Tarta de cebollas con o sin tomate y sin TACC

Una preparación más que rápida si tenés la masa comprada. Si no, llevará un poco más, pero es sencilla y sabrosa.

Tarta de cebollas con o sin tomate y sin TACC

Por:Gabriela Moreno
Periodista

¿Qué cocino hoy? ¿Y con qué? Y de algún lugar sale la receta, que aunque no sea mágica, es práctica, rápida y rica. Eso sí, tiene que gustarte la cebolla. 

La verdad es que esta "Tarta de cebollas y tomate sin TACC"  (Sin Trigo, Avena, Cebada y Centeno) es una variación que surgió en mi cocina de una que hacía originalmente con productos no aptos para intolerantes al gluten o celíacos, por lo que si se quiere preparar con una masa común también resulta.

Pero en este caso, comparto la receta de la masa sin gluten, especialmente porque resulta difícil conseguirlas en los supermercados o comercios que ofrecen este tipo de productos.

Se puede comer caliente, tibia o fría. Se puede hacer sin tomate si lo prefieren y se le puede agregar queso de rallar en el relleno si la quieren más contundente. Pero con estos ingredientes sale riquísima.

Así se ve recién sacada del horno.

Antes de ver la preparación vamos por los ingredientes: 

Para la masa: 200 grs de premezcla sin Tacc, si contiene goma xántica mucho mejor; 1 huevo, 3 cucharadas de aceite de oliva, agua cantidad necesaria.

Para el relleno: 6 cebollas medianas, 3 huevos, media taza de leche (puede ser sin lactosa además de sin tacc), orégano, 1 o 2 tomates frescos, sal en cantidad necesaria.

La preparación de la masa es muy simple. (Pero, si conseguís la que viene lista es mucho más rápido, podés usar la que más te guste). Se coloca en un bol la harina y se le agrega el huevo y el aceite, se comienza a mezclar con cuchara y se agrega agua hasta que la mezcla se note más pesada al revolver. En ese momento se empieza a trabajar con las manos, para evitar pasarse de líquido y que quede aguada. 

Cuando se puede armar el bollo, sin que la masa se pegue en los dedos está lista para estirar. Si no, hay que agregarle premezcla. Cuando el bollo queda liso, se estira con palote hasta alcanzar unos 25 cm en forma circular. Luego se envuelve en el palo de amasar para evitar que se rompa, es decir se enrolla, y se comienza a desenrollar sobre la tartera para acomodarla. Luego se retiran los bordes sobrantes. Y se deja en crudo para agregar el relleno.

La masa ya reposa en la tartera.

El relleno prácticamente se hace solo. Hay que controlar que no se pegue la cebolla. Primero se cortan en tiras o rodajas finas y se colocan en la sartén sobre un poco de aceite de oliva o manteca. Se dejan a fuego medio, tapadas, para que se cocinen con calor envolvente hasta que queden transparentes. Se agrega sal y orégano y se dejan reposar, mientras se mezclan los tres huevos con la leche, un poquito de sal y si quieren un poco de queso de rallar.

Con todo eso listo, se pone la cebolla sobre la masa, se corta el tomate en rodajas para colocarlo como una tapa de cierre, aunque se puede obviar si no les gusta, luego se vuelca la mezcla líquida, otro poco de orégano arriba y al horno hasta que la superficie se vea pareja y cocida. 

Si se animan la desmoldan y si no se disfruta igual. Les aseguro que no es para nada difícil y saca de apuro cuando hay poco en la alacena. Y recuerden si la la premezcla para la masa tiene goma xántica mejor. 

La opción sin tomate.

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