"Este año dejé mi trabajo para hacer videojuegos"

Cómo crece esta industria millonaria en Mendoza. El desarrollo de empresas que generan empleo joven y rentable.

"Este año dejé mi trabajo para hacer videojuegos"

Por:Ana Paula Negri
Periodista

El desarrollo de los videojuegos es una de las industrias creativas que más dinero producen en nuestro país, más que el cine. Según informó el diario La Nación: "Es una industria que genera 1200 millones de pesos anuales en la Argentina, más de 2 mil puestos de trabajo y un 95% de exportación de contenidos".

Quienes son parte de esta industria en Mendoza destacan al 2018 como uno de los mejores años desde que comenzaron a organizarse los estudios. Se publicó un juego en Japón, se presentó otro en el Vaticano y el año que viene se estrenará el juego más caro que se ha producido en Mendoza con un 50% de inversión local.

Tres de los estudios más importantes de la provincia, Scubalight Studios, Nonsense Arts y R1 Group, le explicaron al Post la clave de su éxito:

Proceso de producción

Para plantear un proyecto, según Leandro Agostino, CEO de Scubalight Studios, primero se necesita definir qué equipo se necesita para ese proyecto particular: "Los equipos más pequeños son de tres o cuatro personas donde tenés un programador, un animador, un músico y una persona que nuclea a las demás que es la que escribe el videojuego, el pegamento del equipo, y de ahí en adelante vas multiplicando las personas dependiendo del juego".

Leandro Agostino, Scubalight Studios

Por su parte, el CEO de Nonsens Arts, Nicolás Recabarren, destacó: "una característica muy particular de los equipos independientes, es el generalismo. Es decir, que una misma persona realiza más de una actividad, por ejemplo, en el último juego que lanzamos estaba el músico y yo que hicimos todas las actividades. Él hizo marketing, producción, música y yo hice arte, programación y diseño".

Nicolás Recabarren, Nonsense Arts

En cuanto a los desarrollos, Fernando Roux, quien lidera R1 Group hace 25 años, afirmó: "empezamos con los videojuegos hace unos 5 o 6 años más o menos. Creímos que porque éramos una empresa de desarrollo de software podíamos hacer videojuegos de taco y nos estrellamos con una realidad: se necesitaban varias áreas para hacer videojuegos".

Fernando Roux (izquierda) junto a Federico Agostino (derecha)

Agostino agregó: "Antes de armar el equipo hay un proceso de preproducción donde se dimensiona el proyecto, hasta acá es todo teórico, cuando este proceso está medianamente cerrado y vos tenés una idea clara de lo que querés hacer, pasas a la segunda instancia que sería el prototipado que en videojuegos se llama MVP (Minimum Viable Product), el producto mínimo viable es como un teaser de cine con el cual uno sale a buscar financiación en el caso de producciones grandes. Cuando ya tenés ese MVP y hacés buenos negocios, que tenés que salir a buscarlos en el exterior porque en el país son contados con los dedos los inversionistas de videojuegos, y conseguís hacer ese trato, ahí te bajan el dinero para la producción y ahí volvés a reclutar un segundo equipo que es el que va a hacer el videojuego. La final es un lanzamiento y se hace la posproducción que sería actualizaciones y mantenimiento una vez que ya está el juego levantado".

Los proyectos pueden durar entre dos a cuatro meses hasta uno o dos años.

Los productos

En cuanto a los desarrollos, cada uno contó cuáles fueron los mejores proyectos de este 2018. Por empezar, Roux describió el videojuego que se presentó este año en el Vaticano: "Nosotros hicimos un juego geoposicionado, es como un Pokemon Go religioso, Follow JC Go, que se lanzó en el Vaticano el 18 de octubre. Es para móviles y nos llevó un año hacerlo. Lo hicimos para una fundación religiosa que está en Estados Unidos y ellos trabajan evangelizando jóvenes y usando las herramientas tecnológicas como una herramienta de nueva comunicación, una manera más amigable y moderna de poder comunicar la religión. Tuvimos 250 mil usuarios en menos de un mes registrados, el primer fin de semana entraron 60 mil en un día y el server no aguantó, tuvimos que escalar en un día todo a más servidores, tuvimos una experiencia fuerte digamos en ese caso".

