Después de más de 5 horas de negociaciones lograron que la niña de 13 años, que disparó dentro de una escuela de ese departamento, entregue el arma.

La niña entregó el arma y la situación fue controlada en La Paz

Miércoles10 Sep 2025

Director periodístico

Finalmente, después de una extensa negociación, efectivos del grupo GRIS de la Policía de Mendoza lograron que la alumna de 13 años de la escuela de La Paz que disparó al menos tres veces dentro del establecimiento, entregue el arma. Posteriormente, fue trasladada a un hospital del Gran Mendoza en una de las ambulancias que había llegado al lugar: la escuela Marcelino Blanco.

El hecho comenzó cerca de las 9.30 de este miércoles. Según la reconstrucción de los hechos, en base a fuentes oficiales pero también a alumnos y familiares que dialogaron con el Post, al terminar el primer recreo, cuando los chicos regresaban a las aulas, la niña efectuó el primer disparo.

Sin embargo, pese a lo que se había informado en un primer momento, el desalojo de la escuela no fue inmediato: pasarían entre 15 y 20 minutos hasta que la policía que llegó al lugar ordenó la salida de todos los chicos que, hasta entonces, habían tenido tiempo de filmar múltiples videos que se viralizaron rápidamente en WhatsApp.

En el medio, la joven, hija de un policía paceño que trabaja en San Luis, había realizado un segundo disparo con la pistola Bersa 9 milímetros, que tendría un cargador con capacidad para 12 proyectiles.

Ver más: Qué dice el protocolo de la DGE ante casos de alumnos con armas en la escuela

Mientras tanto, desde el interior del colegio, y ya con un disparo efectuado, los alumnos se fueron comunicando con los padres para que vayan a retirarlos; se reencontrarían sobre avenida 25 de Mayo cerca de las 10, para luego seguir camino al hospital de La Paz (Arturo Illia).

Por su parte, la niña, armada, se recluyó en el patio de la escuela, aunque con el paso de las horas recorrería distintos sectores, para quedarse finalmente en un aula cuya ventana daba a calle Almirante Brown.

Allí se apostaron los negociadores y efectivos de los grupos especiales de la Policía de Mendoza que, 5 horas después del primer tiro, lograron que la adolescente cesara en su actitud, entregara el arma, para luego ser trasladada en ambulancia a un hospital del Gran Mendoza; originalmente, se pensó en llevarla al hospital local.