¡Admirable! Un albañil de 69 años se recibió de profesor de Filosofía

Luis Alberto García se esforzó y lo logró. El mensaje que dejó es que se puede conquistar un sueño.

¡Admirable! Un albañil de 69 años se recibió de profesor de Filosofía

Por: Mendoza Post

Las historias de personas anónimas que logran cumplir sus sueños, justamente cuando éstos son nobles e inspiran, nos llenan de emoción. Pueden suceder esas conquistas de la vida en cualquier parte del mundo y por alguna razón nos alegran, aunque estemos muy lejos de los protagonistas. Pero cuando suceden más cerca nuestro, lo sentimos como propio, como si algo tuviésemos que ver con el el sueño cumplido de esa persona.

Crió solo a sus hijos.

La historia de hoy es la de un albañil catamarqueño de 69 años. Se llama Luis Alberto García. Él lo logró. A esa edad se recibió de profesor de Filosofía en la Universidad Nacional de Catamarca.

"Tito",  como le dicen sus familiares y amigos, desafió todos los prejuicios. Trabajó, cursó la carrera y rindió bien hasta convertirse en docente de una de las disciplinas más hermosas: Filosofía.

Edificio de la Universidad Nacional de Catamarca.

"Tito" inició su formación en 2006 y tras diez años de sacrificio alcanzó su objetivo. En el medio del recorrido le sacaron un riñón y un tumor de su cráneo, pero eso no le impidió seguir. 

El reciente egresado dijo al sitio web Elesquiú.com:"Yo quiero decirles que sí se puede; en el trayecto escolar falté sólo dos días a clases porque no dejé de cumplir nunca. Entré el 6 de marzo de 2006, ya se cumplieron 10 años. En ese tiempo hubo dos operaciones muy grandes, me sacaron un riñón y fui a rendir fajado".

Atravesado por una dura historia de vida, "Tito" crió a sus hijos solo, se dedicó a la albañilería y aseguró que siembre fue un "lector de la vida". "Siempre estuve estudiando; yo siempre digo que soy mejor lector de la vida que del texto. De esa escuela vengo, de la calle. Soy muy duro a veces en los textos, en las acciones no; me hice de eso, de todos los días, de leer de la vida, no es fácil la lectura de la vida, pero la aprendí a leer, y una de las cosas fundamentales que trato de preservar es mi ignorancia, porque la ignorancia me da soberanía de palabra", agregó García al sitio periodístico.

En su juventud "Tito" estaba bien posicionado pero lo dejó todo por cuidar a sus padres. "Renuncié a la comodidad de un gran trabajo por cartas muy tristes que recibía de mi papá y me volví a mi tierra, Saujil, para acunarlo hasta su último día", contó.