El intendente de la comuna italiana Borgo Virgilio relató cómo detectaron a un hombre que se hacía pasar por su madre fallecida para seguir cobrando su jubilación. La mujer apareció momificada en su propia casa.
Disfraz, pensión y una madre momificada: el caso que conmociona a Italia
El episodio que sacudió a Borgo Virgilio, en la provincia de Mantua, Italia, empezó con una escena que nadie en el registro civil esperaba. Un hombre ingresó al municipio caracterizado como una mujer mayor: falda larga, labios pintados, uñas prolijas, collares, aros antiguos y una peluca castaña. A primera vista, podía confundirse con la persona cuyo DNI debía renovar, pero ciertos detalles encendieron dudas: un cuello demasiado ancho, manos sin el desgaste propio de una mujer de 85 años y una voz afinada a la fuerza. El intendente Francesco Aporti recuerda que aquellas señales le llamaron la atención porque los agentes ya venían investigando una situación irregular que involucraba a la misma familia.
La historia, revelada por el diario Corriere della Sera tomó forma tras la inquietud de una empleada municipal. La funcionaria atendió a quien decía ser Graziella Dall'Oglio, pero algo en su aspecto no le cerró. Notó un maquillaje que buscaba disimular barba, vello en la nuca y un gesto corporal que no coincidía con el de la mujer retratada en el documento vencido. Tras su advertencia, la policía local revisó cámaras y detectó que esa "vecina" había llegado en auto, aun cuando no figuraba con licencia. Ese dato abrió la puerta a una revisión más profunda.
El intendente Francesco Aporti contó al diario Corriere della Sera cómo lo descubrieron.
Los agentes comenzaron a cruzar información de salud, registros de atención médica, ingresos y movimientos administrativos. Tanto la supuesta jubilada como su hijo, de 58 años, aparecían prácticamente sin actividad reciente.
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La mujer no había tenido consultas ni trámites en años, y algunas firmas en expedientes urbanísticos no coincidían plenamente con las anteriores. Los números, en cambio, mostraban un flujo constante: declaraciones impositivas presentadas todos los años y ingresos por 53.000 euros, además de ventas inmobiliarias firmadas por el hijo como apoderado. Entre conocidos del barrio, el dato fue contundente: nadie recordaba haber visto a Dall'Oglio en mucho tiempo.
El intendente Aporti explicó que no había otros familiares, que el esposo -médico- había muerto y que el hombre ahora investigado era hijo único. Cuando desde el municipio intentaron contactar a la mujer para avisarle que su trámite no había concluido, no lograron ubicarla. Llamaron al hijo, que aseguró que "buscaría la forma" de avisarle. La maniobra terminó por caerse cuando, citado nuevamente al registro civil y escoltado por un agente de civil, se le pidió presentarse en la comisaría para completar la verificación de identidad. Allí, el hombre reconoció que era él quien se hacía pasar por su madre para seguir cobrando su pensión.
Tras la confesión, la policía lo acompañó a la vivienda familiar. En una de las habitaciones encontraron un cuerpo momificado, que se presume corresponde a Graziella Dall'Oglio. Las autoridades deberán confirmar la identidad y determinar la causa y fecha de muerte.
Para Aporti, detrás del engaño aparece una trama de aislamiento y derrumbe personal: el hombre vivía solo, sin empleo reciente y aferrado a los ingresos de su madre. Aun así, la familia contaba con bienes: tres casas y un terreno a nombre de ambos. El jefe comunal definió el caso como "una historia profundamente triste", cuyo desenlace todavía está en manos de los investigadores.
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