El calvario de los comerciantes de Las Heras

La avenida San Martín sigue cerrada por reparaciones y aún no hay grandes avances. Aseguran que las ventas cayeron 50%.

El calvario de los comerciantes de Las Heras

Por:Hernán Morales
Redacción Post

A casi 7 meses de que comenzaran las obras de remodelación de la avenida San Martín, entre el Zanjón de Los Ciruelos hasta Vieytes de Las Heras, hay muy pocos avances. En este marco, los comerciantes de la zona denuncian que esta obra afectó negativamente en las ventas.

"Es una obra que había que hacer pero se esta demorando mucho y las ventas ya han caído un 50 por ciento", relató a este diario Marta, la cabeza de Farmacia Paz, ubicada en San Martín y José María Godoy.

Para colmo de males, varios comercios han tenido que cerrar sus puertas por el escaso flujo de personas en el lugar. La cuenta es sencilla: al no haber tránsito, no hay clientes y las ventas se desploman.

Cerraron, por ejemplo, la verdulería ubicada en San Martín casi esquina Urquiza o el consultorio dental ubicado a su lado. Otro caso particular es el de una empresa que vende casas prefabricadas y que tuvo que mudarse seis cuadras hacia el sur, a la calle Coronel Díaz, donde el tránsito funciona normalmente.

Montículos de tierra y barro que incomodan el paso.

"Roca Viviendas" se mudó a varias cuadras.

"Esto nos perjudica bastante y encima no han avanzado en nada. Por suerte nuestros clientes fijos se la rebuscan y vienen, pero el resto no lo hace porque se les complica llegar", indicó Cristian, el encargado del Gimnasio Titanium, un local que sobrevive en el epicentro de la obra.

Un dato alarmante: la reconstrucción de las antiguas acequias dejó una bomba de tiempo, y las veredas quedaron prácticamente intransitables, con baldosas "flotantes" de cara a profundos pozos. A metros está la escuela Mariano Necochea y los niños van y vienen constantemente.

Las veredas, peligrosísimas y sin barreras.


Más quejas

No es la primera vez que los vecinos de esta arteria expresan su incomodidad e incertidumbre debido a la lentitud de los trabajos. Ahora las quejas apuntan tanto a la situación económica como a los peligros que provocó la rotura de las veredas, que dejó verdaderos "cráteres" difíciles de sortear.

Sebastián a cargo de una pizzería no escondió de ninguna forma su preocupación: "Me hicieron la zanja hace meses y todavía nadie vino siquiera a poner un caño. Pierdo horas por día limpiando y el trabajo me bajó un 50 %", relató al Post a principios de agosto.

Escombros por doquier.

Las acequias van tomando forma.

La iniciativa de la gestión Orozco en el departamento pretende mejorar el ingreso a la ciudad desde el Sur, a la vez mejorará los sistemas de agua corriente, cloacas y gas.

Inicialmente se les prometió a los vecinos un arreglo de dos cuadras a la vez pero la debacle comenzó cuando se tuvo que romper cuadras extra para reemplazar los maltrechos caños de agua y luego continuar con el nuevo asfalto y cunetas.

Además, la inseguridad

El panorama en ese tramo de la avenida San Martín es verdaderamente desolador, como si fuese un pueblo fantasma. Cuadra tras cuadra de montículos de escombros y tierra que se mete a las casas con una mínima brisa, varias maquinas excavadoras y escasos obreros. Como broche de oro, casi nadie transita la zona.

Algunos valientes se animan a sacar el auto.

"La gente tiene miedo de caminar por acá. A la lentitud de esto agregale la inseguridad. No hay guardia a la noche y los vándalos tiran piedras a los locales. Ya rompieron cuatro y dos autos", comentó indignada Gladys, dueña de la tienda de mascotas Miguau.com.

Y agregó preocupada: "La municipalidad dice que en octubre va a estar todo arreglado pero los albañiles nos dicen que entre noviembre y diciembre. A este paso voy a tener que cerrar. El sábado vendí $100 en todo el día".

El que pisa, se cae.

Hay algunos puentes improvisados para cruzar la calle.

Leer también: Así son las "trincheras" de Las Heras