Fordow, Natanz e Isfahan fueron los tres puntos estratégicos alcanzados por un ataque aéreo estadounidense. Las instalaciones forman parte central del desarrollo nuclear iraní.
Estas son las tres centrales nucleares de Irán que bombardeó EEUU
Este sábado, Estados Unidos bombardeó tres de las instalaciones nucleares más importantes de Irán, en una operación militar que eleva la tensión en Medio Oriente. Las plantas alcanzadas por el ataque fueron Fordow, Natanz e Isfahan, todas ellas piezas clave del programa nuclear iraní.
El presidente Donald Trump confirmó la ofensiva a través de su cuenta en Truth Social, marcando así un giro drástico en su política exterior. La decisión de involucrar directamente a Estados Unidos, tras meses de presiones sobre Israel y fallidos intentos diplomáticos con Teherán, lo alinea ahora con el esfuerzo israelí para desmantelar la capacidad nuclear iraní.
Una de las instalaciones más protegidas era Fordow, ubicada cerca de Qom, al sur de Teherán. Excavada en una montaña, esta planta subterránea ha sido considerada durante años prácticamente impenetrable. Sin embargo, las bombas de penetración profunda GBU-57, utilizadas en esta operación, lograron alcanzar el objetivo. Según expertos, solo Estados Unidos dispone de ese tipo de armamento.
El blanco más sensible, sin embargo, es Isfahan. Allí funciona el Centro de Conversión de Uranio, esencial para transformar el uranio natural en gas UF6, que luego alimenta las centrifugadoras de Fordow y Natanz. Sin Isfahan, el circuito de enriquecimiento queda incompleto. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, confirmó que cuatro edificios del complejo fueron impactados durante el ataque.
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Por su parte, la planta de Natanz, al sureste de Teherán, es conocida como el centro principal de enriquecimiento de uranio del país. En sus instalaciones se concentra la mayor cantidad de centrifugadoras avanzadas, capaces de enriquecer uranio hasta un 60%. La planta ya había sufrido ataques anteriores, incluidos sabotajes y explosiones. Según el OIEA, un bombardeo reciente dañó "gravemente, si no destruyó por completo", el sector subterráneo.
Esta operación, ejecutada con bombarderos furtivos B-2 y armamento de alta precisión, aumenta el riesgo de una escalada militar en la región. Irán ya advirtió que tomará represalias y los rebeldes hutíes en Yemen amenazaron con atacar buques estadounidenses en el Mar Rojo.
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Al mismo tiempo, Trump enfrenta críticas dentro de su propia base política, donde lo acusan de haber traicionado su promesa de evitar nuevas guerras en Medio Oriente. Con tropas movilizadas en la región y una creciente presión internacional, el escenario queda abierto a una posible expansión del conflicto.
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