Unas pocas acciones antes de acostarte pueden mejorar mucho la calidad de tu sueño.
Dormí mejor: las rutinas simples que pueden transformar tu descanso
Dormir bien no tiene por qué ser complicado. Si te cuesta conciliar el sueño o te despertás cansado, hay una buena noticia: algunos cambios simples en tu rutina diaria pueden mejorar la calidad de tu descanso sin necesidad de medicamentos.
A continuación, te contamos cuáles son las claves más efectivas, basadas en recomendaciones de especialistas en salud del sueño.
1. Mantené horarios regulares
Acostarte y levantarte todos los días a la misma hora ayuda a tu cuerpo a regular su reloj biológico. Incluso los fines de semana, mantener un ritmo constante puede marcar la diferencia.
2. Bajá la intensidad antes de dormir
Una o dos horas antes de ir a la cama, evitá pantallas brillantes, luces fuertes y actividades estimulantes. Es el momento ideal para leer, meditar o simplemente relajarte. Disminuir el estímulo visual y mental ayuda al cuerpo a prepararse para el descanso.
Ver: Agua con limón en ayunas: qué beneficios tiene
Mantener horarios fijos mejora el sueño.
3. Limitá la cafeína y el alcohol
Aunque un café o una copa de vino parecen inofensivos, pueden interferir con tu capacidad para alcanzar un sueño profundo y reparador. Lo ideal es evitar estas sustancias al menos seis horas antes de dormir.
4. Convertí tu habitación en un lugar para descansar
Un ambiente oscuro, silencioso y fresco favorece el descanso. Invertir en un buen colchón, usar cortinas blackout o incorporar sonidos relajantes puede ayudarte a crear un espacio ideal para el sueño.
Leer: ¿Qué significa soñar con una expareja? Una mirada al subconsciente
Un dormitorio cómodo y oscuro favorece el descanso.
5. Cuidá tu alimentación y hacé ejercicio
Evitar cenas pesadas y hacer actividad física durante el día (aunque no justo antes de acostarte) también mejora el sueño. Tu cuerpo necesita moverse, pero también necesita relajarse.
Dormir bien no siempre requiere soluciones complejas. A veces, los mejores resultados llegan con cambios simples y constantes. Lo importante es escuchar al cuerpo, ajustar algunas rutinas y sostenerlas en el tiempo.
Esta nota habla de:
