Se trata de Julia Wendell, de 21 años, quien dijo que ella era Madeleine, que no recordaba gran parte de su infancia y que su familia no había querido aclararle las dudas que ella tenía.
Qué determinó la prueba de ADN a la joven que afirmaba ser Madeleine McCann
A principios de febrero, una joven polaca aseguró ser Madeleine McCann, la niña inglesa desaparecida en Portugal, de quien no se sabe nada desde mayo de 2007. Tras ser sometida a un análisis de ADN, en las últimas horas se conocieron los resultados de la prueba.
Se trata de Julia Wendell, de 21 años, quien dijo que ella Madeleine, que no recordaba gran parte de su infancia y que su familia no había querido aclararle las dudas que tenía ella. Además, la joven afirmó que presentaba muchas similitudes con Madeleine: el pelo rubio, un defecto ocular en el ojo derecho, los lunares en las piernas, y la sonrisa.
Tras someterse a la prueba de ADN con la familia McCann para comprobar su verdadera identidad, los resultados determinaron que no es Madeleine, tal como ya lo había anticipado la familia de Wendell.
La madre y padre de Julia refutaron en todo momento lo que su hija decía e incluso dijeron que se trataba de mentiras, y estaban seguros de que ella estaba inventando todo. La prueba de ADN también confirmó que Julia es de Polonia y que tenía herencia lituana y romana.
Madeleine está desaparecida desde 2007.
"Para nosotros como familia es obvio que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, prima y sobrina. Tenemos recuerdos, tenemos fotos. Julia también tiene estas fotos, porque las tomó de la casa familiar con el acta de nacimiento, así como numerosas altas hospitalarias", dijo la familia Wendell en un comunicado publicado por el Daily Mail.
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Y agregaron: "Le hemos pedido que se detenga (...) Ella rechaza el tratamiento, no toma medicamentos regularmente. Tampoco aprovechó la posibilidad de tratamiento en un muy buen centro de Polonia, que accedió a aceptarla".
Julia no es Madeleine. "Le hemos pedido que se detenga", afirman sus padres.
El caso Madeleine McCann
Madeleine McCann desapareció en mayo de 2007 de un hotel de Portugal. A once años de ocurrido ese hecho, la justicia decidió cerrar la investigación sobre su paradero ya que no hay pruebas concluyentes que puedan indicar donde está la menor o quién es el o los culpables.
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La justicia dejará de aportar dinero para su búsqueda, y solo se reabrirá la investigación si aparece algún dato relevante. Por este motivo la familia de Madeleine comenzó a recaudar dinero a través de una colecta para que su averiguación de paradero no sea detenida.
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