Si te cuesta dormir, cambiar el horario del baño podría hacer una gran diferencia.
Ducha nocturna vs. matutina: el veredicto de los expertos
¿Ducha de noche o de mañana? La ciencia tiene algo para decir. Según varios estudios recientes, ducharse antes de dormir puede ayudarte a conciliar el sueño más rápido y mejorar la calidad del descanso.
Especialistas en sueño han encontrado que una ducha caliente por la noche ayuda a bajar la temperatura corporal interna, lo que activa una señal natural del cuerpo que indica que es momento de descansar. Este cambio leve en la temperatura funciona como un "interruptor biológico" que le dice al cerebro que es hora de dormir.
¿Cuál es el mejor horario? La recomendación es bañarse entre una y dos horas antes de acostarse. Ese margen le permite al cuerpo entrar en un estado de relajación ideal, sin que el baño interfiera con la inercia del sueño. Ducharse justo antes de meterse en la cama puede no ser tan efectivo, porque el cuerpo no alcanza a regular su temperatura a tiempo.
El cuerpo baja su temperatura después del baño y se relaja.
Los expertos aseguran que el efecto de la ducha nocturna es mayor cuando se convierte en una rutina estable. Es decir, si todos los días te duchás a la misma hora y asociás ese momento con el descanso, el cuerpo lo registra como parte del ritual de dormir.
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Aunque no reemplaza otros buenos hábitos -como evitar pantallas antes de acostarse o mantener horarios regulares-, este cambio tan simple puede ser un gran aliado para quienes tienen dificultades para dormir.
Ducharse una hora antes de dormir mejora el descanso.
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Por otro lado, ducharse a la mañana también tiene beneficios, sobre todo para quienes necesitan activarse o concentrarse. Pero si el objetivo es dormir mejor, la noche parece llevar la delantera.



