Siete de cada diez consumidores dejaron de comprar en los súper

Tanto los supermercados como los hiper controlan el 50 por ciento de consumo masivo. Ahora solo controlan el 33%

Siete de cada diez consumidores dejaron de comprar en los súper

Por: Mendoza Post

Por la importante suba que se viene dando en algunos productos en los últimos meses, los consumidores cambiaron la forma de comprar. Una nueva encuesta dice que los consumidores ya no van al súper ni al hipermercado para realizar su compra mensual, sino que optan por autoservicios chinos o almacenes de barrios, lugares a los que van hasta dos veces por día para realizar compras puntuales que satisfagan una necesidad del momento.

Esta situación y la falta de una estrategia que revierta la situación genera nervios en las grandes cadenas de supermercados, según coincidieron empresarios del sector en la tercera edición de las Jornadas de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que se llevaron a cabo miércoles y ayer en La Rural.

"Los consumidores cambiaron la forma de comprar".

Allí disertó Osvaldo del Río, experto en consumo y director de la consultora Scentia, quien opinó que al supermercadismo le falta una estrategia común que le devuelva la confianza a los consumidores y ellos vuelven masivamente a su góndolas.

Los consumidores optan por autoservicios chinos o almacenes de barrios. 

Del Río apuntó que una de las causas para el cambio de hábitos fue la pérdida de poder de compra de los consumidores, en una economía en la que el 68,4% de los trabajadores gana menos de 15.000 pesos mensuales y la inflación sigue en torno al 40 por ciento anual.

Para esa inmensa parte de la pirámide social, los grandes supermercado son una opción pero las posibilidades reales de compra hacen que las compras sean más puntuales y en comercios de cercanía, como autoservicios chinos o almacenes tradicionales de barrio.

El 50% de los tickets de los negocios de cercanía son "monocompras", es decir, adquisiciones de uno o dos productos por vez, dado que los consumidores apuntan a satisfacer necesidades puntuales y así realizan un control más estricto sobre su gasto día a día.