Desde Nonsense Arts presentaron este año Ethereal que el CEO describió así: "Un juego de ingenio, artístico, un poco psicodélico, lo trabajamos durante mucho tiempo, muy experimental. Nos fuimos metiendo en festivales con muchas nominaciones pero pocos premios concretos. En 2017, finalmente ganamos un premio al mejor sonido en Big Festival, que es el festival de juegos independientes más grande de Latinoamérica que se hace en Brasil y agarramos más tracción, incluso nos motivamos más. Asistimos a la Game Developers Conference (GDC) donde pudimos hablar con contactos que ya teníamos de Humble Bundle, (como un Netflix de videojuegos que dona parte de sus ganancias a la caridad). Conseguimos un contrato con ellos para que nuestro juego debute en septiembre. Para nosotros era un muy buen trato porque la empresa tiene mucho peso a nivel internacional y eso fue como nuestro broche de oro para nuestro primer proyecto independiente. Mientras hacíamos eso agarramos proyectos freelance con una empresa que se llama Legends of learning que son juegos educativos, lo hacíamos como lado B. Son equipos de dos o tres personas que desarrollamos proyectos para vivir".

Desde Scubalight, el año pasado presentaron Don't Kill Santa: "En el 2016 no se hizo la Exposición de Videojuegos de Argentina (EVA) en Mendoza y no se exportó ningún videojuego. En 2017 se hizo un primer EVA que estuvo muy lindo, nosotros (Scubalight) exportamos Don't Kill Santa que lo pudimos publicar en Japón, estuvo buenísima la experiencia. En el 2018 tuvimos varios títulos que se estrenaron y el EVA tuvo un altísimo nivel", dijo Agostino.

"En Scubalight vendimos videojuegos, los empaquetamos y entregamos al margen de las cosas que podemos nosotros producir, sino que son a pedido", comentó.

Las reuniones

El club de los videojuegos fundado en la Universidad de Mendoza por Leandro Agostino, las juntadas de desarrollo, hackatones, exposiciones y workshops así como los torneos de deporte electrónico y fan games han sido trascendentales para que esta industria crezca. Según comenta Agostino, a través de estas reuniones, otra empresa mendocina, Bacus Studio lanza en febrero el videojuego más caro que se ha realizado en Mendoza "y estamos super contentos porque consiguió una editorial de Los Ángeles que lo va a ayudar con el lanzamiento", agregó.

Financiamiento

Uno de los pilares para el desarrollo de estas empresas es el financiamiento que puedan conseguir a través de diferentes planes. En ese sentido, Agostino explicó: "En Mendoza, este 2018 hubo un gran apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) bajo todo el marco de esta economía naranja que está impulsando el BID pero particularmente en Mendoza hubo mucho apoyo. Se firmó un convenio que se empezó a implementar que se llama FOMIN, Film Andes es el ejecutor de este proyecto y nos ayuda a nosotros junto con otro tipo de subsidio como el Mendoza Emprende u otros, es con todas las cosas que no son sueldos como viajes con acciones comerciales, estructura, equipamiento, capacitaciones. Nosotros desde Scubalight hemos accedido a varios y estamos super agradecidos con la provincia por todo el apoyo. El Ministerio de Economía ha velado mucho por el interés de que esto salga adelante, entonces eso por un lado ha servido mucho de patada inicial, pero somos conscientes de que lo que hay que hacer para pagar sueldos es vender productos".

Federico Agostino, Scubalight studios.

Incluso el creador de Ethereal comentó: "Este año dejé mi trabajo formal para dedicarme a los videojuegos. Hacía un trabajo de software tradicional. Como los videojuegos se venden en dólares, lo que cobramos rinde más. Todo este sistema funciona si en los próximos 6 u 8 meses yo largo algo nuevo, sino no. Pero si todo sigue bien, como los últimos 6 años debería andar bien".

