¿Por qué las hojas de las suculentas se vuelven amarillas?

Son varios los motivos por los cuales debes prestar atención a tus plantas. Acá te damos unos tips para revertir esta situación.

¿Por qué las hojas de las suculentas se vuelven amarillas?

Por: Fabiana Rincci

Si las hojas de tus suculentas están amarillas se puede deber a varios motivos. La textura de sus hojas se vuelve blanda y luego empiezan a caerse, puede estar sufriendo pudrición de la raíz o del tallo.

Esto se debe al riego excesivo y a un drenaje deficiente. También puede estar recibiendo poca luz del sol. A continuación, los motivos de que esto pase y así poder solucionarlo.

Un caso muy extremo de suculenta podrida.

Hojas y tallos amarillos y blandos

Los síntomas que se detectan pueden ser partes amarillas y blandas que pueden volverse marrones. La textura es blanda y se caen con facilidad. Las causas pueden ser riego excesivo, exceso de luz sol directa (en algunas variedades) y temperaturas frías.

Las suculentas están adaptadas a vivir en climas cálidos y secos, con precipitaciones poco frecuentes y un suelo bien drenado, poroso y arenoso.

Es importante emular las condiciones de riego de su hábitat natural, dejando que la tierra se seque por completo entre cada riego. Reduce la frecuencia con la que riegas tus suculentas para que la tierra pueda secarse antes de volver a regar.

Las suculentas toleran mucho mejor el riego bajo, que el riego excesivo, y sólo deben regarse cuando la tierra alrededor de las raíces esté completamente seca.

Esto se puede evitar utilizando tierra simple de jardín para que drene rápidamente y que tenga una estructura arenosa que no absorba ni retenga la humedad tanto tiempo como la tierra normal para macetas. Esto reduce el riesgo de enraizamiento y evita que las hojas amarilleen.

¿Cómo revertirlo si ya están amarillas?

Cortar la parte que está amarilla y blanda con una herramienta de poda esterilizada y limpia la hoja con un paño empapado en desinfectante entre cada corte para evitar la propagación de hongos patógenos a las heridas abiertas.

Una vez recortado el tejido podrido, la herida se vuelve callosa en unos días y la suculenta sobrevive (siempre que hayas ajustado el riego y cambiado la tierra).

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