El presidente estadounidense redobló la presión sobre el líder chavista y aseguró que su fin está cerca, aunque negó planes de guerra. Washington sigue sin mostrar pruebas de sus ataques en el Caribe.
Fuerte advertencia de Trump contra Maduro: "Sus días están contados"
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este domingo que los días de Nicolás Maduro al frente de Venezuela "están contados", aunque al mismo tiempo bajó el tono respecto a un enfrentamiento militar inminente entre ambos países.
En una entrevista que realizó con el programa "60 Minutes" de la cadena norteamericana CBS, Trump fue consultado directamente sobre si veía la posibilidad de que EE.UU. atacara contra Venezuela. "Lo dudo. No lo creo", respondió. Al insistirle sobre si Maduro seguiría mucho tiempo en el poder, contestó: "Diría que sí. Creo que sí".
Operaciones en el Caribe bajo la lupa
Estas declaraciones ocurren en medio de una escalada de tensión en el Caribe, donde Estados Unidos ha desplegado navíos y fuerzas militares en operaciones que se presentan bajo el paraguas "antinarcóticos". Según reporta la agencia AFP, dichas acciones ya han implicado más de 15 ataques a presuntas embarcaciones de tráfico de drogas, con un saldo de al menos unas 65 personas muertas.
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Expertos citados en esos informes advierten que muchos de esos ataques podrían considerarse "ejecuciones extrajudiciales", dado que Washington aún no ha hecho pública evidencia de que los objetivos estuvieran involucrados en narcotráfico o fueran una amenaza directa.
Maduro acusa a Washington
Por su parte, desde Caracas, Maduro respondió acusando a Estados Unidos de usar el narcotráfico como pretexto para " imponer un cambio de régimen" y apropiarse del petróleo venezolano.
Una relación cada vez más tensa
La relación entre Washington y Caracas atraviesa uno de sus momentos más duros.
Trump, en su segundo mandato presidencial, ha mantenido una línea dura contra Maduro, a quien la justicia estadounidense acusa de narcotráfico desde 2020.
Con esta nueva declaración, el presidente norteamericano vuelve a dejar claro que su gobierno no reconoce legitimidad en el régimen "chavista".
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