Inversiones de alto riesgo

Federico Agostino, es ingeniero industrial y está encargado de armar las propuestas para las empresas, él explicó que se trata de inversiones de alta rentabilidad pero a un altísimo riesgo: "Armé un proyecto, armé financiamiento, armé estrategias y todo un sistema para que más o menos funcione porque es un mundo y es muy difícil si vos decidís realmente tener un estudio de desarrollo. Son inversiones de altísimo riesgo, plazos de entrega larguísimos, donde hay mucha gente involucrada donde hay que tener cierto control, cierta administración, cierto orden, planificación y empecé a sumarme con la parte de diseño".

Pero por su parte, el gerente de R1 Group sumó: "Yo voy a comentar algo no tan optimista. Tengo una realidad diferente, nuestra empresa tenía 15 personas el año pasado ahora somos 10. Los videojuegos tienen una apertura y una oportunidad muy interesante que realmente si te va bien con un videojuego podés ganar mucho dinero, como te puede ir muy mal. Ponés un grupo grande de gente a trabajar en un proyecto particular, para un proyecto bien o mal planteado, hay tantas aristas para que un juego tenga éxito y podés llegar a fracasar en el camino. Tenés que saber lo que vas a hacer, ser muy serio en los estudios que vas a hacer, involucras mucha gente en el medio y esa gente dependiendo de las edades y las realidades que tienen pueden tener un sueldo mayor o menor, pueden apostar o no, porque también hay mucho de amor a este arte de los videojuegos en los que participan pero cuando tenés estructuras bastante grande y lo que hemos estado haciendo es reinvertir las ganancias de desarrollos de software tradicionales, en apostarle al videojuego. Ponés en riesgo un poco el futuro, salís de la zona de confort".

Luego agregó: "Si estuviéramos en Estados Unidos u otra zona por ahí llegamos más fácil a financiamiento o a inversores, acá es difícil. Los inversores son pocos en Argentina. Tenés que buscar inversores de otro tipo de negocios para que se pasen a este mundo del videojuego".

Al respecto Agostino, quien viajó este año a San Francisco y Alemania para conseguir financiamiento para sus proyectos, agregó: "El 90% de lo que se invierte en la industria del videojuego en Argentina se va, solo el 10% queda. Cuando vos conseguís un inversor extranjero, las ganancias se van de nuevo al extranjero. Entonces, en 2017 la industria del videojuego en Argentina generó 5 mil millones de dólares, solo quedó el 10%. Pero eso es para la industria creativa en general porque para el cine es lo mismo, lo banca el INCAA, pero si lo eliminás, ¿cuántas películas se harían?".

También explicó la función de las editoriales, o publishers, de videojuegos: "La editorial de videojuegos muchas veces es el financista. Depende de qué editorial, no todas hacen financiación, pero muchas de ellas sí. Cuando presentás una buena carpeta y un buen MBP, bien peinado y perfumado, lográs el 90% del financiamiento. Acá lo que estamos buscando localmente es el 10%".

Falta entrenamiento

Desde R1 Group afirmaron que será difícil encontrar programadores senior en el futuro: "Entrenar gente es algo que acá falta y lamentablemente están pasando cosas que nos van a complicar cada vez más, como que se instalen empresas extranjeras en Mendoza en el polo TIC, que está bárbaro que vengan pero una de ellas va a necesitar 900 programadores en los próximos dos años. Ellos vienen con capitales extranjeros, con una espalda para bancar un sueldo que las pymes no la tenemos y sacan los profesionales de las pymes. Buscan un programador senior y no hay muchos especializados de las empresas que están acá por lo que hay que hacer todo un trabajo educativo y de seguir generando programadores para no tener esa pérdida" y agregó: "Lo que podría ser ganancia, reinventir en gente que aprenda para poder mantener un equipo trabajando en lo que te da de comer y otro equipo desarrollando la idea de juego que querés".