La cárcel para narcos de Mendoza: "Un penal de este siglo"

Un recorrido por la instalaciones de la nueva cárcel federal, emplazada en Campo Cacheuta. El perfil de los presos y la tecnología como aliada para mantener la seguridad.

La cárcel para narcos de Mendoza: "Un penal de este siglo"

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

Mendoza inauguró recientemente la cárcel número 13 de la provincia, la cual no pretende ser una más: el objetivo es lograr un penal de vanguardia, ajustado a los tiempos actuales, con impronta tecnológica y una estructura que permita la convivencia pacífica entre los reclusos y el personal penitenciario.

Se trata de la nueva cárcel para presos con delitos federales, la mayoría vinculados al narcotráfico. La prisión que se encuentra en el mismo predio del penal de Almafuerte, en el cual también se está construyendo Almafuerte 2 y un sector para mujeres. 

Las celdas tienen dos camas.

La primera impresión al recorrer las instalaciones es el "olor a nuevo" del lugar, lo cual hace olvidar por un momento que trata se trata de un sitio donde la libertad está sujeta a un perímetro. Los ambientes son amplios, en las celdas entra la luz del sol, hay talleres de capacitación, el comedor es amplio y, en términos generales, se respira un ambiente que pretende preservar los principios básicos de dignidad.

Vista exterior de la celda.

La mayoría de los internos están presos por delitos de narcotráfico.

La primera etapa de la cárcel fue inaugurada en agosto. En esa primera instancia se trasladaron los primeros 23 presos, reclusos de primer grado, es decir que nunca antes habían estado tras las rejas.

Por tal motivo el ambiente en este penal está alejado del "código tumbero"que manda en la mayoría de los penales, contribuyendo a reducir el margen de conflicto y violencia entre los presos. 

Espacio que sera destinado a los talleres, con calefacción, baños y seguridad.

Eduardo Orellana, el director del Servicio Penitenciario provincial, expresó al Post: "Es una cárcel de este siglo." Al ser consultado por  este modelo, cuya estructura es estratégica para reducir el conflicto, eliminando el hacinamiento como uno de los disparadores de la violencia,  dijo: "Es como todo. Suponete que vos tenés un departamento, un monoambiente y estás vos con tus hijos ¿qué haces? Te las arreglas como podés. Esto es otra cosa, la distancia, los ambientes, es un concepto diferente."

El director del Servicio Penitenciario Provincial, Eduardo Orellana, junto al director de la cárcel, Nelson Espina.

Las obras

Hasta el momento lo que se ha inaugurado es el sector AC1, el único que  ha recibido internos.  Son cuatro alas del mismo módulo  de las cuales el  ala A es la que recibió los primeros 23 internos y esta semana el ala B recibió a otros 24. En los próximos días llegarán más reclusos hasta colmar la capacidad del sector.

Pasillos exteriores del penal.

Actualmente hay 47 internos.  En total la capacidad del predio es para 600 reclusos, además de la población femenina que será alojada en otra área, la cual está en construcción y podría inaugurarse en octubre.

Sala de monitoreo.

Las autoridades penitenciarias coinciden en que esta cárcel es clave para descomprimir los demás penales, ya que hay sobrepoblación en todas las prisiones de Mendoza. Por otro lado, afirman que las cárceles no se construyen como medida preventiva, por si aumenta el número de internos, sino que se va atendiendo a la demanda del momento. 

El comedor, visto desde el piso superior.

La seguridad

La cárcel tiene un amplio despliegue de cámaras, acorde al desarrollo tecnológico actual.  Sobre este punto, Orellana dijo: " Esto es un campus y Boulogne Sur Mer es un fortín".

El penal tiene tecnología que incluye, entre otras cosas, un intercomunicador para permitir el contacto de forma directa entre los reclusos y el personal encargado de la custodia. También cuenta con un sistema de cierre eléctrico de celdas y cámaras de seguridad en módulos, perímetro y espacios comunes.

Los penitenciarios

Hay 40 efectivos designados, los cuales cumplían funciones en otros complejos y unidades de la provincia, cuya experiencia promedio oscila entre 8 y 9 años. La selección se llevó a cabo teniendo en cuenta la densidad de cada penal y se basó en un equilibrio entre el manejo de la tecnología, el trato personal y la seguridad que van a brindar al predio.

Torre de seguridad.

La selección de los presos trasladados

Respecto al perfil de los presos que empezaron a poblar el penal federal, Orellana afirma que no hay ninguno cuyo caso haya sido mediático. Sin embargo "hay algunos que no han salido en ningún lado y sin embargo son peores que Salazar", dijo en referencia al autor de la masacre del barrio Trapiche.

Por otro lado, las autoridades explicaron que los factores para seleccionar a los reclusos son tres:  la posibilidad de programar una fuga, que los compañeros que están afuera los vengan a buscar, que esté en un buen momento anímico sin tendencias suicidas y que no tengan un perfil violento.