Jonathan Morales y Andrés Merlo son juzgados por un jurado popular por el crimen del médico ocurrido en 2013. El detalle de la investigación.
Caso Prado: en qué elementos se basa el juicio
De los crímenes ocurridos en Mendoza en los últimos años, uno de los que más impacto tuvo en la opinión pública fue el del médico Sebastián Prado. Es relevante mencionarlo, ya que llegó a la instancia de juicio esta semana, seis años después del crimen. Por aquel entonces, cuando sucedió, el caso encendió la ira social por la inseguridad y caló hondo en las esferas políticas. Consecuencia de ello fue la renuncia del entonces ministro de Seguridad, Carlos Aranda.
Jonathan Morales e Ismael "Pipi" Merlo son los dos acusados de matar al médico Prado en el año 2013, en Ciudad. Ambos se enfrentan a un jurado popular por el delito de "homicidio criminis causa" y arriesgan perpetua. El juez técnico es Mateo Bermejo y la fiscal, Claudia Ríos.
Durante la primera jornada desarrollada este martes, se presentó a declarar la esposa de Prado, Carla Santarelli y "Tyson" Gómez, el sujeto que días después del crimen, acusó a los imputados.
Morales está señalado como el autor material del hecho y Merlo como el cómplice que lo esperó en una moto, en la esquina de calle Perú para luego escapar del lugar.
La defensa había solicitado a los jueces Belén Salido, Pedro Chacón y Carlos Parma que el caso no llegara a debate, ya que argumentaban inconsistencias en la investigación. Sin embargo, el Juzgado Penal Colegiado no dio lugar a la solicitud y elevó el caso a juicio en diciembre del año pasado.
La causa ha sido muy compleja: por caso, en la instrucción no hubo elementos probatorios contundentes y no hay testigos que ubiquen a los imputados en el escenario del crimen. Por tal motivo, el expediente estuvo cinco años estancado.
Días después del crimen, Merlo y Morales fueron detenidos, por orden del fiscal Daniel Carniello, quien fue el primero en instruir la investigación. Los sospechosos fueron detenidos en el asentamiento Costa Esperanza, donde hoy se erigen las torres del Procrear, en la zona de Suipacha y Tiburcio Benegas. El dato había sido aportado por "Tyson" Gómez que actualmente purga una pena por otro crimen.
Sin embargo, ante la falta de pruebas, ambos recuperaron la libertad en pocas horas. Respecto a Morales, quien en esa época trabajaba como mozo en un café de calle Colón, fue beneficiado por el testimonio de su jefe quién dijo que el día y a la hora en que ocurrió el asesinato su empleado estaba en horario de servicio.
A partir de ese momento, la causa quedó estancada ya que las dos cámaras de seguridad no aportaron nada contundente y no había testigos que los comprometieran.
En enero de 2018 el expediente tuvo un giro. Morales volvió a ser vinculado con el asesinato de Prado, cuyo origen fue haber cometido otro homicidio en ocasión de robo. Se trata del asesinato de José Álvarez en su finca de Colonia Molina. Este crimen fue confesado por Ezequiel Orozco, quien contó que su cómplice había sido Morales y que además, éste le había revelado haber sido el autor del crimen del médico.
En detalle, Orozco declaró que Morales le había dicho que había que robarle a Álvarez y después matarlo para no quedar incriminados. Le dijo que no debía preocuparse porque una vez había matado a un médico y había "zafado" por su patrón.
Esta declaración reactivó la investigación ya que Merlo y Morales no habían sido aún sobreseídos por el caso Prado.
Al respecto, el abogado defensor de Merlo, Cristian Vaira Leyton, dijo en la mañana de este martes a Canal 9: "Venimos con una investigación que creemos incompleta, con cinco fiscales e irregularidades que hemos notado antes del juicio. Nuestra estrategia es decirle al jurado la verdad.
Por otro lado, el letrado señaló que van a insistir en probar que no existe, ni antes ni ahora, vínculo entre su defendido y Morales. "No están vinculados, ni siquiera desde antes como amigos o compañeros de trabajo, o algo. Entre ellos no tienen relación".
Finalmente, Vaira Leyton insistió en que la acusación contra Merlo es "abstracta" y que su defendido no estuvo en el lugar del hecho.
El caso
El 6 de septiembre de 2013 Sebastián Prado se preparaba para ir a un cumpleaños familiar. El traumatólogo que trabajaba en el Hospital Central se encontraba en la puerta de su casa, ubicada en el pasaje Inalicán, casi Perú, en la Sexta Sección.
Prado estaba cargando los bolsos a la camioneta. Sus hijos pequeños ya estaban subidos al rodado. En ese momento, apareció un delincuente con intenciones de llevarse el rodado. El médico empezó a forcejar, ante la desesperación porque sus hijos estaban arriba del vehículo y el ladrón lo acribilló de tres disparos. El doctor murió en el acto.
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