Unilever muestra su deshidratadora más grande, ubicada en Mendoza

A través de su marca Knorr. Esta planta modelo trabaja en conjunto con el INTA.

Unilever muestra su deshidratadora más grande, ubicada en Mendoza

Por: Andrés Figueroa

Knorr, líder en alimentos y una de las enormes marcas de Unilever, abrió las puertas de su cocina para contar todo sobre el origen de sus vegetales, que por cierto se producen en Mendoza, donde se encuentra la única planta deshidratadora de la compañía en el mundo y la más grande de Argentina.

Todos los productos de Knorr tienen algo en común: son deshidratados y no tienen conservantes. Esto es posible gracias a la planta Mendoza donde se cultivan, cosechan y deshidratan sus vegetales, cuidándolos desde el origen.

Así la planta de Mendoza es la única deshidratadora de Unilever en el mundo y la más grande de Argentina. Está conectada con 23 fincas de esta provincia, sumados San Juan y Córdoba, generando empleo entre el campo y la fábrica, para más de 400 familias de la zona durante todo el año.

"Los vegetales están en el corazón de todo lo que hacemos, son cultivados y cosechados por agricultores locales, pasan por la planta en Mendoza donde son cuidadosamente deshidratados para que podamos preparar comidas ricas y fáciles, todo el año. Queremos inspirar a más personas a comer mejor, a incorporar más variedad y cantidad de vegetales, promoviendo una alimentación más consciente y saludable", destaca Ana Hernández Hermida, Brand Manager de la firma en Argentina.

El proceso de deshidratación

Según explican los especialistas, la calidad de todos los productos Knorr permanece intacta gracias a su proceso de deshidratación, el cual consiste en introducir los vegetales en hornos de secado, donde recibe aire caliente y se logra disminuir el porcentaje de humedad hasta un 6 y un 8%. Se trata de siete hornos semi continuos que hay en la planta y trabajan con 10 bandejas, donde circula aire caliente por su interior, provocando evaporación y reducción del líquido.

Los vegetales permanecen en estos hornos aproximadamente cuatro horas y hacia el final del proceso se realiza el último ajuste para que lleguen a una humedad de entre el 4 y 5%. Con estándares de excelencia en calidad, el circuito de deshidratación permite conservar los nutrientes necesarios como también preservar el sabor de los vegetales.

Así, en Mendoza se deshidratan: zanahoria, zapallo, espinaca, albahaca, repollo, puerro, tomate, ajo, papas, pimiento rojo, cebolla y batatas, con los que se elaboran sus productos. Una vez almacenados, los vegetales son pesados, controlados, y de forma manual se seleccionan y separan.

"Buscamos constantemente agregar valor desde el origen, fomentando una producción inteligente y responsable desde lo ambiental, social y económico. La evolución hacia la agricultura regenerativa es un reflejo de la forma en la que concebimos la manera de producir en Unilever, con un impacto positivo para el ecosistema local, preservando la fauna y flora, así como también generando un diferencial para las personas que viven en el lugar, impulsando el desarrollo humano y económico de cada región" agrega Hernán Sperber, Director División Nutrition de Unilever River Plate.

También se promueve una política de residuos y uso de energía sustentable donde gran parte de los productos son despachados sin pasar por el centro de distribución. De esta forma, en el proceso se reduce el equivalente a 19 camiones mensuales: 15 toneladas de CO2.

Trabajo con el INTA

En este desarrollo, desde hace tiempo la compañía realiza un trabajo colaborativo junto al INTA fomentando la adopción de nuevas tecnologías, agricultura regenerativa y programas de apoyo a los pequeños productores de la zona.

Claudio Galmarini -especialista en mejoramiento genético de hortalizas del INTA- destacó la articulación con Unilever: "A lo largo de casi 30 años construimos un vínculo muy sólido que permitió concretar logros en materia de mejoramiento genético en zapallo, cebolla y zanahoria destacadas por su calidad, rendimientos y uso eficiente de los recursos". Y comentó: "Con orgullo, podemos afirmar que, en muchos caldos y sopas que se consumen en la Argentina y en otros lugares del mundo, está presente la genética nacional". 

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