El militante de izquierda que atacó con un arma casera a policías durante una marcha contra Mauricio Macri, fue beneficiado por el juez Casanello.
Adrián Guirín estafó a decenas de familias mendocinas con una empresa fantasma de organización de eventos. Cumplía prisión domiciliaria en la vivienda de la novia y suegra, pero lo echaron por intentar tener un amorío la madre de su pareja y busca otro domicilio para seguir preso.
Tiene 71 años y está acusado del delito de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Abatió a uno de los cinco delincuentes que entraron a robarle y lo golpearon.
El magistrado le había fijado 632 millones de pesos al empresario para otorgarle el beneficio de esperar el juicio en su casa. Sin embargo, la defensa de Báez dijo que era imposible ese pago y pidió una revisión.
Los vecinos del barrio privado de Pilar donde el empresario irá, con una tobillera luego de pagar la fianza, protestaron por entender que la medida judicial es sinónimo de impunidad.
En ese sentido, consideró que es difícil que el empresario pueda dejar la cárcel de Ezeiza debido a la abultada caución: 632 millones de pesos.
El ex empresario recibió la prisión domiciliarial, con una fianza de 632 millones de pesos. Sin embargo, expresó su dolor porque su hijo Martín siga detenido en el penal de Ezeiza.
Al empresario lo excarcelaron en causa por lavado pero quedará con domiciliaria por otro expediente.
El hombre está acusado de abusar justamente de una de las menores. La Justicia le negó el beneficio dos veces.
Dos niños fueron sometidos sexualmente por su padre y tíos mientras la abuela miraba y la tía filmaba. Les encontraron material pornográfico y de abusos infantiles, pero fueron beneficiados con prisión domiciliaria y, aunque la violan, siguen sin ir presos. Los nenes no tienen paz.
Rodrigo Eguillor está detenido desde diciembre de 2018 pero el Cuerpo Médico Forense viene informando que es inimputable y cada tres meses se lo examina con el fin de saber si puede o no ir a juicio.
La víctima tiene 11 años.