La medida afecta a varios países que exportan estos productos a Estados Unidos, incluyendo a Argentina.
Entra en vigor el arancel del 50% al acero y aluminio
Luego de prometerlo ante obreros metalúrgicos en Pennsylvania, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que duplica los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, pasando del 25% al 50%. La medida entra en vigor este miércoles y golpeará de lleno a todos los países exportadores de estos metales, incluida la Argentina.
La justificación oficial del gobierno estadounidense es proteger a la industria local y preservar la seguridad nacional. "He determinado que es necesario aumentar los aranceles... para que dichas importaciones no amenacen con perjudicar la seguridad nacional", sostuvo Trump en el decreto. Además, aseguró que el nuevo nivel impositivo servirá para frenar el "exceso de acero y aluminio de bajo precio" que, a su entender, socava la competitividad de los fabricantes norteamericanos.
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Estados Unidos importa cerca del 17% del acero que consume, con Canadá, Brasil y México entre sus principales proveedores. Argentina no figura entre los grandes jugadores, pero el golpe no es menor: en 2024, las exportaciones argentinas de acero y aluminio a EE.UU. superaron los 600 millones de dólares, siendo el aluminio el producto más afectado.
La decisión presidencial se da en un contexto de alta tensión comercial. La Casa Blanca está en medio de negociaciones con varios países, incluida Argentina, para revisar los llamados aranceles "recíprocos" antes del 9 de julio. En este marco, una delegación argentina llegó este fin de semana a Washington. El lunes se reunieron con autoridades de la Oficina del Representante de Comercio (USTR), que lidera las negociaciones globales del gobierno estadounidense.
Para Argentina, este es el tercer golpe arancelario en lo que va del año. En febrero, Trump ya había impuesto un 25% a estos productos, eliminando el cupo de exportación de 180.000 toneladas acordado en la era Macri. En abril, se sumó un arancel general del 10% a todos los productos argentinos. Y ahora, con este aumento al 50%, la competitividad de las exportaciones metalúrgicas argentinas queda prácticamente desmantelada.
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