Un año secuestrado en Venezuela: qué se sabe de Nahuel Gallo

"Hace un año Nahuel salía de casa con la ilusión de reencontrarse con nosotros", recordó su esposa. Dos compañeros del penal en Venezuela reconstruyeron la historia del gendarme argentino detenido desde diciembre de 2024.

Un año secuestrado en Venezuela: qué se sabe de Nahuel Gallo

Por: Mariano Rivas

A casi un año del secuestro en Venezuela, no paran los reclamos sobre la situación del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, detenido desde el 8 de diciembre de 2024 en la prisión de máxima seguridad Rodeo 1. Gallo prestaba servicio en Uspallata y salió de vacaciones rumbo a Venezuela, donde vivían su pareja y su hijo. Allí fue arrestado apenas cruzó la frontera, sin acceder nunca a un abogado defensor ni a garantías mínimas de un debido proceso.

Este sábado, la esposa de Gallo, María Alexandra Gómez, escribió en su cuenta de X: "6 de diciembre: hace un año Nahuel salía de casa con la ilusión de reencontrarse con nosotros. Nahuel viajó en su licencia de vacaciones, no estaba en el ejercicio de sus funciones. Hace 363 días los únicos responsables de que Nahuel Agustín Gallo no haya llegado a nuestro lado lo único que han hecho ha sido mentir, torturar y hacernos daño".

"Lo culparon sin pruebas, nunca lo presentaron ante ningún Tribunal, le han violado TODOS sus Derechos Humanos. NO está preso, está en Desaparición Forzada y eso es un Crimen de Lesa Humanidad. TIENEN QUE LIBERARLO YA", cerró la mujer.

"Olor a semimuerte": los durísimos relatos de sus ex compañeros de prisión

En estas últimas semanas, varios ex compañeros de prisión han relatado a distintos medios cómo fue compartir reclusión con el gendarme argentino. Tras recuperar la libertad, Edwin Iván Colmenares, abogado colombiano, relató las condiciones de hacinamiento extremo: celdas de apenas dos por cuatro metros, 23 horas diarias de encierro y solo una salida mínima al sol. Allí debían comer, bañarse y hacer sus necesidades en el mismo espacio, sin privacidad ni elementos básicos de higiene. "El daño no es sólo físico sino psicológico", afirmó en una entrevista.

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La falta de limpieza agravaba aún más el panorama. Colmenares describió enfermedades constantes originadas por la insalubridad: "Vivían enfermos de diarrea", explicó, al tiempo que recordó: "Yo creo que teníamos heces fecales en toda la celda porque ahí nos bañábamos, hacíamos nuestras necesidades y orinábamos todo el día". Incluso, cuando se tapaban las cañerías, los propios detenidos debían limpiar sin recibir productos adecuados.

En caso de "faltas", eran enviados a celdas de castigo. "Te sacaban desnudo de la celda, te esposaban, te encapuchaban y te dejaban en una celda de castigo por 24 horas, vigilados por cámara, sin comunicación con nada", recordó Colmenares, describiendo uno de los métodos más temidos dentro de Rodeo 1.

Pese a su fortaleza personal, el encierro quebró anímicamente a Nahuel Gallo. Su ex compañero contó que atravesó crisis de ansiedad: "Él tuvo episodios de ansiedad, se estresaba mucho y comenzaba a sudar y a caminar por toda la celda desesperado". También resaltó la constante añoranza por su familia: "Su disciplina y su entrenamiento lo ha llevado a ser una persona muy resiliente pero eso no quiere decir que esté bien. Pone por fuera una coraza pero por dentro está totalmente deshecho. Él estaba muy aburrido de estar ahí, extrañaba mucho a su familia".

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Otro sobreviviente del penal es Renzo Castillo, quien reveló detalles de la dinámica interna del centro clandestino. "Empieza por el olor. Es olor a semimuerte. Es frío. Huele a cemento, a metal, a angustia. Jamás presencié algo igual. El silencio no existe. Las esposas chocan, las rejas chillan, la radio militar nunca se apaga", relató. También denunció que cada semana los detenidos eran obligados a escuchar discursos del régimen como parte de una forma de tortura psicológica.

Lejos de quebrarse, los presos forjaron lazos de solidaridad. "Formamos una hermandad", aseguran quienes estuvieron allí. Castillo recordó especialmente el rol de Gallo: "Gallo hablaba de una manera inconfundible. Firme, sincero, sin medias tintas. Siempre decía la verdad", y destacó su liderazgo emocional en los momentos más duros.

Imagen del día en que Nahuel salió rumbo a Venezuela hace un año, compartida por su esposa este sábado.

Uno de los episodios más conmovedores ocurrió cuando los prisioneros extranjeros cantaron sus himnos nacionales. Castillo recordó: "Fue una forma de demostrar que no nos rendíamos". Al llegar el turno de Argentina, Gallo entonó: "Oid, mortales, el grito sagrado... ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!". Sobre ese instante, el sobreviviente afirmó: "Lo cantó con una potencia increíble, repleto de valor y orgullo. Que el pueblo argentino lo sepa: en Rodeo 1, su himno sonó en las condiciones más extremas. Lo entonó alguien que nunca se quebró".

Foto de Nahuel Gallo (en el centro) divulgada por el régimen de Nicolás Maduro en enero de 2025.

Las represalias no tardaron. Golpes, castigos y nuevas amenazas siguieron al acto de resistencia. Sin embargo, Castillo sostuvo: "Eso era lo que los guardianes no toleraban. Por eso fue tan poderoso". 

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Según relataron los detenidos, en el complejo había más de cien presos de distintas nacionalidades, muchos liberados por gestiones diplomáticas. "La relación entre Argentina y Venezuela está deshecha y es esa una de las causas por las que Nahuel está allá todavía", afirmó Colmenares.

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