Melconián, su salida del Banco Nación y la pata mendocina

Como cada domingo, Horacio Verbitsky publicó hoy su columna en Página/12. En esta ocasión relacionada con “los verdaderos motivos de la salida de Melconian del Nación”.

Según el periodista, “el relato oficial oculta la verdadera causa de la caída de Melconian”, que sería “una transfusión monstruosa de fondos al Tesoro para el año electoral, que hubiera dejado al Banco Nación una vez más fuera de las relaciones técnicas que permiten su funcionamiento, como ya ocurrió en 2016”.

Allí, Verbitsky habla del “incremento de créditos concedidos por el Banco Nación al Tesoro (mediante la compra compulsiva de títulos públicos) y el simultáneo retiro de depósitos del Fondo Único de Cuentas Oficiales (FUCO)” que en el Banco desembocó a mediados del año pasado en una situación crítica.

Según Página/12, por primera vez desde las regulaciones de 2009 se violaron los límites impuestos al financiamiento por el principal banco público del país al Estado Nacional.

“Ambos movimientos responden a la misma compulsión, que es derivar esos recursos a gastos corrientes. El 20 de julio de 2016, Melconian solicitó una excepción hasta el 31 de diciembre en el cumplimiento de las relaciones técnicas. El mismo día se pronunciaron en forma favorable Alejandra Márquez Miranda, gerente de supervisión de entidades financieras y los gerentes Cristian Pujol, de derecho financiero, cambiario y comercial, y Nora Binaghi, de Asesoría Legal”, insiste el matutino.

Y allí aparece la pata local: un documento del Banco Central referenciado por Verbitsky reseña que “Melconian gestionó ante el entonces unificado ministerio de Hacienda y Finanzas una mejora en el nivel de los depósitos y una cancelación parcial de los créditos e intentó algún maquillaje de la situación, por ejemplo en una deuda de la provincia de Mendoza de 2.200 millones de pesos, reemplazó la garantía de coparticipación federal de impuestos por recursos tributarios cuyanos ‘a fin de aliviar el cómputo sobre el cupo de financiamiento al gobierno nacional’, aunque de ese modo perdiera ‘calidad en sus garantías’”.