa después del robo?
En el contexto de los delitos contra la propiedad, el acto de defecar en el lugar donde se comete un robo muchas veces trasciende el simple hecho del saqueo. Este comportamiento puede interpretarse como un mensaje simbólico por parte de los delincuentes, una declaración de poder o dominio.
Al defecar en el sitio del delito, los ladrones buscan transmitir la idea de que han "invertido" la jerarquía social: quien históricamente ha estado por debajo, en este caso el delincuente, logra imponerse sobre quien está por encima, la víctima.
La acción representa una humillación intencionada y un mensaje que puede leerse de manera vulgar así: "Esta vez yo te cagué a vos". No está necesariamente dirigido a la víctima en particular, sino que funciona como un gesto generalizado de desafío hacia un sistema o una estructura social percibida como opresiva o desigual. Este tipo de conducta pone de manifiesto una dimensión psicológica del delito que va más allá del robo material, transformándose en un acto cargado de significado simbólico.
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