Tentadora propuesta para que Argentina tenga billetes de plástico

Una empresa australiana quiere traer al país este tipo de billetes.

Tentadora propuesta para que Argentina tenga billetes de plástico

Por: Mendoza Post

La empresa Innovia que fabrica sus divisas en m{as de 20 países del mundo, quiere hacer aterrizar su tecnología en la Argentina.

Jaime Pancreu, ex presidente del Banco Central de México y hoy especialista técnico de la empresa de origen australiano –primer país en sumar billetes de plástico a su sistema monetario– estuvo reunido esta semana con funcionarios de la línea técnica de la entidad que dirige Federico Sturzenegger, quienes según el mexicano se mostraron interesados en Guardian, el producto de Innovia.

Desde sus plantas en Australia e Inglaterra, Innovia produce resmas de un polímero que sólo la compañía tiene la licencia para fabricar. Ese plástico, que en su origen es transparente pero que luego pasa por un proceso de opacado en el que se dejan algunas “ventanas” traslucidas, sirve de sustrato para que cada Casa de Moneda o Banco Central realice sobre él la impresión de sus billetes.

Una empresa australiana quiere traer billetes de plástico a la Argentina.

Al polímero se le pueden añadir tantas medidas de seguridad como el país que las utilice lo desee, y según explicó Pancreu a Apertura.com, puede ser impreso en las mismas máquinas que los de papel y utilizado en cajeros automáticos tradicionales –a los que sólo hay que hacerles modificaciones técnicas–.

El ex funcionario mexicano aseguró también que más allá de que una primera emisión de billetes de polímero puede ser más costosa que una de papel, estos duran más, por lo que su reemplazo en el mercado tarda más tiempo y la necesidad de reponer divisas es menos frecuente. Además, sostuvo que este tipo de moneda es a prueba de agua, más difícil de falsificar, más higiénica, puede durar entre tres y cinco veces más que los billetes de papel, y con su destrucción se pueden fabricar desde sillas hasta material para la construcción.

"Este tipo de moneda es a prueba de agua, más difícil de falsificar, más higiénica, puede durar entre tres y cinco veces más que los billetes de pape". 

Sobre el tiempo que tarda este tipo de billetes en estar disponibles al público, Pancreu comentó que, desde que una entidad gubernamental toma la decisión de adoptarlos, el proceso puede tardar entre 6 meses y un año.