Un amor que nació en un barrio de Dorrego y se recuperó por las redes sociales

En la adolescencia eran vecinos y estuvieron dos años de novios, luego se distanciaron y después de ocho años se reencontraron por Facebook y se unieron para siempre.

Un amor que nació en un barrio de Dorrego y se recuperó por las redes sociales

Por:Mariana Gil
Weddings

"Nos conocimos en el 2001, cuando Mario se mudó con su familia a vivir enfrente de mi casa, pero lo veía muy poco, yo era amiga de sus hermanas. Con el tiempo fuimos conociéndonos y nos hicimos muy amigos, hablábamos y pasábamos mucho tiempo juntos. En ese época, yo no percibía que a él le pasaran cosas conmigo, hasta que un día, camino a la parada del colectivo me dio un beso, recién ahí me di cuenta de lo que realmente me pasaba con él", contó Eliana García Menendez (27) quien ahora es la flamante esposa de Mario David (32). 

Y es su compañero de vida quien sigue contando la historia de amor: "Después de ese beso comenzamos a pasar más tiempo juntos, y casi sin darnos cuenta estábamos de novios. Éramos muy jóvenes por lo que nuestros primeros años de novios transcurrieron entre largas caminatas por el barrio, pasando por noches de películas en casa, y hasta propuestas de casamientos que nunca ella me creía”. 

Pero no todo es color rosa, y los dos juntos recordaron quizás el primer obstáculo en el camino: “Después de dos años juntos, nos separamos y cada uno continúo su vida, y lo que parecía un amor de juventud, quedó en el tiempo”.

Sesión post-boda en el espacio para eventos Lola Mora

Cada uno tomó su rumbo, la universidad, el trabajo, entre otras cosas, y así pasaron 8 años sin verse, ni hablarse ni encontrarse, y ya Mario no era su vecino.

Hasta que un día, a él se le ocurrió buscar a Eliana en Facebook y, casualmente, la encontró y, por curiosidad, le mandó una solicitud de amistad, a la que ella nunca respondió, e incluso rechazó, este fue el comienzo de un camino de intentos fallidos por contactar a su amor. 

Por suerte, finalmente ella acepto su solicitud, y comenzó el encuentro virtual que derivó en una cita en un café. 

“Parecía que nunca nos habíamos separado, cada día compartíamos más cosas, y el tiempo juntos comenzaba a ser algo muy parecido a nuestro amor de juventud, hasta que un día descubrimos que éramos nuevamente una pareja, y luego, a los dos años nos casamos”, recordaron los enamorados.

Para Eliana, el encanto y atracción hacia Mario fue por su mirada, “es como si le brillaran los ojos todo el tiempo. Además, me acompaña en todo, hasta en lo más mínimo, él siempre está ahí firme. Somos muy amigos, hablamos todo”.

Mientras que él confiesa que de ella le gustó su forma de amar. "No se guarda nada, siempre deja todo en la cancha. Es mi compañera de vida, me transmite confianza, y seguridad. Siempre está pendiente de mi, estemos juntos o separados ella se encarga de hacerme sentir acompañado”.

Para Mario, “ella es una persona muy transparente, y con un corazón enorme”, y Eliana define a su marido como "muy inquieto", y que habla "hasta por los codos".

La propuesta

A la hora de propuesta del casamiento, fue Mario quien tomó la decisión para el cumpleaños de su novia y aprovechó a saludarla y, de paso, pedirle la promesa de amor eterno.

Eli le respondió con un “no” entre risas. Pero ahí no iba a terminar la historia. El joven siguió insistiendo con sus propuestas de casamiento hasta que ella finalmente dijo que “”. Ese mismo día fueron a comprar un juego de alianzas que diseñaron a su gusto.

Los recién casados en la Parroquia Asunción de la Virgen en Dorrego.

Y llegó el gran día

Los preparativos de la boda demandaron un año, los dos organizaron todo y se ocuparon de cada detalle, hasta del diseño de las tarjetas de invitación.

La familia también colaboró en la boda, María Alejandra, la madre de Eli; la tía, Ruth; la ahijada, Ailen llevo los anillos hasta el altar, y la abuela, Amelia, que con sus 79 años se encargó de los arreglos florales de la iglesia y salón para su preciada nieta.

El día  esperado arrancó pasado el mediodía en la casona ubicada en el espacio para evento Lola Mora,  donde Eliana se peinó con el peluquero Juan Carlos Velázquez, y se maquilló con Natalia Ibañez.

"Verla entrar vestida de novia fue increíble" 

“El momento más emocionante fue la entrada a la parroquia Asunción de la Virgen, en Dorrego. Toda una sorpresa, yo conocía todo sobre nuestro casamiento, excepto cómo se iba a lucir mi novia, y estaba bellísima. Verla entrar vestida de novia fue increíble, se me vinieron a mi mente todas las cosas que vivimos juntos, fue el momento más lindo”, contó emocionado Mario.

En la misma sintonía, para Eli también ese fue el momento más emotivo: "Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando lo encontré esperándome, no podía ni mirarlo. Nunca pensé que se podía sentir algo tan lindo”, recordó la joven de cabellos largos y rubios con una voz dulce y cálida.  

La diversión se concentró en el salón Lola Mora, donde los comensales se deleitaron con un asado campestre, y sorpresas que los novios prepararon especialmente para la ocasión: show en vivo con malabares, cotillón luminoso y toda la fiesta  acompañado con la música del DJ Big Bruno, quien hizo que la diversión se extendiera hasta el amanecer. 

“El día del casamiento fue lo más hermoso que pudimos vivir, no faltó nada, nos sentimos totalmente completos, felices, disfrutamos del día más importante de nuestras vidas como lo deseábamos y con nuestros seres queridos”, contó la feliz pareja.  

Un recuerdo eterno

“Las fotos y el video son una de las cosas más importantes del casamiento, porque es lo que permite vivir ese día desde otro ángulo, nosotros descubrimos un montón de cosas que en su momento no habíamos visto, como caras y emociones. Por eso, es muy importante la elección adecuada del fotógrafo, nosotros nos reunimos con él varias veces, compartimos ideas y le contamos nuestra historia, nos sentimos muy cómodos, nos trasmitió confianza. Fue genial poder compartir ese momento con Gustavo Savelli”, concluyó la pareja en la entrevista para el Post.

Esta nota habla de: