La mujer, condenada por atropellar y matar a Genaro Fortunato, ahora está acusada de golpear y encerrar a su actual pareja y amenazar a la hija de él. Durante una audiencia de este viernes, un juez decidió que continúe detenida bajo vigilancia electrónica en su domicilio.
Julieta Silva volvió a obtener prisión domiciliaria
Este viernes, un juez de San Rafael ordenó que Julieta Silva, de 37 años, regresara a su vivienda bajo arresto domiciliario, tras haber pasado varias semanas detenida en el Complejo Penitenciario del Sur. La decisión judicial respondió al pedido de la defensa, que remarcó la situación de la hija menor de Silva, quien había quedado al cuidado de su abuela materna desde que su madre fue alojada en el penal.
Julieta Silva está acusada por haber golpeado a su ahora exmarido, Lucas Giménez, por lesiones leves agravadas, privación ilegítima de la libertad y amenazas contra la hija de él.
La audiencia se realizó luego de que la fiscalía solicitó mantener a Silva en prisión preventiva, argumentando que existían pruebas suficientes para sostener la medida. Por su parte, la abogada defensora solicitó la excarcelación o, en su defecto, el beneficio de la prisión domiciliaria, teniendo en cuenta que Silva es la principal responsable del cuidado de la niña.
El juez Claudio Daniel Gil consideró el planteo de la defensa y resolvió que la acusada continúe detenida, pero en su domicilio, bajo vigilancia electrónica. El fallo no modificó la acusación que pesa sobre Silva, quien enfrenta cargos de privación ilegítima de la libertad agravada, lesiones y desobediencia judicial, a partir de la denuncia radicada por su esposo, Lucas Giménez.
Ver: Dura declaración de la madre de Fortunato por la prisión de Julieta Silva
La investigación avanzó en las últimas semanas, con testimonios que describieron episodios de encierro y agresiones en el hogar que compartían Silva y Giménez. La fiscalía sostuvo que la acusada incumplió una orden de restricción, al tomar contacto con la hija de su pareja durante una videollamada.
El caso volvió a instalar a Julieta Silva en el centro de la atención pública, años después de la condena por la muerte de Genaro Fortunato. Desde el inicio del nuevo proceso, la justicia dispuso medidas para proteger a la hija de Silva, que quedó temporalmente bajo la custodia de su abuela. La causa continuará bajo investigación judicial en San Rafael.



