El diputado nacional Julio Cobos propuso imprimir dos nuevos billetes, de 500 y 100 pesos. El legislador presentó un proyecto de ley para los rostros de Juan Bautista Alberdi e Hipólito Yrigoyen, respectivamente, estén los billetes.
"Producto de la inflación no reconocida por el gobierno, nuestra moneda sufrió una evidente pérdida de valor. Para hacer las mismas operaciones que unos años atrás, hoy se necesitan más del doble o el triple de billetes, lo que lo hace más inseguro para las personas y más caro para el Estado", explicó Cobos, quien este miércoles regresó a la actividad parlamentaria, tras el revés que sufrió en la Convención de la UCR.
Imprimir billetes en 2008 costaba 72,4 millones de pesos, mientras que en 2013, la cifra trepó a 829,8 millones de pesos, dice Cobos.
"Según la Unión de Consumidores Argentina, hoy se necesitan 1.000 pesos para comprar la misma cantidad de leche que comprabas en 2003 con 100 pesos. A su vez hoy compras la mitad de carne para asado de lo que comprabas con 100 pesos en 2003. Esa es la realidad de la inflación en nuestro país", detalló el exvicepresidente al diario porteño Clarín.
Por ahora, este es el billete de más alta denominación.
Carlos Reutemann y Roy Cortina intentaron que se creen billetes de $500 pero sus proyectos naufragaron.
"El último informe de circulación monetaria del Banco Central del 13 de febrero de 2015 marca que de los 344.543 millones de pesos, el 66,5% de los billetes que circulan en la economía argentina son de $100, un crecimiento de 24,5 puntos, si se tienen en cuenta que al inicio del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner la participación de las unidades $100 era del 42% sobre el total", detalla el proyecto de Cobos.
La creación de billetes de mayor denominación hará más eficiente las operaciones en efectivo, dará más seguridad y bajará los costos.
Es más, citando uno de los informes del ex jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ante el Congreso de la Nación en 2014, el diputado mendocino detalla que en 2008 el costo de impresión de los billetes (en su mayoría compuesta por los billetes de $100) fue de 72,4 millones de pesos, mientras que en 2013, la cifra trepó a 829,8 millones de pesos.
Los proyectos para imprimir billetes más grandes no son nuevos. Carlos Reutemann presentó uno en 2011 en el Senado, pero nunca prosperó. Y, sin ir lejos en el tiempo, Roy Cortina, diputado socialista, reclamó sacar de $200 y $500 el año pasado, con la misma suerte que otros: la iniciativa nunca prosperó.
Junto al de Evita, los de $100 son tres docenas de tortitas.
También, desde un sector de oficialismo, Gustavo Marangoni, del Banco Provincia reclamó nuevo billetes. "Con una medida muy simple -billetes de $200 y $500- lograríamos importantes beneficios para los usuarios, simplificaríamos la vida cotidiana y acompañaríamos la tendencia de nuestros países vecinos", escribió el dirigente sciolista.
La nueva versión de la divisa de Estados Unidos tiene dos características de seguridad avanzadas: la banda de seguridad en tres dimensiones y una campana en el tintero.
La baja del banco alemán, que llegó a ser del 15%, se da en un escenario de desconfianza en el sector tras el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank en Estados Unidos.
"No queremos que nuestro litio esté en los ojos de ningún Comando Sur (de Estados Unidos) ni que sea motivo de desestabilización de Gobiernos", manifestó el presidente boliviano Luis Arce.
Si bien el canje de bonos en dólares por nuevos títulos en pesos que estableció por decretos esta semana el Ministerio de Economía parece ser algo que no influye en la ciudadanía, dos economistas explicaron al Post lo contrario. El análisis de Enrique Vaquié y José Vargas.