El comerciante asesinado a balazos que alimentaba a chicos de la calle

Sus vecinos recordaron a Daniel Montilla, muerto por delincuentes, como una "excelente persona y servicial con todos".

El comerciante asesinado a balazos que alimentaba a chicos de la calle

Por:Hernán Morales
Redacción Post

El asesinato del comerciante Daniel Jorge Montilla despertó tanto la indignación como la tristeza en los vecinos del barrio Tamarindos II, de Las Heras.

Tres delincuentes lo asesinaron a balazos en la noche del martes para robarle la camioneta, donde iba junto a su mujer e hija adolescente, en el momento en que se detuvo en la casa de unos parientes.

Esther es vecina. Vive al lado de la casa donde se produjo el asesinato, sobre la calle Deán Funes. Vivió todo el dramático episodio desde cerca."Me enteré anoche cuando me avisaron. Es muy injusto. Daniel era una excelente persona, no se merecía morir de esa manera", contó afligida.

Según relató esta vecina, el barrio quedó "shockeado" con la trágica noticia, ya que Montilla era muy querido por la buena relación que tenía con todos.

El Post también dialogó con Nelson, un joven que vive enfrente del domicilio del comerciante muerto. 

"Era buena onda el hombre, ayudaba a todos cuando podía. Siempre nos saludábamos", relató el joven.   

Además se mostró confundido con el homicidio y destacó que "no tenia problemas con nadie ni ningún conflicto para que le pasara esto".

En este domicilio paró Daniel para ver a sus parientes. Allí lo mataron.

En la casa donde se produjo el crimen vive un matrimonio y sus dos hijos de cuatro y siete años. La mujer es prima de la esposa de Daniel. Los pequeños eran sus ahijados.

El domicilio de Daniel, a unas cuadras del lugar del crimen.

El testimonio de sus allegados

Daniel era comerciante. Tenía un local a unas cuadras de su hogar, "La Franci", sobre la Lateral del Acceso Norte, en el barrio Tamarindos III. 

A metros de este local hay un lubricentro. Tres mujeres que lo atienden, e interactuaban a diario con Montilla, contaron cómo vivieron y sintieron el crimen que golpeó a Mendoza en las últimas horas. 

El lugar permanece cerrado por duelo.

"Como él no va a haber. Ha dejado el barrio muy conmocionado", sentenció una de las vecinas.

Visiblemente emocionadas, las mujeres destacaron la calidad humana y solidaridad que caracterizaba a Montilla. Para Elizabeth, "era una excelente persona. No sólo con nosotros, ya que era muy servicial con todo el mundo".

Todas insistieron en que Daniel y su familia siempre fueron personas muy solidarias y con una gran conciencia social. "Una vez hubo un incendio en el barrio. Él y su familia pidieron colaboración para ayudar". 

Elizabeth: "Lo que ha pasado ha sido terrorífico. Ojalá la Justicia haga algo".


Las mujeres recordaron una anécdota que era casi una constante del hombre: cada vez que algún chico de la calle o carretelero iba a su fiambreria para pedir comida, Daniel les convidaba sin dudarlo. Nada de sobras, sino comida de verdad.

La seguridad barrial

Los vecinos de los barrios Tamarindo I, II y III admiten que el barrio tiene sus claroscuros en materia de seguridad: "Dentro de todo es tranquilo. Aunque a veces roban a los chicos cuando se van a la escuela en la mañana", relató resignada Salomé, otra de las mujeres que conoció a Daniel.

Se quejaron de que la presencia policial es escasa, por ello los vecinos acuden los lazos de fraternidad para actuar ante situaciones sospechosas: "Nos cuidamos los unos a los otros" asienten.

"Destruyeron una familia y todo un barrio, ni siquiera se llevaron lo que fueron a buscar"  

La indignación reina durante la charla. Las mujeres coinciden en que el sistema de justicia tiene deficiencias: "Hay que dejar de darle lujos a los ladrones. Que paguen el delito que han cometido", dice casi a los gritos María.

Después expresó un deseo que tienen varias victimas de la inseguridad: "Ojalá que agarren a los culpables. No puede ser que salgas y no sepas si volvés".

Salomé y Maria, consternadas por el crimen.

La unión vecinal

El crimen de Montilla tocó las fibras mas sensibles de los lasherinos. Entre todos organizaron reunirse esta noche en la plaza del barrio Tamarindos II para reclamar "justicia y mayor presencia policial para seguridad de todos". 

Montilla, una víctima más de la inseguridad al voleo, murió poco después de recibir varios balazos, de un grupo de delincuentes que intentaba robarle su camioneta.