Ángel Alberto Bustos está acusado de homicidio agravado por alevosía por matar a una mujer de 86 años por asfixia, quebrarle costillas y la traquea al asesinarla.
Piden perpetua para un mendocino que mató a una anciana en San Juan
El mendocino Ángel Alberto Bustos, de 31 años, fue detenido el 5 de abril de 2015 luego de haber asesinado a la mujer de 86 años que lo alojaba en su casa de la localidad sanjuanina de Caucete y ahora el fiscal pide la prisión perpetua.
Está acusado de matar a un remisero a cuchillazos en Mendoza.
Bustos declaró que la noche del asesinato había consumido alcohol y drogas, se metió al dormitorio de Jacinta Quinteros (86), la golpeó en la cabeza, le tapó la cara con una almohada y le quebró la tráquea a la altura del cuello matándola finalmente por asfixia.
Por la brutalidad del hecho, en el que también le quebró tres costillas y, una vez muerta, le quebró el brazo izquierdo cuando la arrastraba hasta el fondo de la propiedad para prenderla fuego, el fiscal pidió la prisión perpetua.
Permanecerá detenido hasta conocer su sentencia.
El fiscal propuso imputarlo por homicidio agravado por alevosía ya que atacó a una mujer que no tenía chance de defenderse ya que Jacinta tenía una prótesis en la cadera que la obligaba a usar un bastón para caminar y estaba casi anémica.
Por su parte, el abogado de Bustos, Marcelo Salinas, aseguró que la confesión de su defendido debía estar acompañada de pruebas para ser creíble y que según reveló la autopsia la anciana se había defendido dentro de sus limitadas capacidades. El letrado pidió una condena por homicidio simple e incluso la absolución por el beneficio de la duda.
La sentencia sobre el caso se dará a conocer el próximo viernes, según informó Diario de Cuyo.
Vivió dos años junto a Jacinta antes de matarla.
Además, pesa sobre el mendocino una condena de 18 años por el asesinato de un remisero en nuestra provincia. La víctima fue ultimada a cuchilladas.
Salió de la cárcel del 9 de enero de 2015 por el vencimiento de los plazos de su prisión preventiva y se fugó a vivir con Quinteros que lo alojó en su casa de la localidad caucetera de El Rincón.
