Es la sala más grande de Mendoza, con camarines traseros y una acústica única. Se vendió en 1996 y el Gobierno de Paco Pérez prometió recuperarlo. Sigue abandonado.
Otra obra en el olvido: cuando el Estado prometió recuperar el Gran Rex
"Estamos trabajando y negociando el recuperar del centro de los mendocinos un espacio que es muy fuerte para nuestra historia que es el Cine Teatro Gran Rex", aseguraba en 2013 el ex gobernador Francisco Pérez, en aquella la apertura de la Feria del Libro de la que ya pasaron seis años.
El Gran Rex es la sala más grande de la provincia. En 2006 estuvo a punto de ser convertida en un shopping, lo que iba a dejar a la provincia sin uno de los espacios con mejor acústica y camarines del país, por lo que se juró que iba a volver a ser un teatro.
El cine teatro, fundado en 1943 por los hermanos José y Segundo Antún, tuvo los estrenos de cine hasta finales de los 90, y por su escenario pasaron grandes artistas de todos los géneros que pedían ese escenario: desde Moria Casán y Porcel hasta Charly, Spinetta, Les Luthiers, Julio Bocca o los Enanitos Verdes.
En 1996 la sala se vendió y hoy es un monumento derruido, en pleno centro mendocino.
"Vamos a colocar una partida presupuestaria en el presupuesto 2014 y estamos queriendo hacer una evaluación de la estructura y de las reformas que hay que hacerle una vez adquirido. Son obras patrimoniales, la puesta en valor ayuda a desarrollar una actividad que crece que es el turismo de historia", prometió Pérez aquella vez.
Y prometió que serviría de lugar estable para el funcionamiento de la Filarmónica y el Coro de Niños Cantores de Mendoza.
El enorme edificio sigue vacío, en plena calle Buenos Aires
