"La volatilidad y la imprevisibilidad siempre desalientan la inversión y el desarrollo", advirtió Ecolatina.
La "ensalada" de medidas oficiales conspira contra las exportaciones
La evolución errática de la política económica del Gobierno nacional conspira contra la competitividad del sector exportador a pesar de los discursos oficiales a su favor, ya que "la volatilidad y la imprevisibilidad siempre desalientan la inversión y el desarrollo", sostuvo Ecolatina, en un análisis crítico de las "marchas y contramarchas" en la materia de los últimos años.
En un repaso de los tres años de gestión relacionada con el comercio exterior, la consultora concluyó que "no hubo una conjunción de política comercial y cambiaria consistente y con horizontes de mediano plazo implícitos ni explícitos".
"Pese a los discursos oficiales sobre la importancia de estimular las exportaciones, lo cierto es que en los últimos tiempos las novedades en este frente fueron marginales y con demasiadas marchas y contramarchas", cuestionó.
Al respecto, señaló que en 2016 "el tipo de cambio real escaló 16%", las cantidades exportadas treparon 7% y, pese a la recesión, los volúmenes importados avanzaron casi 4%.
En 2017, tras la eliminación de los últimos controles a la cuenta capital, el tipo de cambio se apreció 9% y las cantidades importadas se dispararon 15%, en tanto pese a una buena cosecha, las exportaciones se mantuvieron prácticamente inalteradas (+1% en volúmenes).
En 2018 la reacción favorable de la cuenta capital se revirtió y dio lugar a la crisis cambiaria, el tipo de cambio real subió casi 30% en el promedio anual y los volúmenes importados retrocedieron 6,5%.
"A contramano, las cantidades exportadas también permanecieron estables, producto de la sequía; sin embargo, cabe destacar que las manufacturas de origen industrial escalaron 8,5%", indicó Ecolatina, que a su vez observó que "la dinámica del sector externo fue una variable de segundo orden, quedando supeditada a los resultados de otras áreas de política económica".
Para la consultora, "a partir de esta 'ensalada' de números, se observa una evolución particularmente errática" y criticó al respecto que "las primeras medidas adoptadas luego del endurecimiento de las metas fiscales minaron la rentabilidad de todo el arco exportador", en referencia a la "reimposición de retenciones y supresión de la mayoría de los reintegros".
"En igual sentido, la disparada de la tasa de interés recorta el crédito, impidiendo mejoras de productividad, a la par que se traslada al precio de venta (mayor costo financiero) de modo que también golpea a una competitividad que se había recuperado".
Asimismo, destacó que "los últimos esfuerzos del equipo económico se dirigieron a contener al tipo de cambio, provocando una apreciación de 17% interanual en el período".
Ecolatina cuestionó que "pese a que las ventas externas podrían ser una salida de corto plazo para la crisis y una solución de mediano plazo para la escasez crónica de divisas, quedan relegadas frente a otras exigencias, principalmente las fiscales".
La consultora finalizó puntualizando que "más allá de qué política se decida, lo importante es dar un horizonte de certidumbre a mayor plazo plazo", ya que "la volatilidad y la imprevisibilidad, siempre desalientan la inversión y el desarrollo".