Antiguas estructuras del Camino Inca aún se conservan en la alta montaña mendocina, donde un histórico refugio utilizado por arrieros y viajeros mantiene vivo el legado precolombino.
El tambo inca que fue refugio de arrieros y sobrevive en Mendoza
El Tambo de Ranchillos, uno de los asentamientos incas que sobreviven en Mendoza, se levanta a la vera del arroyo Tambillitos y forma parte del antiguo Camino del Inca que atravesaba la cordillera.
Este punto arqueológico, ubicado sobre la Ruta Nacional 7 a unos 10 km al oeste de Uspallata, es hoy un destino recomendado para recorrer con guías, quienes aportan contexto sobre los pueblos originarios que habitaron la zona y la relevancia estratégica que tuvo este refugio en tiempos prehispánicos.
El paisaje que rodea al tambo -el cerro Tambillitos, el río Mendoza y la quebrada que encauza las aguas cristalinas del arroyo- conforma el marco natural donde aún asoman restos de muros y construcciones. Aunque modesto frente a otras ruinas andinas, el sitio conserva un valor histórico clave.
A su vez, el yacimiento se integra a la secuencia de tambos y estructuras que conforman el "Qhapaq Ñan" (antiguo sistema vial incaico) en Mendoza: Tambillos, Ranchillos, Penitentes y Confluencia, entre otros puntos que delimitan la huella original del sistema vial andino inscrito como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Su ubicación junto a cursos de agua refleja la planificación inca, que garantizaba abastecimiento y refugio para caminantes y caravanas.
Durante la época colonial, el tambo siguió cumpliendo un rol esencial como resguardo para arrieros, correístas, viajeros y tropas, incluso durante las campañas previas al cruce de los Andes. Ya en los siglos XIX y XX, su cercanía al Tren Trasandino y a la actual RN 7 le otorgó nuevos usos circunstanciales, aunque la falta de protección fue acelerando su deterioro.
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Hoy el lugar conserva una energía especial que invita a recorrerlo con respeto, sin alterar su delicada estructura histórica. Allí, donde las piedras mantienen viva una memoria silenciosa, el Tambo de Ranchillos continúa recordando el paso del imperio inca por la cordillera y la importancia de preservar el patrimonio cultural mendocino para las generaciones futuras.



